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Análisis

Corsair One i160, análisis: la magia de pensar en pequeño para lograr algo grande

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No es necesario partir de un proyecto enorme para conseguir algo impresionante. La línea Corsair Force Series MP510 ya demostró que algo muy pequeño puede ser muy grande, y el Corsair One i160 es otro excelente ejemplo de esa realidad.

Con el Corsair One i160 la compañía estadounidense ha demostrado menos es más, que el minimalismo puede hacer maravillas en un PC de alto rendimiento, y que la potencia no está reñida con el tamaño.

Gracias a Corsair España he tenido la oportunidad de probar durante varios días el Corsair One i160, un equipo que es una demostración de talento y de buen hacer, ya que integra el potencial de un PC gaming tope de gama en un espacio similar al de una consola actual.

Interesante, ¿verdad? Seguro que estás deseando descubrir cómo ha logrado Corsair esta proeza. Pues sigue leyendo, que en las próximas líneas te vamos a contar todo lo que debes saber sobre el Corsair One i160.

Corsair One i160: primer vistazo

Lo primero que llama la atención del Corsair One i160 es su tamaño. Es impresionante pensar que un equipo tan pequeño pueda albergar los componentes propios de un equipo de alto rendimiento, y que además sea capaz de hacerlos funcionar de forma efectiva, sin que se produzcan problemas de temperatura.

Para conseguir este diseño Corsair ha partido de tres grandes claves: distribuir los componentes que más calor generan en dos caras separadas, utilizar refrigeración líquida de alto rendimiento con radiadores de gran tamaño ubicados en los laterales (zona de entrada de aire frío) y montar un ventilador de gran tamaño en la parte superior, que se encarga de sacar el aire caliente fuera de la torre.

El resultado es una construcción interna pensada al milímetro que consigue un flujo de aire perfecto y permite mantener unas temperaturas de trabajo equilibradas sin que el espacio sea un problema. En la imagen adjunta podéis ver como el aire entra por ambos lados, recorre las partes clave del equipo y sale por el ventilador de arriba.

La colocación de los componentes se ha llevado a cabo pensando en reducir al máximo el espacio ocupado y en mantener un buen flujo de aire para que la refrigeración no sea un problema, pero esto no ha afectado a las  posibilidades de ampliación del equipo. El Corsair One i160 presenta una construcción que permite al usuario un fácil acceso al conjunto de componentes que lo forman, incluyendo desde el procesador hasta la tarjeta gráfica.

Es algo muy positivo y tiene mucho mérito, ya que lo habitual en equipos muy pequeños y compactos que recurren a soluciones de refrigeración líquida personalizadas es encontrarnos con importantes limitaciones a la hora de acceder a los componentes y de actualizarlos. Con el Corsair One i160 no tenemos que dar vueltas ni complicarnos retirando diferentes partes para llegar al procesador, a la RAM o a la gráfica, y esto es algo fantástico, ya que también facilita los mantenimientos básicos (cambio de pasta térmica) y las limpiezas de polvo.

A nivel externo nos encontramos con un diseño muy cuidado que combina unas marcadas líneas angulosas con pequeños toques circulares. El sobrio color negro hace que destaque especialmente la iluminación LED RGB del frontal, rompiendo un poco la seriedad del conjunto pero manteniendo un equilibrio perfecto, ya que no se pierde la elegancia natural del diseño.

En la galería que encontraréis justo debajo podéis ver el tamaño del Corsair One i160 y la Corsair iCUE 220T RGB Airflow, una semitorre que es de las más compactas y pequeñas que podemos encontrar actualmente en el mercado. Como os dije en el análisis tuve que ajustar la configuración para poder meter una GIGABYTE G1 980 Ti Gaming, así que imaginad la «magia» que ha hecho Corsair para montar una RTX 2080 Ti en un chasis que ofrece menos de la mitad de espacio que aquél.

Tras este primer vistazo estamos listos para entrar a ver las especificaciones clave del Corsair One i160, y a continuación pasaremos a contaros nuestra experiencia.

  • PC de alto rendimiento en formato mini-ITX.
  • Procesador: Core i9 9900K con 8 núcleos y 16 hilos a 3,6 GHz-5 GHz, modo normal y turbo.
  • Placa base: personalizada con chipset Intel Z370 para poder hacer overclock.
  • Memoria RAM: 32 GB de DDR4 Corsair Vengeance LPX a 2.666 MHz.
  • Tarjeta gráfica: GeForce RTX 2080 Ti con 11 GB de GDDR6.
  • Almacenamiento: unidad SSD PCIE NVME de 480 GB y HDD de 2 TB a 5.400 RPM.
  • Refrigeración: soluciones de refrigeración líquida AIO combinadas con un ventilador superior que sacar el aire caliente de la caja.
  • Conexiones frontales: dos puertos USB 3.1 Gen 1, un conector HDMI 2.0, jack de 3,5 mm.
  • Conexiones traseras: entrada PS / 2, dos puertos USB 2.0, un puerto USB 3.1 Gen 2 Type-C, un conector USB 3.1 Gen 2 Type-A, dos puertos USB 3.1 Gen 1, sonido Realtek ALC1220 7.1 y tres conectores DisplayPort.
  • Conectividad inalámbrica: Wi-Fi 5 (AC) 2×2 y Bluetooth.
  • Sistema operativo: Windows 10.
  • Fuente de alimentación: Corsair SF600 80 Plus Oro.
  • Medidas: 200 mm x 172,5 mm x 380 mm.
  • Peso: 7,38 kilogramos.

Corsair One i160: nuestra experiencia

Mira bien las especificaciones del Corsair One i160, y ahora echa un vistazo a las fotos donde comparamos su tamaño con el de un equipo montado en una semitorre Corsair iCUE 220T RGB Airflow. Es impresionante, ¿verdad? Ya anticipamos que Corsair había dado forma a algo muy grande manteniendo un tamaño muy pequeño, y como puedes ver no hemos exagerado.

El Corsair One i160 es un PC tope de gama que cuenta con una de las configuraciones más potentes que existen a día de hoy, y la integra en un chasis de 12 litros sin que las temperaturas sean un problema, y sin tener que renunciar a un fácil acceso a la mayoría de los componentes y a unas buenas opciones de ampliación, siempre teniendo en cuenta las limitaciones inherentes a un formato tan pequeño (no podemos pedirle peras al olmo).

La instalación y configuración del Corsair One i160 es muy sencilla, y su impacto en el escritorio es mínima, lo que significa que es capaz de encajar y de adaptarse sin problemas a cualquier rincón, y a cualquier espacio.

En la parte trasera tenemos una configuración bastante generosa de conectores y puertos, y también disponemos de conectores USB, jack y HDMI en la parte frontal. No es nada habitual encontrarnos con una salida HDMI en la parte delantera, y francamente creo que es el único error que ha cometido Corsair a nivel de diseño con el One i160, ya que si queremos conectar un monitor a través de dicha salida tenemos que llevar el cable hasta la zona delantera. No es grave, pero es un detalle que debemos tener en cuenta.

Como anticipamos la instalación del equipo no tiene misterio, basta con conectar los cables correspondientes y estamos listos para empezar a utilizarlo. Nada más encenderlo nos llevamos una grata sorpresa, y es que gracias a los sistemas de refrigeración líquida que ha integrado Corsair y al modo Zero RPM su funcionamiento es totalmente silencioso cuando realizamos tareas que no requieran de un alto nivel de rendimiento.

Al pasar largas jornadas de trabajo escribiendo en WordPress o trabajando con aplicaciones de ofimática el Corsair One i160 hace del silencio uno de sus valores más importantes. Sé lo que estáis pensando, ¿y qué pasa cuando empezamos a ejecutar juegos? Pues que los sistemas de refrigeración activa empiezan a trabajar y se dejan notar, pero gracias a la integración de un conjunto que combina refrigeración líquida y disipación por aire tenemos un sistema que es, en general, muy silencioso.

La integración del Corsair One i160 con el software iCUE es total, lo que nos permite monitorizar y controlar desde la iluminación LED RGB hasta el sistema de refrigeración y las temperaturas. El equipo viene acompañado, además, de una herramienta integrada de diagnóstico que facilita la gestión y el seguimiento del estado de los componentes más importantes del equipo. Buen trabajo por parte de Corsair en este sentido.

Pruebas de rendimiento del Corsair One i160

Las especificaciones del Corsair One i160 ya dejaban claro que estábamos ante un PC tope de gama, pero condensar esa potencia en un espacio tan pequeño supone todo un desafío que no es nada fácil de superar, sobre todo teniendo en cuenta el impacto que las temperaturas de trabajo pueden tener en la CPU y la GPU.

El Core i9 9900K es conocido por ser un procesador potente, pero también por alcanzar temperaturas altas si no se acompaña de un buen disipador. La solución de refrigeración que ha utilizado Corsair en este equipo permite que tanto el procesador como la tarjeta gráfica desarrollen todo su potencial, manteniendo en todo momento unos niveles muy buenos que aseguran un funcionamiento óptimo y una larga vida útil.

Más adelante os dejaremos los valores que hemos obtenido a nivel de temperaturas durante nuestras pruebas. Antes de llegar a ese punto vamos a proceder a ver los resultados de las pruebas de rendimiento que hemos utilizado para ver qué es capaz de ofrecer el Corsair One i160.

Rendimiento CPU

Los valores que alcanza el Corsair One i160 son muy buenos. Para que os hagáis una idea el Ryzen 7 2700X de AMD, que suma 8 núcleos y 16 hilos, logra medias de 180 puntos y 1.560 puntos en Cinebench R15 (monohilo y multihilo, respectivamente).

Rendimiento SSD

Cómo podemos ver la unidad SSD está a la altura de lo esperado. Ofrece unos valores muy buenos y se complementa a la perfección con la unidad de almacenamiento HDD de 2 TB que, como dijimos, funciona a 5.400 RPM.

Rendimiento en juegos

El Corsair One i160 es un equipo que está preparado para ofrecer una experiencia de juego óptima tanto en resoluciones 1080p como en 1440p y 2160p (4K). Su rendimiento es, como vemos, excelente, y su tarjeta gráfica RTX 2080 Ti soporta las últimas tecnologías del sector, DLSS y trazado de rayos, lo que significa que está preparado para afrontar con garantías la transición que vamos a vivir cuando se produzca la llegada de la próxima generación de consolas.

Temperaturas de trabajo

Como anticipamos el sistema de refrigeración que ha integrado Corsair en el One i160 hace un trabajo excelente, ya que las temperaturas de trabajo se mantienen en niveles muy buenos, tanto que incluso tendríamos margen para hacer overclock al procesador y a la tarjeta gráfica.

Notas finales: el buen perfume viene en frascos pequeños

El Corsair One i160 es un equipo pequeño por fuera, pero grande por dentro. Su potente configuración de hardware lo convierte en un PC gaming que es capaz de mover cualquier juego actual en 4K con todas las garantías, y que alcanza tasas de FPS muy elevadas en resoluciones 1080p y 1440p.

Esto quiere decir que es una opción viable tanto para jugar en 4K como para disfrutar de monitores con altas tasas de refresco en resoluciones 1080p y 1440p. Si lo acompañamos de un monitor de calidad compatible con G-Sync habremos creado una configuración de ensueño.

Su rendimiento es excelente, y sus temperaturas también. Ver un equipo tan pequeño con unos componentes de este nivel «asusta» al principio, pero el sistema de refrigeración integrado cumple de sobra y hace que las temperaturas de trabajo se mantengan siempre bajo control, lo que permite al Corsair One i160 desarrollar todo su potencial sin importar las horas de uso que le dediquemos.

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Los mantenimientos son, como indicamos al principio, muy sencillos gracias al diseño del Corsair One i160. Es fácil acceder a los componentes más importantes, y algo tan básico como limpiar el polvo acumulado o cambiar la pasta térmica no nos llevará más de unos minutos. Pero esto no es todo, las ampliaciones de componentes también son bastante sencillas, algo muy importante y muy interesante, sobre todo teniendo en cuenta el tamaño de este equipo.

No hay duda de que el Corsair One i160 es uno de los mejores equipos que podemos encontrar en su categoría (y en su gama), pero esto no quiere decir que sea perfecto. Personalmente creo que hay tres claves que tienen un cierto margen de mejora. La primera es el conector HDMI en el frontal, que debería haber quedado relegado a la parte trasera; la segunda es, sin duda, el SSD, que ofrece un alto rendimiento pero sus 480 GB se quedan «cortos»; y por último el HDD de 2 TB, que evita que la capacidad de almacenamiento sea un problema, pero tiene un rendimiento muy limitado.

En cuanto al precio debemos recordar que solo la RTX 2080 Ti, el Core i9 9900K y una placa base Z370 mini-ITX de calidad ya nos costarían entre 1.800 y 1.900 euros. Si añadimos el coste del resto de componentes y vemos el trabajo de ingeniería y de montaje que hay detrás del Corsair One i160 nos daremos cuenta de que su precio está totalmente justificado. Es caro, pero vale lo que cuesta.

El modelo que hemos analizado tiene un precio en la web oficial de Corsair de 3.699,99 euros.

Valoración final
9.2 NOTA
NOS GUSTA
Rendimiento
Temperaturas
Diseño atractivo
Estructura interna
Compacto y silencioso
A MEJORAR
Tamaño del SSD
Rendimiento del HDD
HDMI en el frontal
RESUMEN
El Corsair One i160 es un equipo pequeño y compacto, pero muy potente. Si buscas un PC que te permita jugar con garantías en 4K sin tener que renunciar a un buen diseño y a un tamaño contenido no lo dudes, es una de las mejores opciones del mercado.
Diseño y acabados9.5
Características9.5
Rendimiento9.5
Posibilidades de ampliación8.5
Calidad/Precio9

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