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Más demandas judiciales por actualizaciones a Windows 10 «forzadas»

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actualizaciones a Windows 10

La agresividad de Microsoft a la hora de promover y gestionar las actualizaciones a Windows 10 desde sistemas operativos anteriores, han sido polémicas desde el anuncio del último sistema operativo. Una parte de analistas y usuarios han acusado a Microsoft de falta de transparencia y del uso de herramientas intrusivas que fueron más allá de informar, recomendar y facilitar la transición.

Ello provocó algunas demandas judiciales, todas ganadas por los demandantes. La primera resuelta fue de la agente de viajes californiana, Teri Goldstein, que descubrió que su equipo con Windows 7 intentó actualizarse a Windows 10 sin su consentimiento. La actualización falló y Goldstein se puso en contacto con el servicio técnico de Microsoft, sin que éste le resolviera el problema de un equipo inutilizado durante varios días. La agente llevó al gigante del software a los tribunales en busca de una compensación por salarios perdidos y un nuevo equipo, consiguiendo una indemnización de 10.000 dólares.

Posteriormente se interpusieron otras demandas por actualizaciones a Windows 10 «forzadas» y este fin de semana hemos conocido otra presentada en una Corte de Distrito de Chicago. Viene firmada por tres clientes aunque los abogados están tratando de obtener la calificación de class action para convertirla en una demanda colectiva a la que se pudieran añadir otros usuarios, ya que a su juicio este problema lo han sufrido «cientos o miles de clientes».

Los demandantes aseguran que «Windows 10 destruyó sus datos y dañó sus ordenadores».  «Windows 10 es un producto defectuoso y su fabricante no proporcionó una advertencia adecuada sobre los riesgos potenciales que plantea la instalación de Windows 10, específicamente la estabilidad del sistema y la pérdida de datos», argumentan, resaltando que «a menudo se instala sin ningún permiso del propio usuario» y que Microsoft «no ha ejercido el cuidado razonable en el diseño, formulación y fabricación de las actualizaciones de Windows 10».

Microsoft ha respondido comentando que las demandas carecen de fundamento. «El programa de actualización gratuita de Windows 10 fue una opción diseñada para ayudar a que los usuarios pudieran aprovechar una versión de Windows más segura y productiva», ha explicado un portavoz de Microsoft.  «Los clientes tuvieron la opción de no actualizar a Windows 10. Y si lo hicieron, tuvieron soporte al cliente gratuito y 31 días para volver a su antiguo sistema operativo. Creemos que los argumentos de los demandantes carecen de fundamento», señala.

 

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