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Google rectifica y permitirá que los usuarios de Workspace migren a cuentas gratuitas

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Google Workspace

Tal y como informaban nuestros compañeros de MCPro hace unos días, Google pondrá punto y final a las cuentas gratuitas de Google Workspace, mejor conocidas hasta hace poco como G Suite, la oferta profesional del gigante de Internet para profesionales y empresas. La fecha en que el modelo actual cambie será el próximo 1 de mayo, aunque no comenzará a cobrar la tarifa correspondiente hasta el 1 de julio. Ese margen de tiempo será el que dé la compañía para que cada usuario piense qué hacer.

Según se explicaba en la información inicial, si llegado el 1 de mayo el usuario no ha actualizado su cuenta al nuevo plan de pago de Google Workspace, se hará de manera automática, sin interrupción del servicio ni pérdida de datos, pero sin cobrar nada, aunque «la suscripción que aplicará Google no será la más económica, sino que pasará a la que la compañía considere que es más apropiada para el usuario en función del uso que hacía de los servicios de Google», se adelantó.

Será a partir del 1 de julio cuando Google comience a cobrar, siempre y cuando el usuario haya suministrado los datos de facturación correspondientes. Una vez realizado este paso, se pondrá elegir también un tipo de suscripción diferente a la que el servicio haya actualizado la cuenta de manera predeterminada. La gran pregunta, hasta ahora, era qué sucedería con las cuentas de Google Workspace gratuitas cuyos propietarios no se sumasen al nuevo plan de pago.

El asunto es delicado, porque más allá de perder la integración con el dominio externo que se tenga contratado, principal característica definitoria del servicio, las aplicaciones de Google Workspace suelen contener información tan valiosa como sensible: correos electrónicos, contactos, citas, eventos y tareas, notas y documentos, fotos… Todo depende de cuántas aplicaciones se utilicen, claro está. Pero si el asunto es delicado, es debido a que en un primer momento se dijo que el usuario que no aprobase la actualización, podría perder su cuenta.

En concreto, se dijo que si el usuario «no opta a una suscripción de pago de Google Workspace después del 1 de julio ni comunica sus datos bancarios para que Google le cobre mensualmente por cada usuario que utiliza su cuenta de G Suite, dicha cuenta dejará de tener disponibles algunas de sus funciones. Quedará suspendida, lo que implica que sus usuarios dejarán de poder utilizar algunas de sus funciones, aunque sí podrán acceder a la cuenta. Pasados esos 60 días, dejarán de contar con acceso a los principales servicios de Google Workspace: Gmail, Calendar y Meet. Sus usuarios sí tendrán, eso sí, acceso a YouTube y Google Fotos».

Parece, sin embargo, que finalmente no será así y los usuarios que decidan no pagar por una suscripción de Google Workspace, podrán migrar hacia cuentas gratuitas, las que usa el usuario corriente y que giran en torno a Gmail, pero que también se basan en el conjunto de servicios de Workspace. Por supuesto, perderán las funciones asociadas a las cuentas de pago, incluyendo la integración con un dominio personalizado; pero no perderán lo más importante: sus datos.

Dicho lo cual, conviene comentar que la cuenta básica de Google Workspace cuesta poco más de 5 euros al mes y aunque no mejora mucho las característica de una cuenta gratuita -por ejemplo, apenas aumenta el espacio de almacenamiento de los 15 a los 30 GB- sí ofrece ventajas que pueden ser interesantes para quien gusta de Google por la calidad de su software y servicio, pero lo rechaza por cuestiones de privacidad. Ahí lo dejo, si bien no es nada exclusivo de Google: las empresas siempre tratan mejor a las empresas que a los individuos y si pagan, todavía más.

Enfocado en las nuevas tecnologías empresariales y de usuario final. Especializado en Linux y software de código abierto. Dirijo MuyLinux y escribo en MC, MCPRO y MuySeguridad, entre otros.

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