Adiós a los PC OEM con Windows 7 y Windows 8.1

Los PC OEM con Windows 7 y Windows 8.1 pasarán a mejor vida una vez que Microsoft ha dejado de vender licencias a los fabricantes de equipos originales desde el 31 de octubre de 2016.

Ello quiere decir que desaparecerán del mercado los ordenadores personales nuevos con Windows 7 y Windows 8.1 preinstalado. A partir de ahora, fabricantes de PCs e integradores de sistemas solo podrán usar licencias de Windows 10 si quieren usar sistemas de Microsoft.

Aunque más de uno pensará que se trata de una estrategia de Microsoft para impulsar Windows 10, lo cierto es que se trata del cumplimiento de las directivas programadas sobre los ciclos de vida de productos de Microsoft, tanto de la disponibilidad de los mismos como de su soporte técnico.

La venta retail de todas las versiones de Windows 7 terminaron hace tres años y la de Windows 8.1 fue retirado de los estantes el 1 de septiembre de 2015. Ahora finalizan oficialmente las licencias para fabricantes y con ello el adiós para los PC OEM con Windows 7 y Windows 8.1, si bien todavía se pueden encontrar de fabricantes como HP o Dell que todavía los ofrecen en algunos modelos, hasta que agoten las licencias que tenían adquiridas.

Finalizar la venta de licencias no quiere decir finalizar el soporte y Microsoft lo extenderá hasta el 14 de enero de 2020 para Windows 7 y hasta el 10 de enero de 2023 en el caso de Windows 8.1. Y es importante especialmente en el caso de Windows 7 porque sigue siendo el sistema operativo número 1 del escritorio informático.

En cuanto a Windows 10 lo hemos hablado en otras ocasiones: como la botella “medio llena y medio vacía”. Debe ir aumentando cuota porque todo el desarrollo está destinado a él, la eliminación del soporte a las nuevas plataformas de hardware, Intel Kaby Lake, AMD Zen y posteriores, terminará teniendo su incidencia a medio plazo y el adiós a los PC OEM con Windows 7 y Windows 8.1 lo será a corto plazo porque es la vía principal de entrada de los sistemas.