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Análisis

Tesla Model Y, posteridad

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Tesla Model Y

I can boogie, boogie woogie all night long Baccara (Yes Sir, I Can Boogie, 1977)

Las 9:25. La aplicación DontRunAlone despierta al móvil de Susana con un timbre característico. Al mismo tiempo en la agenda personal salta el aviso que muestra en pantalla «Correr con Alicia» mientras que en el calendario del trabajo otro aviso miente desde hace ya 25 minutos: «reunión cliente». Dos veces por semana Susana deja su papel de ejecutiva despiadada para enfundarse las mallas y correr con su amiga Alicia, ejecutiva despiadada de Sidney que ha salido de su trabajo y se ha metido en el gimnasio para cambiarse también pero a más de 17.000 kilómetros de distancia. La aplicación les facilita un canal de comunicación con la lista de canciones que han elegido como música de fondo. Pero aparte de los grandes éxitos ochenteros lo que más anhela Susana es la charla. Poder compartir las pequeñas anécdotas del día a día, pero desde hace algún tiempo también las grandes confesiones como la renuncia a ser madre o la mala conciencia por tener desatendidos sus padres o su vida emocional. Susana recorre las calles del centro de Madrid casi despobladas. Se deteniene de vez en cuando para un selfie cómplice en algún lugar emblemático que DontRunAlone se ocupa de hacer llegar a Alicia inmediatamente.

Como respuesta en la pantalla aparece un espectacular atardecer en el puente de Sidney desde la pasarela peatonal con una Alicia con su inconfundible cinta del pelo que ya ha empezado empapar de sudor. «No te pases con el ritmo» le comenta Susana mientras baja la calle de Alcalá «que luego te arrepientes». La aplicación traduce de forma simultánea, pero no necesita hacerlo con la risa sincera de Alicia que llega a los auriculares. Entonces Susana se detiene en un banco cerca de la plaza de Neptuno y su tono cambia. «¿Recibiste las flores Alicia?» silencio. «Sí» contesta al rato desde Sidney con algo de retraso, mayor al achacable al sistema de traducción. «Voy a ir a verte» confiesa entonces Susana. Otra pausa algo más larga «Lo se. Lo decías en la tarjeta. Pero no». «¿Cómo? ¿Qué quieres decir? Alicia, lo que siento por ti…» entonces si que Alicia contesta rápidamente «… no es real Susana. Yo… no soy real.» Desde California una avanzada inteligencia artificial propiedad de DontRunAlone se dispone a buscar el tono adecuado para consolar a Susana mientras se ocupa de anular sus reservas de vuelo y genera el montaje con el rostro apenado de la falsa Alicia con el fondo del edificio de la ópera.

El Tesla Model Y es el último en llegar del catálogo 100% eléctrico que ofrece el fabricante americano. Al estilo del Model X, se trata de la versión SUV de la berlina model 3 (que no pudo llamarse model E por determinadas circunstancias) por lo que comparte muchos elementos del modelo que pudimos probar en su momento. Viene a competir en un mercado, el de los SUV eléctricos de tamaño mediano, en el que cada vez los fabricantes van lanzando más alternativas. Con el model 3 comparte versiones y características técnicas, aunque varían como es lógico las dimensiones y el peso y por lo tanto otros datos como el consumo.

Tesla Model Y

Modelo analizado Tesla Model Y
Motor y acabado Tracción integral Gran autonomía
Potencia 351 CV (256 CV eje trasero 200 CV eje delantero)
Velocidad máxima 217 Kmh
Aceleración o-100 5,1 s
Largo/ancho/alto 4751/1921/1624 mm
Potencia máxima RPM 351 CV
Par máximo Nm/RPM No disponible
Caja de cambios Automática
Web https://www.tesla.com/
Precio 64.000 euros (antes de ayudas y descuentos)

Es un nuevo paso en la expansión de la gama de Tesla, que además busca internacionalizar la producción ya que este modelo empezará a fabricarse también en las nuevas fábricas de Alemania y China. Aunque como hemos apuntado se trata de una versión del Model 3 con carrocería SUV, hay algunos cambios con respecto a éste como la adopción de una bomba de calor para el sistema de climatización que consigue reducir el consumo eléctrico de forma importante cuando funciona la calefacción.

La última letra

Con este nuevo modelo el fabricante californiano también ha introducido cambios en su cadena de ensamblaje al simplificar el montaje de algunos elementos mediante la adopción de piezas más sencillas. Tal es así con el elemento de la parte trasera del chasis del coche que pasa de tener hasta 70 piezas diferentes en el Model 3 a solamente dos en este Model Y. Este cambio supone un abaratamiento de los costes de producción y se irá adoptando para más elementos tanto para el Model Y como para el resto de la gama.

Las versiones del Model Y disponibles en nuestro país son la llamada «Gran autonomía» (que es la que hemos tenido ocasión de probar), con dos motores que rinden 351 caballos y una batería de 75 kWh para una autonomía homologada de 507 kilómetros, y la versión «performance» también de dos motores que suman en este caso 480 caballos con la misma batería pero con una autonomía de 480 kilómetros. En el futuro se espera una versión más asequible con solamente un motor y versiones de siete plazas para toda la gama.

El diseño de este Model Y sigue las mismas directices que el de sus antecesores, buscando unas líneas limpias y aerodinámicas para ofrecer una imagen moderna a la vez que se obtiene la máxima eficiencia energética y consumos bajos. En esa búsqueda y tal y como ocurre con el resto de modelos se han aportado detalles como las manillas integradas en las puertas (que se sacan pulsando sobre una parte de las mismas como en el Model 3 que tuvimos ocasión de probar) o el diseño especial de las llantas o de los limpiaparabrisas.

Elementos compartidos

Con su versión berlina comparte otros elementos como los faros y los grupos ópticos traseros lo que le otorga un aire de familia inconfundible a pesar de disponer de una carrocería más elevada. Es una elección curiosa que no coincide con la que adoptan otros fabricantes que optan por dar un aspecto totalmente distinto a las versiones SUV de sus modelos berlina. Una vez más se trata de racionalizar al máximo la producción de los vehículos para contener los costes.

Esta línea aerodinámica del Model Y le da un aire muy alejado de las líneas de un todoterreno aunque con unas dimensiones generosas que prometen una buena habitabilidad. Con respecto al Model 3 ganaremos además en superficie acristalada y en comodidad para acceder al interior del coche gracias a unas puertas que, aunque no pudieron ser de apertura de ala de gaviota  como en el Model X a pesar de lo anticipado por Elon Musk, tienen un tamaño generoso.

El diseño del interior del Tesla Model Y sigue el espíritu de sencillez y minimalismo que ya hemos visto en otros modelos de la marca y que en el caso de este modelo y del Model 3 llega a su extremo con la consabida eliminación de los indicadores tras el volante así como la ausencia de boquillas para la climatización que se han sustituido por una ranura que recorre todo el salpicadero y que dispone de elementos motorizados para dirigir el flujo del aire.

Interior familiar

En general el interior es prácticamente idéntico que el que pudimos ver en el Model 3, ningún botón a la vista y una pantalla de 15 pulgadas colocada verticalmente en el centro del salpicadero que es donde tendremos toda la información del funcionamiento del coche. También en este caso hemos notado cómo los acabados han madurado, con buenos remates en puntos conflictivos. Los asientos delanteros tienen la misma configuración que la que encontramos en el Model 3 con los peculiares reposacabezas integrados en los mismos y un bien diseño envolvente (necesario dadas las prestaciones del coche).

La mayor superficie acristalada se deja notar en la cantidad de luz que entra en el habitáculo y le da mayor sensación de amplitud. También mayor es la superficie del techo solar que sustituye prácticamente por completo al techo tradicional y que añade aún más luz. No hemos podido probar a conciencia la eficacia del filtro que ha sido aplicado al mismo para apantallar la radiación térmica de los rayos de sol pero en días soleados no hemos notado un aumento de temperatura demasiado considerable y lo cierto es que la sensación de amplitud y el factor diseño son dos puntos a favor difíciles de discutir.

Como ya apuntamos para el Model 3 prácticamente la totalidad de las funciones del coche se controlan desde la pantalla. Solamente disponemos de dos botones / diales en el volante para funciones básicas como activar el reconocimiento de voz o manejar el volumen del audio. Tras el volante encontramos las palancas tradicionales para activar las flechas de cambio de dirección y conectar el sistema de conducción semiautomática o Autopilot como lo denomina Tesla.

Pantalla de control

Como hemos apuntado el resto de funciones se controlan desde la pantalla. Después de la útima actualización (que se realizó la noche siguiente a la que recogimos el coche) además de las funciones y aplicaciones que ya vimos en el Tesla Model 3 (y que incluían por ejemplo la posibilidad de disfrutar de contenido de Netflix con el coche parado o de un Karaoke) se han incorporado algunas características útiles como una mejora de la cámara de ángulo muerto que se activa al pulsar el intermitente, una simplificación generalizada de los controles o el acceso a la cámara en tiempo real en modo centinela.

Entre las funciones actualizadas menos «serias» encontramos un nuevo juego de Sonic, la incorporación de la aplicación Tik Tok la posibilidad de que el coche realice un espectáculo de luces sincronizados con música. Otra actualización sorprendente es la posibilidad de que el coche active el altavoz que dispone en el exterior obligatorio para emitir un sonido de aviso a los peatones para reproducir música convirtiendo el Model Y en un imponente altavoz «portátil».

Por lo demás esta disposición de los controles y el diseño del salpicadero presenta las mismas ventajas e inconvenientes que en el Model 3. La pantalla de 15 pulgadas tiene buena calidad de imagen y los contoles táctiles funcionan muy bien. Con respecto a modelos de la competencia responde con mayor rapidez aunque hay que tener en cuenta que sobre sus espaldas recae el control de muchas funciones básicas del coche por lo que es inevitable que sea así.

Mejoras de software

Con la última mejora también se han introducido mayores posibilidades de personalización lo cual ayuda mucho a controlar ciertas funciones del coche que a veces se encuentran ocultas y hay que encontrar abriendo menú tras menú lo cual no deja de ser engorroso, sobre todo si se trata de una función que utilizamos a menudo. Por lo demás ya nos vamos acostumbrando a la ausencia de indicadores bajo nuestra mirada al conducir y lo cierto es que tras una adaptación no libre de traumas para conductores «experimentados» se conduce más relajado.

La impresión es que apartamos la mirada menos de lo esperado de la carretera y ese aumento de campo de visión conjuntamente con una posición de conducción más elevada en este Model Y hacen que tengamos más control sobre lo que sucede sobre el asfalto, que al fin y al cabo es lo más importante a la hora de ponerse al volante. No queremos decir que abracemos esta conversión a la eliminación de los indicadores, pero sí podemos decir que es una opción que no nos desagrada para nada y que no creemos, por nuestra experiencia, que añada un grado alto de factor de riesgo a la conducción.

En la parte trasera se ha ganado mucho en habitabilidad con respecto al Model 3. El aumento de altura de la carrocería, que también crece en longitud pero apenas seis centímetros, se hace notar cuando accedemos al interior del coche ya que el espacio que dejan las puertas y la altura del coche, 9 centímetros más que el Model 3, permiten entrar de forma muy cómoda. Una vez dentro la altura, esta vez de la carrocería, se deja notar también en el espacio que tenemos para la cabeza.

Más espacio para… los pies

Una ventaja no pequeña con respecto al Model 3 es que los asientos delanteros van montados más altos y es posible meter los pies debajo de ellos más cómodamente si estamos sentados en los asientos de atrás. Como ya apuntamos en otros coches eléctricos la ausencia del túnel de transmisión deja un suelo prácticamente plano por lo que la plaza central es igual de cómoda que la de los laterales. Sin embargo la anchura del Model Y es idéntica a la del Model 3 por lo que tres personas no viajarán cómodas, por lo menos tres adultos.

Otras comodidades de las plazas traseras son el reposabrazos central con posavasos, dos tomas USBC para la carga de dispositivos y asientos con ajuste de inclinación. Curiosamente disponen de salida de ventilación, pero en este caso con las tradicionales boquillas de plástico con ajuste manual que quedan un poco anacrónicas observando el sistema «invisible» de distribución de aire que, como ya hemos comentado, sirve a las plazas delanteras.

En lo que respecta a los maleteros el Model Y también presenta ventajas con respecto a su versión berlina. El maletero en este caso tiene una capacidad mucho mayor por la altura. Según el fabricante puede contener hasta 854 litros pero hay que tener en cuenta que este maletero tiene un diseño distinto al tradicional y no dispone de cobertura como en los SUV de la competencia y éstos miden la capacidad hasta donde se coloca dicha cobertura.

Mejor maletero

Con respecto al Model 3 también ganamos en acceso al maletero garcias al amplio portón y la superficie de carga bastante baja. Las formas son regulares y muy aprovechables con un doble fondo y mandos para abatir los asientos sin necesidad de acceder al interior del coche por las puertas traseras. Igual que en los otros modelos de Tesla la ausencia del motor térmico permite la colocación de un segundo maletero en la parte frontal de 117 litros, la misma que en el Model 3.

En lo que respecta a las «modernidades» de Tesla el Model Y dispone de las funciones que ya hemos comentado en test anteriores como la posibilidad de controlar varias funciones del coche a través de una aplicación móvil que permite incluso (bajo ciertas circustancias) que el coche avance de forma independiente en un parking para «venir a buscarnos», controlar la carga o activar la climatización así como que pueda ser utilizado como llave.

No hemos notado grandes avances en el sistema de «Autopilot» y seguimos creyendo que queda bastante camino hasta que sea posible utilizarlo como un verdadero sistema de conducción autónoma. Aún influye demasiado el estado de las líneas de la carretera y otros factores para que podamos confiar el volante de forma total. Aún así en nuestras pruebas hemos podido comprobar que funciona como un control de crucero muy avanzado al que puntualmente podemos dejar el control, siempre con las manos en el volante para estar dispuestos a intervenir.

Al volante del Model Y

Hace ya tiempo que probamos modelos de Tesla y la sensación siempre ha sido la misma, una impresión que se puede resumir en tres palabras: potencia infinita inmediata. Obviamente no se trata de una reserva infinita de potencia pero cuando pisamos el acelerador en cualquier circunstancia esa es la impresión, que el empuje no se va a acabar nunca (llegamos mucho antes al límite del sentido común y/o de las normas de tráfico). ¿Será lo mismo con este Model Y?

Aunque estamos ante un coche más pesado (unos 200 kg más) y con una aerodinámica perjudicada por la carrocería tipo SUV, al volante del Model Y no hemos notado demasiadas diferencias de comportamiento con respecto al Model 3. Sobre el papel los mismos 351 caballos consiguen acelerar de o a 100 kilómetros por hora en 5,1 segundos frente a los 4,4 del Model 3 con las mismas características. Al volante nosotros no hemos podido percibir esa diferencia en aceleración y la sensación es la misma que hemos comentado: potencia infinita inmediata.

No es la misma sensación de despegue de nave espacial que experimentamos al probar los Tesla de mayor potencia, pero sigue siendo emocionante disponer de un vehículo con esa respuesta al acelerador. Además el comportamiento del coche no se ve para nada pejudicado por la altura de la carrocería y en carreteras viradas a buen ritmo sigue proporcionando esa gran sensación de adherencia que experimentamos con el Model 3 que pudimos probar.

El centro de gravedad

El secreto, como siempre, es que el centro de gravedad del coche sigue siendo muy bajo porque la mayoría de la masa la proporcionan los módulos de las baterías que se encuentran bajo el suelo. En ciudad tendremos todas las buenos argumentos de los mejores coches eléctricos con una gran suavidad de marcha, buena insonorización (incluso nos parece algo mejor que la del Model 3) y bajos consumos para una conducción relajada.

Como hemos apuntado para otros modelos de Tesla, los coches de esta marca son además los más adecuados para viajar, no solamente por la autonomía (en este caso los mencionados y nada desdeñables 507 kilómetros) sino por la presencia de los supercargadores de la marca que en el caso de este Model Y permiten repostar carga eléctrica de las baterías. Con una potencia de carga de 120 kW podremos cargar de 0 a 45% la batería del Model Y en algo más de 20 minutos y proseguir nuestro viaje.

Aunque hemos dicho que las prestaciones en general del Model Y pueden considerarse análogas a las del Model 3, no es así con el consumo. No en vano con la misma batería la cifra homologada de autonomía para el mismo sistema de propulsión y baterías es de 507 kilómetros para el Model y y de nada menos que 602 para el Model 3. En nuestras pruebas los consumos sí se han mostrado muy dispares, pero sobre todo en carretera. En ciudad la diferencia no es tan grande, sobre todo porque a baja velocidad la aerodinámica no influye de forma tan importante.

Conclusiones

El Model Y es una versión SUV del Tesla Model 3 realmente interesante, con mejoras en habitabilidad, visibilidad, acceso al interior, capacidad del maletero y en general todos los puntos que se espera mejorar con una carrocería más grande y elevada. Se han mantenido sin embargo las bondades del Model 3 en cuanto a comportamiento y aceleración con unas sensaciones al volante que es difícil encontrar en modelos con esta carrocería a menos que sean eléctricos (como el Mustang Match-e de Ford o el Kia EV-6) o declaradamente deportivos.

Nos ha gustado mucho ese plus de sensación de espacio que dan las superficies acristaladas más grandes y también el comprobar las mejoras que va introduciendo Tesla con las actualizaciones (algunas más lúdicas, otras más prácticas). Dentro de los peajes a pagar está el del consumo, que es un factor a tener en cuenta sobre todo si viajamos mucho y queremos primar la autonomía frente a la comodidad y el espacio. Por lo demás un Tesla con todas las sensaciones de sus compañeros de catálogo que va mejorando en acabados y funcionalidades.

Valoración final
8.4 NOTA
NOS GUSTA
Excelentes prestaciones
Buena habitabilidad
Confort de marcha
A MEJORAR
Anchura en las plazas posteriores
Consumo superior al Model 3
RESUMEN
El Tesla Model Y ofrece prácticamente todas las prestaciones y características del Model 3 con una habitabilidad y capacidad de carga muy superior. A mejorar el consumo y algo más de espacio en anchura para las plazas posteriores.
Prestaciones9
Diseño8.5
Consumo7
Confort8.5
Sistema de infoentretenimiento9

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