Noticias
Crysis, el juego que desafió al hardware

Corría el año 2007 cuando CryTek presentaba Crysis. Ya había logrado un enorme éxito tres años antes con Far Cry, pero nada presagiaba que su segundo título se iba a convertir en una mezcla de leyenda y meme, que cerca de 20 años después todavía sigue plenamente vigente. Como recordarás si lo viviste en su momento, o como habrás deducido a partir de referencias y memes, se convirtió de inmediato en una referencia en lo referido a exigencia en el plano técnico, pues su desarrollo era excepcional, gráficamente era todo un portento para su época, pero a cambio exigía lo que en aquellos tiempos se calificó, de manera común, «un ordenador de la NASA».
En una reciente entrevista, Cevat Yerli, director del juego y fundador de Crytek, explicó que el objetivo principal era que Crysis no envejeciera. Para ello, el equipo diseñó configuraciones gráficas como el modo «Very High», pensando en hardware que ni siquiera existía en 2007, sino que aparecería en los años siguientes. «Quería asegurarme de que Crysis no envejeciera, que si lo jugabas tres años después, siguiera viéndose mejor que muchos juegos nuevos», afirmó Yerli. Esta decisión, aunque visionaria, hizo que el juego fuera casi imposible de ejecutar en su máxima calidad para la mayoría de los usuarios de la época, dando lugar al famoso meme «¿Puede correr Crysis?», que aún hoy es sinónimo de exigencia técnica.
Para llevar esta visión a cabo, Crytek implementó tecnologías avanzadas para su tiempo. Entre ellas, destaca el uso de iluminación dinámica y el subsurface scattering, una técnica que simula cómo la luz atraviesa materiales translúcidos, como las hojas. Según Yerli, llegaron a enviar un equipo a Haití para fotografiar vegetación y capturar con precisión el comportamiento de la luz en escenarios tropicales. «Fui muy claro con el equipo: quería que las sombras y los reflejos fueran lo más realistas posible», explicó. Este nivel de obsesión por el detalle llevó a que, como Yerli señala, «un solo árbol en Crysis tuviera más tecnología incorporada que todo el sistema de renderizado de Far Cry».
Más allá de sus méritos técnicos, Crysis también dejó un impacto cultural y tecnológico. El juego se convirtió en un estándar para medir la potencia de los PC, algo que, según Yerli, incluso mencionó Jensen Huang, CEO de NVIDIA, durante la presentación de una GPU (nota: en realidad, Yerli se refería al superordenador DGX GH200 presentado en Computex 2023). Esta referencia reafirma cómo el juego impulsó a la industria del hardware, motivando a fabricantes como NVIDIA y AMD a crear componentes más potentes para satisfacer las exigencias de títulos cada vez más avanzados.
El éxito del primer Crysis dio paso a una saga que se expandió con Crysis 2 (2011) y Crysis 3 (2013). Ambas secuelas ofrecieron avances narrativos y mejoras en el diseño del nanotraje, además de combinar entornos abiertos y lineales con nuevas posibilidades tácticas. En 2021, Crytek lanzó la Crysis Remastered Trilogy, que permitió a una nueva generación de jugadores redescubrir la saga con gráficos optimizados para plataformas modernas.
El impacto cultural de Crysis sigue vigente, como demuestran comparaciones recientes con otros títulos técnicamente exigentes, como Cyberpunk 2077 con path tracing o Microsoft Flight Simulator 2020, ambos descritos en esta casa como los «nuevos Crysis» por su capacidad para llevar al límite el hardware actual. Más de 15 años después de su lanzamiento, Crysis no es solo un videojuego, sino un hito que marcó una generación y un desafío técnico que definió una era. Su legado persiste como un símbolo de lo que significa empujar los límites tecnológicos y pensar en el futuro.