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BackBlaze confirma resultados: la fiabilidad de SSD es superior a la de los discos duros

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fiabilidad de SSD

Hace un par de semanas nos preguntábamos por el tiempo de vida útil de las SSD y hoy tenemos nuevos datos que confirman su elevada fiabilidad, superior a la de los discos duros según las pruebas de BackBlaze cuyas conclusiones han publicado nuestros compañeros de MCPRO.

BackBlaze es una compañía especializada en almacenamiento cloud que usa cerca de 100.000 unidades de almacenamiento en su centro de datos, trabajando a destajo (24/7) y sumando millones de horas de funcionamiento. Al usar la tasa de errores de su propia infraestructura, es un buen termómetro para evaluar la situación.

Si sus informes anuales estaban centrados hasta ahora en los discos duros, hace unos meses publicó el primer informe de fiabilidad de las unidades de estado sólido después de haberlos introducidos en su infraestructura en 2018. Hay que aclarar que su base instalada de SSD es todavía muy pequeña en comparación con los discos duros y no ha pasado el tiempo suficiente para que las unidades se vayan agotando. En todo caso, las pruebas iniciales se confirman: las SSD registran menos fallos que los discos duros.

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Fiabilidad de SSD y tiempo de vida

El debate sobre la fiabilidad de las SSD comenzó hace una década cuando algunas series de producto tuvieron problemas de funcionamiento. Hoy ya no hay dudas. Las unidades de estado sólido son más fiables que los discos duros a los que han reemplazado por completo en el segmento del almacenamiento cliente. Y pretenden hacer lo propio en servidores y centros de datos.

Recordemos que las SSD están basadas en memorias flash NAND y no tienen ninguna parte móvil, lo que le aporta una ventaja enorme (en casi todos los apartados) frente a los mecanismos de los discos duros. Pero nada dura para siempre y estas unidades, al igual que cualquier producto electrónico que use memorias flash para almacenar información, tienen una vida limitada simplemente por su propio diseño.

El desgaste de las células de memoria es algo inherente a esta tecnología y las sucesivas escrituras van erosionando las células de memoria individuales tanto en capacidad como en rendimiento. Por ello, las SSD incluyen células de memoria adicionales libres para cuando las primeras fallen no perder capacidad de almacenamiento. Además, reasignan automáticamente los sectores dañados para no perder datos ni rendimiento.

Por su mismo diseño, las unidades de estado sólido son más sensibles que los discos duros a potenciales fallos de energía mientras están en funcionamiento y, como hemos explicado, los bloques de memoria tienen un número limitado de operaciones de escritura antes de fallar.

La industria acepta como media unos 700 Tbytes de datos escritos en una unidad de consumo antes de que comiencen los problemas. Es una cantidad enorme que la inmensa mayoría de usuarios no alcanzará y además, los fabricantes incluyen una garantía de 5 años para ellas

Resumiendo lo que ya sabíamos

Una SSD no durará para siempre por el desgaste de las células de memoria, pero las celdas adicionales que actúan como reemplazo, el elevado soporte de datos escritos, de la garantía y del tiempo medio entre fallos, aseguran una buena cantidad de años de uso. En mayor número y con menos errores que los de los discos duros.

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