Prácticos
Cómo entrar en la BIOS desde Windows 10 o Windows 11 y por qué es útil
Seguro que muchos de nuestros lectores ya saben cómo entrar en la BIOS. En realidad es un proceso muy sencillo, ya que solo tenemos que pulsar la tecla «Suprimir» («Del» en inglés) en nuestro teclado durante la fase de arranque del equipo.
En ordenadores portátiles la cosa cambia, ya que cada fabricante suele tener asociada una tecla diferente para entrar en la BIOS, ¿pero qué pasa si esto falla y no conseguimos entrar? Que la cosa se complica, puede que no entiendas qué está ocurriendo y que no sepas cómo reaccionar.
Por suerte este problema es muy fácil de resolver en la mayoría de los casos, no suele ser grave y no está vinculado a errores ni a fallos importantes. Sigue leyendo, que te voy a explicar qué puede estar ocurriendo y cómo puedes resolver este problema.
¿Por qué no puedo entrar en la BIOS?
El problema más común suele ser que el sistema no reconoce el teclado durante la fase de arranque. Esto puede deberse a varias razones:
- Que el teclado no esté conectado a un puerto USB 2.0.
- Que estemos utilizando un teclado inalámbrico.
- Que esté desactivada la opción correspondiente para reconocer el teclado a nivel de BIOS.
Si el problema se debe a cualquiera de los dos primeros puntos lo tenemos muy fácil para salir del paso, basta con cambiar a un puerto USB 2.0 y con utilizar un teclado cableado, si tenemos uno a mano.
En caso de que no tengamos un teclado con cable a mano, o de que el culpable sea el tercer punto, tranquilos, que hay una manera alternativa de entrar en la BIOS de forma segura y rápida.
Cómo entrar en la BIOS desde Windows 10 o Windows 11 aunque no reconozca el teclado
Dejamos que el equipo arranque con normalidad. Una vez que lleguemos al escritorio hacemos clic en el icono de Windows, nos vamos a las opciones de inicio y apagado, mantenemos la flecha mayúsculas izquierda presionada y reiniciamos el equipo.
Esto hará que cuando el PC se reinicie nos lleve directamente a las opciones avanzadas de recuperación. Una vez ahí entramos en «Solucionar Problemas > Opciones Avanzadas > Configuración de Firmware UEFI« y listo, nuestro equipo se reiniciará y en vez de iniciar normalmente nos dejará dentro de la BIOS.
Una vez ahí podremos revistar los ajustes del teclado en la sección «Avanzado» y «Configuración USB». Aseguraos de que tenéis activada la opción de compatibilidad con USB de legado. Si no es así activarla y guardad los cambios. La próxima vez que queráis entrar en la BIOS con el teclado debería funcionar sin ningún tipo de problema.
Si tras cambiar esa configuración sigue sin reconocerte el teclado prueba a actualizar el firmware de este, utilizando únicamente archivos que hayas descargado a través de la web del fabricante, o recurriendo al proceso de actualización automatizado que normalmente suele estar disponible a través del software dedicado que traen muchos modelos.
En caso de que esto tampoco funcione actualizar la BIOS puede ayudarte a resolverlo. Dejo esto como última opción porque, con los problemas que todavía pueden dar algunas versiones con ciertos tipos de memoria RAM, soy un firme defensor de que hoy en día debemos tocar la BIOS lo menos posible.
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