Bugatti Chiron, una bestia de 1.500 CV y 500 km/h

Bugatti Chiron es la nueva bestia de la marca francesa de gran lujo, fundada por un italiano y hoy en manos de un grupo Volkswagen que intenta recuperar terreno tras un año para olvidar por el escándalo de las emisiones.

Los calificativos se acaban para describir este Bugatti Chiron que ha sido anunciado en las previas del Salón del Automóvil de Ginebra que comienza el próximo jueves y que apunta a convertirse en el coche de producción más rápido del planeta.

Su exterior está a la vista con el estreno de un chasis adaptativo (el primer de este tipo de Bugatti) donde abunda la fibra de carbono y que ofrece cinco modos de uso, desde un modo «auto» al de «velocidad máxima».

Velocidad máxima limitada electrónicamente a 420 kilómetros por hora aunque se apunta que podrá superar los 500 km/h para batir récords en coches de producción. Su impresionante potencia de 1.500 CV se logra acoplando dos motores V8 a un mismo árbol de transmisión.

Todo es de locura en este V16 que acelera de 0 a 100 km/h en 2,6 segundos y que cuenta con un sistema de frenado que comienza en un enorme alerón trasero que además de velocidad y estabilidad proporciona un modo de freno de aire si los discos cerámicos con pistones de titanio no logran detener la bestia.

Su interior también es espectacular, con detalles como el cuero más caro del mercado, las membranas de diamante de los altavoces o la «protección electromagnética» tipo militar que protege su sistema de conectividad de banda ancha y Wi-Fi, en casos de ataques cibernéticos.

El coste de este Bugatti Chiron, excesivo en cualquier parámetro razonable (no queremos ni saber cuánto consume y cuántas emisiones emite ese V16) es de 2,6 millones de dólares sin impuestos. Se producirán 500 unidades para entrega el próximo otoño europeo. Un tercio de la producción ya ha sido reservada.