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Análisis

Xerox ColorQube 8870

Esta impresora de tinta sólida de Xerox destaca por su calidad de impresión, la duración de sus pastillas de tinta y la robustez del sistema. El único «pero» es el precio, por encima de los 2.000 euros, el doble de lo que cuesta una láser. A cambio, disfrutamos de una impresora con la velocidad de una láser -hasta 40 páginas por minuto- y la calidad de la mejor de inyección con un coste por página bastante competitivo. Sin duda una elección de lo más interesante.

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Esta impresora de tinta sólida de Xerox destaca por su calidad de impresión, la duración de sus pastillas de tinta y la robustez del sistema. El único «pero» es el precio, por encima de los 2.000 euros, el doble de lo que cuesta una láser. A cambio, disfrutamos de una impresora con la velocidad de una láser -hasta 40 páginas por minuto- y la calidad de la mejor de inyección con un coste por página bastante competitivo. Sin duda, la Xerox ColorQube 8870 es una elección de lo más interesante.

 

 

La Xerox ColorQube 8870 es una impresora de tinta sólida capaz de contentar a los más exquisitos con el color.

 

Xerox se ha ganado un nombre propio en la historia reciente de la informática por sus soluciones de impresión. Tiene fama de ser como el BMW de la impresión frente a la competitividad y los precios de los fabricantes nipones. Sobre todo, su fama se extiende en el entorno empresarial de las grandes corporaciones. Este saber hacer en entornos muy exigentes en lo que a calidad, ecología y economía respecta, lo está trasladando la compañía a entornos más pyme con productos como el que nos ocupa: la Xerox ColorQube 8870.

 

Este dispositivo, por sus características, va enfocado a este colectivo de mediano tamaño y necesidades. Diseñada para cargas de trabajo de hasta 15.000 páginas/mes, velocidades de 40 páginas por minuto en blanco y negro o color, impresión dúplex (clave para una política ecológica en el entorno de la empresa), posibilidad de acoplar un segundo cargador de papel… la Xerox ColorQube 8870 no defrauda.También su precio es acorde con estas prestaciones superando los 2.000 euros.

 

 

 

El frontal es austero pero de calidad. Se echa en falta un display más atractivo.

 

Su instalación es muy simple siguiendo los pasos documentados por Xerox. Opera sin problemas tanto en entornos Windows como Mac o Linux. Puede conectarse a una red vía Ethernet o a través del conector USB. Trata con todo tipo de papeles -incluso cartulinas o satinados- y su calidad de impresión es espectacular.

 

Y es que lo que más llama la atención de este modelo de Xerox es su sistema de impresión a través de cartuchos de tinta sólida que ofertan una calidad de impresión increible, casi comparable a la de los mejores sistemas de inyección fotográfico pero con la velocidad y la economía de las láser. La resolución ofertada es de 2.400 puntos.

 

 

Acceder al interior de la Xerox ColorQube 8870 es muy fácil. En su interior se esconden los depósitos de las pastillas de tinta.

 

Ficha técnica

La tinta sólida, «inventada» por Xerox en 1991 y utilizada en exclusiva por este fabricante, permite abaratar la impresión de cólor en volúmenes medios y sobre todo mejorar la calidad. Este sistema emplea barras sólidas (o bloques) de tinta manejables, no tóxicas, en lugar de cartuchos de tinta líquida o tóner. Estos bloques se funden instantes antes de entrar en impresión. Las pastillas pueden ser de 1.000 o 2.300 páginas y destacan por su facilidad de instalación y porque no manchan. La tinta sólida es fácil de usar, permite obtener una calidad de impresión en color increíble, es rentable y muy respetuosa con el medio ambiente.

 

Este sistema también facilita el mantenimiento de la máquina. Tan sólo hay que recoger los «desperdicios» de la tinta ya usada y solidificada de un tanque cada diez/quince días, dependiendo del uso. Además, según el fabricante, es mucho más ecológica: tienen hasta un 30% menos de demanda energética en todo el ciclo de vida y un 30% menos de emisiones de carbono en comparación con las impresoras láser.

 

 

 

Aspecto de los bloques de tinta usados por Xerox.

 

 

Uno de los puntos a mejorar es la austeridad del panel de mandos. Eficaz pero sin efectos especiales. Un led y 7 botones. Nada de color ni displays de cuatro pulgadas como estilan los fabricantes de inyección.Eso sí cumple con su cometido, nos informa del estado de los consumibles, impresiones realizadas…. Otra cosa que no nos ha gustado ha sido el ruido. Cada vez que se lanza a imprimir hace una serie de ruedos mecánicos que rompen la paz de la oficina. Recomendamos, si se imprime mucho, aislarla a un rincón o pasillo solitario.

 

 

En definitiva, una impresora para los exquisitos del color que no defrauda. Su versatilidad en el tratamiento de papel es amplia y su capacidad dúplex un plus. Consume menos que una láser y además es más ecológica. Su única barrera es el precio: como hemos dicho poco más de 2.000 euros.

 

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