Smartphones tope de gama, ¿tienen sentido?

Hoy por hoy podemos encontrar una gran cantidad de smartphones encuadrados en diferentes gamas, y se espera que la cosa vaya a más en los próximos años, sobre todo gracias al fuerte empuje que están dando los fabricantes chinos.

Un claro ejemplo de esa apuesta por la diversidad la tenemos en Samsung. El gigante coreano comercializa una gran cantidad de terminales tanto de gama baja como de gama media, y alta, aunque es reconocido mundialmente por sus smartphones tope de gama, siendo estos precisamente los que mayor beneficio proporcionan a la firma.

Lo mismo ocurre con otros fabricantes que han adoptado estrategias similares, como por ejemplo Sony y HTC, aunque ambas han mantenido una apuesta más sobria en este sentido, ofreciendo una menor cantidad de terminales en las tres gamas citadas.

El smartphone tope de gama, la seña de identidad de cada compañía

La idea del smartphone tope de gama como estandarte de cada fabricante empezó a tomar importancia precisamente desde el momento en el que se diversificó en gran medida el mercado smartphone, pasando a ser un símbolo «de poder» de cada compañía y una especie de indicador de estatus para el usuario.

Sí, normalmente un usuario quiere un smartphone tope de gama por esa idea de tener lo mejor de su fabricante favorito, incluso aunque realmente no lo necesite y pueda disfrutar perfectamente terminales más económicos, una realidad que podemos ver en muchos usuarios que por ejemplo tienen un Galaxy S6, un iPhone 6, un HTC One M9 o similares y apenas los utilizan para llamar, redes sociales y navegación ligera y puntual por Internet.

Obviamente no tiene sentido pagar el precio de uno de estos terminales para darle semejante uso, pero con ese ejemplo la idea del «estatus» que expusimos anteriormente adquiere su máximo significado, y es que muchos usuarios no compran smartphones por su utilidad real, sino más bien como si fueran un complemento más de su propio estilo.

Creo que la idea está clara, y podemos decir sin miedo a equivocarnos que en ella está la base de porqué los smartphones tope de gama todavía mantienen un gran tirón a pesar de la revolución que se ha vivido en la gama media y en la gama alta, sobre todo gracias a los fabricantes chinos, como dijimos.

Acabados premium y potencia ya no son exclusivos

Los smartphones tope de gama han presumido de tener acabados muy cuidados, gracias al uso de materiales como el cristal, el aluminio y otros de alta calidad, pero este elemento ya ha dejado de ser algo exclusivo y único en ellos, pasando a popularizarse incluso en terminales de gama media y media-baja.

Podemos poner ejemplos muy claros, como el Galaxy A3 sin ir más lejos, pero nos reservaremos uno de los más actuales y relevantes para el final, ya que cuadra con los dos puntos que dan título a esta parte del artículo.

Potencia, siempre es necesario un mínimo para disfrutar de una experiencia fluida, pero pasado éste no obtendremos beneficio algo que compense nuestra inversión si no forzamos el terminal, por lo que habremos comprado algo que no estaremos aprovechando realmente, ya que irá perdiendo valor paulatinamente.

Esto supone que aquellos que compran un tope de gama por esa idea de estatus hacen prácticamente una inversión muerta, hasta tal punto que vendría a ser similar a tener por ejemplo un PC de última generación sólo para consultar redes sociales, Facebook y un poco de Internet y multimedia.

En efecto, es todo un sin sentido, pero es una tendencia clara en el mercado, donde los tope de gama normalmente triunfan más entre un público que realmente no entiende demasiado de tecnología y que acaba comprándolos porque cree que son lo mejor de lo mejor, sin plantearse otras opciones.

Retomo el ejemplo que quedó pendiente, ya que viene como anillo al dedo. Terminales como el Meizu M2 Note o el reciente Meizu Metal ofrecen un valor excelente por el precio que cuestan, ya que no tiene mucho que envidiar a los tope de gama de otros fabricantes y cuesta una cuarta parte, pero sin embargo no los smartphones de este tipo no son tan populares como cabría esperar entre el público general.

Usuarios expertos, menos propensos a los tope de gama

El saber es poder, una máxima indiscutible, y en el mundillo tecnológico más aún. Los usuarios con conocimientos dentro del sector smartphone tienen claras las ventajas que pueden ofrecer los diferentes smartphones que pueden comprar, y saben que un tope de gama no tiene porque ser lo mejor para ellos.

En este sentido resulta curioso ver como muchos de esos usuarios avanzados apuestan por modelos de gama media o alta en mayor medida que por modelos tope de gama, una realidad clara que incluso llega en algunos casos ha derivar en terminales tope de gama de años anteriores.

Pierden ese estatus que les daría un tope de gama nuevo, pero realizan una inversión acorde a lo que necesitan y que les permitirá disfrutar de una buena experiencia de uso durante varios años.

Conclusiones y un poco de sentido común 

Tras exponer estas ideas básicas a modo de resumen surge una pregunta que nos ha servido para dar título al artículo, ¿tienen sentido realmente los smartphones tope de gama? La respuesta no es tan simple como decir sí o no, hay matices importantes, y los encontramos incluso dentro de los propios argumentos que sustentan la respuesta.

Como producto la idea de un móvil tope de gama tiene sentido tanto para la empresa como para el consumidor. Por un lado el fabricante consigue un producto que promociona como lo mejor que puede ofrecer en ese momento, convirtiéndolo en su solución estrella y facilitando con ello la generación de un vínculo con el usuario, que lo ve como algo atractivo, deseable, y que estaría dispuesto a comprar aunque sólo sea por ese estatus que le dará el terminal.

Por otro lado el consumidor tiene una mayor variedad donde elegir, ya que de la misma forma que hay usuarios que no aprovechan un smartphone tope de gama hay otros que sí lo hacen, ya sea para jugar, trabajar o realizar diferentes tareas pesadas que requieren de una gran potencia.

Podemos concluir que sí, los smartphones tope de gama como tal tienen sentido, y no creemos que esa realidad vaya a cambiar, aunque con la gran oferta de terminales que tenemos actualmente la tendencia a apostar por un precio creciente en cada nuevo buque insignia podría llegar a pasar factura incluso a los grandes del sector.

Como siempre os invito a dejar vuestras opiniones en los comentarios y los lanzo la misma pregunta que hemos analizado, ¿tienen sentido para vosotros los terminales tope de gama?