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Windows 11 con 4 GB de memoria RAM: ¿Es suficiente o necesitamos 8 GB?

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Según Microsoft, es posible mover Windows 11 con 4 GB de memoria RAM. Esa es la cifra mágica que aparece en los requisitos mínimos de dicho sistema operativo, pero como os he dicho en más de una ocasión, debemos ser conscientes de que «mínimo» no equivale a «óptimo», y que ejecutar Windows 11 con 4 GB de memoria RAM no quiere decir, por tanto, que vayamos a disfrutar de una buena experiencia de uso.

Eso está claro, y es fácil de entender. Al final, tanto Microsoft como todas aquellas empresas que comercializan software, ya sea desde aplicaciones profesionales hasta juegos, buscan ofrecer un guion de requisitos mínimos y recomendados lo más bajos posible. Esto tiene una explicación, y es que se hace para llegar a un mayor número de usuarios. Imaginad, por ejemplo, que en vez que listar Windows 11 con 4 GB de memoria RAM como requisito mínimo, Microsoft lo hubiese listado con 8 GB de RAM, habría dejado fuera a una gran cantidad de usuarios y de equipos profesionales, aunque a cambio habría establecido un requisito más realista, como vamos a ver a continuación.

En general, creo que esto forma parte de un debate interesante que se puede resumir de una manera bastante sencilla: ¿qué deben indicar los requisitos mínimos, un nivel muy bajo de exigencia pero a cambio de una experiencia de uso pobre, o más bien un nivel de exigencia un poco más elevado pero a cambio de una experiencia de uso superior? Dependiendo del enfoque del que partamos, los requisitos mínimos de Windows 11 serían «apropiados» o  «inapropiados».

Personalmente, debo decir que prefiero el primer enfoque, ya que cada usuario es un mundo, y lo que para uno puede ser una experiencia de uso muy pobre, para otro puede ser aceptable. Dicho esto, ¿cómo funciona Windows 11 con 4 GB de memoria RAM? ¿Es viable utilizar dicho sistema operativo con esa configuración o es mejor quedarse con Windows 10? Vamos a descubrirlo.

Windows 11 con 4 GB de memoria RAM

Windows 11 con 4 GB de memoria RAM: Funciona, pero la experiencia no es buena

Así lo confirma un interesante artículo que ha compartido recientemente «Make use of«, donde probaron Windows 11 con 4 GB de memoria RAM. Para ello, lo instalaron en un portátil que cumplía con los requisitos mínimos de dicho sistema operativo, ya que contaba con dicha cantidad de RAM, y también venía equipado con un chip TPM y con un procesador Pentium Silver N5000. Este último está fabricado en 14 nm, tiene cuatro núcleos y cuatro hilos, y tiene un TDP de apenas 5 vatios.

No hay duda de que el Pentium Silver N5000 es un chip de bajo coste y de bajo consumo, y que por tanto no debemos esperar un alto nivel de rendimiento. Sin embargo, Windows 11 no es especialmente exigente en este sentido, de hecho ese procesador supera ampliamente el requisito mínimo, que está fijado en un chip de dos núcleos a 1 GHz.

Con eso quiero decir que el procesador no da problemas, los problemas vienen cuando intentamos mover Windows 11 con 4 GB de memoria RAM, ya que nada más encender el equipo el sistema operativo muestra un consumo total de 3,2 GB de RAM, es decir, alrededor de un 80% del total disponible. Algo tan simple como abrir el navegador Chrome hace que el consumo se dispare al 95%, y aunque la experiencia de navegación es buena, en cuanto abrimos más de cuatro pestañas estas empiezan a recargar por falta de memoria RAM.

Si intentamos ejecutar aplicaciones exigentes que consuman bastante RAM, el resultado no será nada bueno. Dependiendo de las exigencias de cada aplicación, podremos tener problemas de menor gravedad, como por ejemplo tirones, interrupciones o tiempos de carga elevados, pero también otros más graves como parones permanentes que hagan inviable el uso de la aplicación, o incluso cuelgues y cierres.

Windows 11 con 4 GB de memoria RAM

Entonces, ¿es cuánta memoria RAM necesito para mover Windows 11 sin problemas?

No hay duda de que ejecutar Windows 11 con 4 GB de memoria RAM no es una buena idea. Podemos confirmar, además, que se ha producido un salto en este sentido, a nivel de requisitos, frente a Windows 10 de 64 bits, ya que este último solo requiere 2 GB de RAM, y funciona bastante bien con 4 GB de RAM, siempre que no le pidamos una multitarea intensiva.

Si no tenemos grandes expectativas y vamos a darle un uso básico, un equipo que mueva Windows 11 con 4 GB de memoria RAM puede ser suficiente, pero en cuanto queramos ir un poco más allá nos daremos cuenta de que nos falta RAM, y de que el equipo no da la talla. Para poder disfrutar de una buena experiencia con Windows 11 necesitamos, al menos, 8 GB de memoria RAM, aunque lo ideal son 16 GB de memoria RAM. Este último es el punto óptimo para el usuario medio, pero aquellos que vayan a utilizar aplicaciones de diseño y de edición, que normalmente consumen mucha memoria RAM, deberán apostar por configuraciones de 32 GB o incluso de 64 GB de RAM, dependiendo de sus propias necesidades.

En caso de que tu equipo esté limitado a 4 GB de memoria RAM y no puedas ampliarla, yo te recomendaría directamente que te quedaras con Windows 10. He probado dicho sistema operativo en muchos equipos de bajo coste, configurados con procesadores poco potentes y con dicha cantidad de RAM, y mi experiencia ha sido siempre bastante buena. Con todo, si aún a pesar de todo lo que has leído quieres probar Windows 11 con 4 GB de memoria RAM para ver si realmente puede cubrir tus necesidades no te preocupes, puedes actualizar gratis desde Windows 10 y probarlo durante 10 días.

Recuerda que ese periodo de prueba es el máximo disponible para poder efectuar un «roll back», es decir, para regresar de forma automática, a través de la herramienta dedicada del sistema operativo, a Windows 10, y mantener la clave de activación que tengas vinculada al mismo. No te duermas en los laureles.

Windows 11 con 4 GB de memoria RAM

¿Pero realmente vale la pena Windows 11?

Para poder analizar los nuevos procesadores Intel Alder Lake-S tuve que actualizar a Windows 11, y entre prueba y prueba dediqué un buen rato a trastear con dicho sistema operativo para ver todo lo que ofrece. La verdad es que tengo sensaciones enfrentadas, ya que me gustan algunos cambios, pero me chirrían otros.

Por ejemplo, me gustan los cambios a nivel de interfaz y el diseño de algunos elementos, especialmente los iconos y el cambio de la barra de tareas a una posición central. También me gusta la nueva pantalla inicio, donde introducimos el pin o nos identificamos con cualquier otro medio de autenticación, pero hay otros elementos que me parecen un error absoluto, y lo peor es que algunos son muy básicos. Por ejemplo, para cambiar el nombre a una carpeta ya no basta con un clic derecho, tenemos que hacer otro adicional para abrir más opciones de carpeta.

Microsoft tiene que afinar un poco mejor ciertos cambios a nivel de interfaz, especialmente en lo que respecta a las interacciones con clic derecho sobre ciertos elementos del sistema operativo. En cuanto al rendimiento, probé Windows 11 sobre una configuración de hardware de gama alta, así que es normal que los resultados fuesen buenos.

Con todo, teniendo en cuenta que las ventajas que ofrece Windows 11 frente a Windows 10 son, ahora mismo, mínimas, y que el segundo requiere menos recursos y se encuentra en un estado mucho más maduro, creo que no debemos tener la más mínima prisa por actualizar, y si cuentas con un equipo modesto que dispone de menos de 8 GB de RAM ni siquiera deberías planteártelo.

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