Be Quiet! Silent 800, análisis

Tras unos cuantos años ganándose merecida reputación como fabricante de fuentes de alimentación y soluciones de refrigeración para PC la firma alemana amplia horizontes y presenta su primer chasis: el nuevo Be Quiet! Silent Base 800. La hemos probado durante unos días y estas nuestras impresiones.

Be Quiet! entrega la caja en un voluminoso embalaje, debidamente protegida y acompañada de un completo kit de accesorios con todos los elementos necesarios para una instalación estándar: tornillería, bridas para conducir cables, soportes para discos duros de silicona naranja y un conciso pero completo manual de instrucciones.

La nueva Be Quiet! Silent Base 800 es un chasis construido en acero laminado de 9,7 mm. con paneles de plástico ABS y unas generosas dimensiones de 230 x 542 x 495 milímetros (es algo más alta que la mayoría de cajas ATX, algo que debéis tener en cuenta a la hora de colocarla). Nuestro modelo de pruebas llevaba detalles en color naranja, ofreciendo una estética diferente y que marca la diferencia sin resultar estridente.

En un primer examen el producto de Be Quiet! revela un nivel de acabado sobresaliente, con un ensamblaje perfecto (no hay rebabas ni piezas suceptibles de deteriorarse con el paso del tiempo)  y detalles como la base, el sistema de filtros o las bahías para discos muy bien resueltos.

El discreto frontal oculta dos tapas (con capa asilante en el interior) que dan acceso a las cuatro bahías de 5,25″ (una más de lo habitual en este formato) y dos ventiradores Pure Wings 2 de 14 cm., protegidos por un filtro antipolvo extraíble y lavable; la función de estos elementos es generar un flujo de aire continuo que garantice la correcta refrigeración que lleva un PC de alta gama.

La parte trasera está presidida por un potente ventilador de 12 cm, tres orificios protegidos por lenguetas plásticas para conducción de cableado, una rejilla de ventilación pasiva y espacios tanto para la fuente como para las salidas de la placa y de los diferentes elementos que conectemos a ella. En la parte inferior hay una lengueta que libera el filtro de polvo inferior de forma sencilla y segura.

La Be Quiet! Silent Base 800 incluye unas patas que la elevan unos centímetros del suelo, permitiendo la circulación del aire por el inferior y que la dañemos al moverla. Además, incluyen cuatro puntos de apoyo de goma blanda que se encargan de absorber las inevitables vibraciones que generarán los ventiladores y otros componentes del equipo y garantizan un funcionamiento más silencioso.

La tapa superior se ha resuelto con un botón de encendido iluminado por LED y un práctico panel de conexiones que ofrece cuatro puertos USB (dos de ellos 3.0) y los conectores de audio para auriculares y micrófono.

Un chasis para apasionados del buen hardware

El interior de la Be Quiet! Silent Base 800 es un espacio amplio y casi vacío lo que, en términos de hardware, es una gran noticia. La caja acepta todo tipo de formatos de placa (tenemos huecos para mini ITX, micro ATX y ATX) y ofrece un cuidado sistema para guiar cables del interior al panel lateral de forma sencilla, con el objetivo de realizar montajes lo más limpios posible y por donde el aire pueda circular sin obstáculos.

Las bahías (cuatro de 5,25″, siete de 3,5″ y cuatro de 2,5″) están montadas sobre módulos extraíbles, algo que resulta muy cómodo a la hora de montar; podemos instalar las unidades cómodamente fuera de la caja y luego instalar el modulo para conectar el cableado sin riesgos de roturas o de estopear algún conector.

Con este espacio interior, la Be Quiet! Silent Base 800 se perfila como una alternativa fantástica para ordenadores de alto rendimiento, incluso cuando se trata de montar tarjetas gráficas por encima de los 290 mm; se puede extraer el primer módulo de discos (seguimos teniendo cuatro bahías en los laterales y las cuatro superiores) y tendríamos espacio para una doble GPU de 400 mm. sin mayor problema.

Conclusiones

Be Quiet! comienza con buen pie en este nuevo mercado y esta Silent Base 800 deja unas sensaciones fantásticas en nuestro laboratorio. A destacar, la calidad de construcción, el sistema de módulos extraíbles para los discos, la excelente insonorización y el amplio espacio interior, especialmente pensado para su público objetivo.

En el lado negativo pequeños detalles que, imaginamos, se irán puliendo en futuras revisiones del producto como las bisagras plásticas que pueden deteriorarse con el tiempo o las patas desmontables, que hubiéramos preferido ver ya integradas en el chasis de manera más sólida.

La Be Quiet! Silent Base 800 se puede encontrar ya en distribuidores autorizados por unos 145 euros (nosotros la hemos encontrado en Amazon por algo menos), un precio realmente competitivo teniendo en cuenta lo que ofrece y por donde se mueve la competencia. Por su equilibrada relación entre calidad, precio y prestaciones otorgamos al producto el galardón de producto recomendado.

Este producto ha sido cedido para su análisis por Sistemas Ibertrónica, distribuidor oficial de Be Quiet! en España.