Mercurio es muy oscuro, ¿pero por qué?

Dentro de nuestro sistema solar Mercurio ocupa la posición más cercana al Sol, algo que nos llevaría a pesar que es el planeta donde se registran mayores temperaturas y también el más brillante, pero sin embargo ninguna de esas dos presunciones son ciertas.

El planeta más caluroso de todos los que forma «nuestro vecindario» es Venus, y lo es por lo densa que resulta su atmósfera y los gases de efecto invernadero, que convierten la superficie del planeta en un auténtico horno.

Esto no es difícil de entender, ¿pero qué hay de esa fachada tan oscura que tiene Mercurio? La oscuridad de dicho planeta ha sido siempre un gran misterio para los científicos, que no terminaban de explicarse cómo estando tan cerca del Sol y teniendo una concentración de hierro inferior a la Luna podía mostrar ese aspecto tan oscuro.

Ahora, y gracias a la sonda MESSENGER, se ha podido confirmar que el culpable no es otro que el grafito que se encuentra en su superficie, y que en contra de lo que podríamos imaginar no se ha generado ni proviene de fuerzas o agentes externos.

La presencia de grafito en la superficie de Mercurio (sí, lo mismo que se utiliza para fabricar la mina de los lápices) es una realidad que algunos científicos llegaron a valorar antes del descubrimiento de dicha sonda, pero no terminaban de explicarse cómo podría haber llegado tanta cantidad de carbono a este planeta.

Por suerte lo tenemos más claro gracias al sacrificio de la sonda MESSENGER, que se estrelló el pasado mes de mayo. Sobre la base de sus descubrimientos los expertos han señalado que el origen de esa enorme cantidad de grafito se remonta a la etapa joven de Mercurio.

En teoría durante la misma Mercurio estaba totalmente cubierto de lava fundida. Cuando se enfrió empezó a solidificarse y los materiales más pesados se hundieron, salvo el grafito, que flotó y se acabó convirtiendo en la corteza del planeta.

Más información: SlashGear.