Conecta con nosotros

Análisis

Videocámara Canon HG21

La alta definición cada vez está más presente en nuestra «vida digital». Las cámaras de vídeo que graban en HD son más asequibles y fáciles de usar. La Canon HG21 que analizamos es una buena muestra de ello: potente, compacta y muy fácil de usar. Su disco duro de 120 Gbytes nos permitirá guardar hasta 45 horas de vídeo y un nuevo sistema de autoenfoque desarrollado en exclusiva por Canon logra resultados espectaculares.

Publicado

el

La alta definición cada vez esta más presente en nuestra «vida digital« y todo apunta a que ha llegado para quedarse. Hoy día cualquier cámara compacta nueva supera los 10 megapíxeles, las pantallas de televisión de alta defición cada vez son más económicas y desde hace tiempo las consolas de última generación nos ofrecen gráficos de alta resolución.

 

Uno de los últimos dispositivos en «subirse al carro» han sido las videocámaras dirigidas al mercado de consumo. Sin embargo, son ya varios los modelos que graban en alta definición y la videocámara que analizamos es una de las más interesantes del mercado. Veamos en profundidad qué nos ofrece.

 

 

Un diseño atractivo y práctico

 

Los primeros instantes con la Canon HG21 en las manos han sido sorprendentes. Sorprende, en primer lugar, su tamaño realmente compacto y su peso (menos de medio kilo). Es perfecta para llevar a cualquier parte. Las fotos no hacen justicia y no podemos más que alabar el diseño de la videocámara. Los materiales utilizados son de gran calidad y los tonos negros y metálicos le confieren un aspecto profesional muy atractivo.

 


La óptica es sensacional. A la izquierda vemos el sensor AF y el flash.

 

Gran parte del frontal esta presidido por el objetivo, con una óptica de 12 aumentos (42,9-514.8mm) y un sensor del sistema de autoenfoque. Canon ha incluido un flash y un micrófono esteréo en la parte inferior.

 

Los laterales no tienen ningún botón a la vista y están diseñados para que el agarre sea lo más confortable posible. Ya anticipamos que lo consiguen. El disco duro de 120 Gbytes de capacidad está alojado en la parte derecha (justo bajo la banda de sujeción). La única forma de saberlo es viendo el logotipo porque ni vibra ni hace ruido alguno. El sistema de aislamiento es sensacional y tan sólo notaremos un leve ronroneo cuando carga algún vídeo pesado.

 

Dos tapas muy bien disimuladas cubren los puertos de conexión de la HG21. Encontraremos una salida de audio estéreo, una por componentes y una entrada de micrófono por si queremos conectarle uno externo. En la parte trasera Canon ha optado por el cada vez más práctica, HDMI.

 


La pantalla LCD no es lo mejor de la Canon HG21.

 

En el lateral izquierdo encontraremos una pantalla TFT de 2,7 pulgadas y 211.000 píxeles. Cumple su función pero no es el punto fuerte de la cámara. Es totalmente orientable y tiene botones para controlar la reproducción y un joystick para navegar por los menús de control.

 

Para el control de las funciones más básicas se ha optado por el clásico jog-dial en su parte posterior, al alcance del dedo pulgar. Encontraremos también un botón que activa el visor óptico. El alojamiento de la batería esta mejor resuelto que en otros modelos y no sobresale de la cámara sino que se integra en el chasis sin perjudicar a la ergonomía del dispositivo.

 

La batería esta muy bien integrada en el cuerpo de la cámara.

 

El kit que incluye Canon con la videocámara es muy completo. Mando a distancia , batería recargable, el cable de alimentación, uno por componentes, un cable USB y un completo manual de 134 páginas. El apartado de software también está bien cubierto. Para Windows incluye, además de los drivers, el programa ZoomBrowser EX 6.1 y el editor de video de Pixela, ImageMixer 3. Para Mac OS X sí se han quedado más cortos, incluyendo el editor fotográfico ImageBrowser 6.1 aunque los usuarios están bien cubiertos en este sentido con el software que incluye Apple con sus equipos (iLife) o con soluciones como Final Cut Express.

 

 

Luces, cámara… ¡acción!

 

La Canon HG21 tiene un sensor CMOS de 3,3 megapíxeles capaz de capturar vídeo a alta defición (1.920 x 1.080i). Los sensores CMOS de alta calidad son muy utilizados en esta clase de cámaras en lugar de los CCD, sobre todo porque producen menos ruido y mantienen la calidad de grabación incluso en condiciones de luz poco favorables.

 

Grabando a máxima calidad cada segundo de vídeo ocupa 24 megabits por segundo. Con el disco duro de 120 Gbytes que incluye la HG21 podemos llegar a las 11 horas de grabación. Si bajamos la calidad alcanzaremos hasta 45 horas pero es muy recomendable aprovechar al máximo sus posibilidades (sobre todo con vistas al proceso de edición posterior). Para grabar vídeo HD en tarjeta de memoria es necesario instalar una SDCH de clase 4 o superior (no incluida).

 

El apartado fotográfico suele ser poco más que anecdótico en este tipo de dispositivos. La Canon puede hacer fotos de hasta 3 megapíxeles (resolución 2.048 x 1.536) y cuenta con un autoenfoque de nueve puntos. En la práctica, la fidelidad del color (sobre todo con los tonos más cálidos) no es demasiado buena y cuando la luz no acompaña no obtendremos resultados espectaculares. No obstante, puede servir sacar fotos de forma ocasional que podemos imprimir hasta en 10 x 15 con calidad razonable.

 

En la puesta en marcha se nota el cuidado de Canon por hacer la cámara accesible a cualquier usuario. El autoenfoque y el estabilizador de imagen incorporados funcionan realmente bien permitiendo obtener buenos resultados desde el primer momento. En menos de 3 segundos está lista para trabajar, una velocidad notable para una cámara con disco duro.

 

Podemos activar el modo «Easy» con solo pulsar un botón.

 

El modo «easy» es fantástico para ponerse a grabar sin complicaciones. Tanto si estamos en movimiento, como si hacemos zoom o giramos de forma repentina el autoenfoque responde rapidísimo y el resultado es muy satisfactorio. Sorprende el gran trabajo de Canon en este apartado. El siguiente paso para los usuarios más noveles es seleccionar uno de los modos escena predefinidos. Deportes, museos, nocturno… son muy fáciles de encontrar y los ajustes automáticos son correctos.

 

Para aprovechar realmente la Canon HG21 es casi obligatorio pasar al modo manual y explotar todas sus posibilidades. El menú se ha rediseñado y ahora es más intuitivo y fácil que usar. Opciones como el balance de blancos o el acceso a las escenas predefinidas están a un par de clics. Además del menú completo, al que se accede pulsando un botón de la pantalla LCD, tenemos otro más simple que se maneja con el joystick y que nos ofrece las cuatro opciones que más se usan: modo de grabación, enfoque, exposición y ajustes de micrófono.

La interfaz es amigable e intuitiva.

 

La Canon HG21 también puede grabar a 30 o 24 frames por segundo para darle un aspecto cinematográfico a nuestros vídeos. El resultado es interesante aunque si tenemos conocimientos y software de edición es más recomendable capturar al máximo de velocidad y calidad.  Después podemos procesarlo con el ordenador para obtener el resultado que queramos.

 

Para visualizar nuestros videos nada mejor que conectarla directamente por su puerto HDMI a una pantalla de alta definición. El resultado es muy bueno, a la altura de otras cámaras full HD de este rango de precios: colores muy vivos, gran nitidez y muy buena luminosidad. Apenas se aprecia ruido, incluso cuando las condiciones de luz no acompañan (en este punto tiene mucho que ver la calidad de la óptica Canon). Queremos destacar la calidad del sonido que captura. El micrófono estéreo funciona muy bien y podemos controlar el nivel de entrada de audio desde el menú principal (ademas de conectarle un microfóno externo por el puerto que incluye).

Si queremos usar la Canon para grabar de noche o en entornos con poca luz será necesario instalarle una antorcha (afortunadamentente la cámara cuenta con una zapata para estos casos) o proveernos de iluminación externa. Como suele ocurrir en este tipo de aparatos la presencia del flash es poco menos que testimonial.

 

Es importante recalcar que para trabajar con soltura en la edición de video HD es necesario un ordenador potente (fundamental un buen disco duro y al menos 2 Gbytes de memoria RAM). Al usar la conexión USB 2.0 en lugar de FireWire la transferencia de vídeos al PC tarda bastante y el manejo de archivos tan pesados requiere de un hardware a la altura. Si lo tenemos, la diversión y los buenos resultados están garantizados.

 

Otro punto negativo es la duración de la batería. El kit básico incluye una de iones de litio que nos duraba entre las 1,5 y 2 horas de grabación continua (dependiendo de la configuración y si usamos el LCD o el visor). El funcionamiento del disco duro penaliza claramente su autonomía (grabando en tarjetas y con el LCD cerrado mejoraremos estas cifras con facilidad). Canon ofrece una batería de larga duración de forma opcional que permite grabar durante 5,1 horas (datos del fabricante).

 

 

Conclusiones

 

La Canon HG21 es una cámara excelente. Nos ha gustado mucho la calidad de los materiales, el pequeño tamaño y el excepcional sistema de autoenfoque. La escasa duración de la batería hace casi obligatoria la compra de una adicional (junto a un cargador externo que no está includo en el kit).

 

Es un producto ideal para usuarios que quieran una videocámara fácil de usar pero con muchas posibilidades, una gran óptica y capacidad para guardar muchas horas de vídeo en la mejor calidad. Su precio, 1.499 euros, es similar a otras opciones del mercado y teniendo en cuenta la tecnología que incopora puede ser una muy buena compra si somos aficionados al vídeo.

 

Me encargo de traer innovación y nuevo negocio al grupo TPNET. Además colaboro en varios de nuestros sitios como MC y MCPRO.

Lo más leído