Soporte físico: ¿debemos darlo por extinto?

Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que el soporte físico era la principal vía de adquisición y guardado de determinado tipo de productos, como el software, la música, los juegos, el cine y las series, los libros… era relativamente fácil medir los intereses de una persona con un simple vistazo a las estanterías de su casa, y para los que somos dados a acumular y coleccionar, con el tiempo el tamaño de estas colecciones podía llega a convertirse en un auténtico problema.

Hace algo menos de 20 años, estos mercados empezaron una lenta pero inexorable migración hacia lo digital, que vivió su primer hito destacable con la proliferación de las tiendas de música y, en especial, de iTunes Music Store, el germen del ecosistema de tiendas de Apple en la actualidad. De la mano del iPod, podemos considerar que la tienda de música de Apple fue el primer envite serio de las plataformas digitales al soporte físico, todavía rey absoluto en aquel momento.

Poco después llegaría el boom de los ereaders y, con ellos, de las tiendas digitales de libros. Amazon, cuyos orígenes eran precisamente el ser una tienda de libros online, si bien con la llegada de Kindle, y sin dejar de lado el soporte físico (que aún se mantiene en la tienda), la compañía de Jeff Bezos puso el foco en lo digital, creando programas de publicación en su tienda, con su servicio de suscripción Kindle Unlimited, etcétera.

Con el cine y las series todo ha sido un poco distinto, pues los servicios de suscripción como Netflix, HBO, Prime Video, etcétera, han sabido posicionarse muy bien en el mercado, haciendo que muchos usuarios estén más interesados en tener acceso a un amplio catálogo de contenidos por una cuota mensual que en adquirir, individualmente, aquellas producciones que les resultan de interés. Es otro formato, pero aquí el soporte físico también ha decaído sustancialmente.

¿Y qué decir de los juegos? Primero las tiendas como Steam, Epic Games y GOG, junto con las propias de compañías y específicas de consolas, y ahora los servicios de suscripción como Xbox Game Pass y Stadia Pro. Otro mercado en el que el soporte físico está de capa caída, con números que sorprenden, pues existe la opinión general de que los gamers son bastante dados a coleccionar los juegos en soporte físico.

¿Y qué números son esos? Pues los podemos ver en un gráfico publicado por ArsTechnica, sobre las ventas de juegos para consola en formato digital (las barras verdes) y en soporte físico (las naranjas) de cuatro ejercicios completos, de 2018 a 2021, ambos inclusive.

Gráfico: ArsTechnica

El gráfico habla solo, ¿verdad? Desde hace años el soporte físico es la opción minoritaria a la hora adquirir juegos y, aunque lentamente, podemos ver que su posición se sigue degradando año tras año.

¿Morirá el soporte físico?

Esta podría ser la primera lectura, desde luego. Sin embargo, y a diferencia de otros mercados que parecen condenados, en este sentido, a desaparecer a medio plazo, en estos casos parece que la contracción del mercado tiene una singularidad: las ediciones especiales y el coleccionismo.

Desde ediciones especiales de juegos con elementos de colección (figuras, cartas, artbook, etcétera), hasta la minoritaria pero sostenida nueva juventud del vinilo, a corto y medio plazo parece que el soporte físico prevalecerá, pero solo en aquellos casos en los que ofrezca algo que no ofrece el medio digital. Ya sea algo tangible, como lo que he mencionado en los juegos, o algo más emocional, como la sensación de poner un vinilo en el tocadiscos, mover la aguja hasta el mismo y escuchar su sonido lo-fi que nos lleva a otros tiempos.

El soporte físico no apunta a desaparecer, sino a convertirse en un producto de nicho, a algo que nos aporta una sensación especial al estar en nuestras manos. En el resto de casos, eso sí, parece que definitivamente la guerra entre bits y átomos la han ganado los primeros, aunque el coleccionismo y la nostalgia hayan creado un pequeño pero significativo grupo que hace lo que está en su mano para retener la experiencia analógica.

¿Cuál es tu caso? ¿Sigues comprando en soporte físico siempre que es posible, o prefieres la opción digital?