Conecta con nosotros

Noticias

Google prometió dejar de «leer» tus mensajes de Gmail, pero…

Publicado

el

Gmail

A principios de verano Google sorprendió a propios y extraños con un peculiar comunicado: dejaban de «leer» los mensajes de sus usuarios en Gmail, y entrocomillamos lo de leer, porque es evidente que ningún empleado de Google se dedica a hacer algo así. Hablamos de un escaneo automatizado que se realiza del contenido de los mensajes, para así poder servir publicidad personalizada, tal y como hacen otros proveedores como Yahoo! o Microsoft.

La noticia venía dada en parte por los buenos resultados de G Suite, la suite de servicios y aplicaciones en la nube de Google (Gmail, Google Drive, etc), que en los últimos años ha incrementado notablemente su presencia en los ámbitos profesional y educativo a base de clientes de pago. Es decir, todo lo que el usuario corriente de Google disfruta de manera gratuita, lo hace porque Google se beneficia recopilando datos con fines publicitarios; mientras que los usuarios de pago están exentos de tal intrusión desde hace tiempo.

La propuesta de Google fue, pues, equiparar a todo el conjunto de usuarios y dejar de escanear Gmail para articular su publicidad, entre otras cosas, porque tampoco lo necesita: Google ya registra la actividad de sus usuarios en su buscador o, por ejemplo, en YouTube, por lo que fuentes de datos para conocer los intereses de cada uno y distribuir publicidad acorde a los mismos tienen de sobra. Sin embargo, según cuentan en Ars Technica, el gigante de Internet podría reanudar la publicidad dirigida en Gmail para «satisfacer nuevas exigencias«. Exigencias de negocio, se entiende.

La cuestión es que no se sabe cuándo podrían comenzar a recoger datos de nuevo, y es ahí donde la publicación estadounidense pone el énfasis. Porque, en realidad, la iniciativa de Google para parar de hacerlo no surgió de la bondad de los corazones de su mesa ejecutiva, sino que fue fruto -esta es la otra parte- de una demanda judicial que acusaba a la compañía de utilizar esos datos para algo más que dirigir publicidad. Sea como fuere, en Google consideran ambos casos como independientes entre sí y, por lo tanto, la posibilidad de reanudar las operaciones está más cercana que nunca para algunos.

Ante esta situación cabe preguntarse, ¿y? Con eso vale, y es que utilizar cualquier servicio gratuito que se financia mediante publicidad, se llame Gmail u Outlook, tiene sus contraprestaciones, y una de ellas es la pérdida de privacidad. Cualquier empresa que opera en Internet tiene acceso a los datos de sus clientes, que normalmente se usan con dos fines: mejorar el producto y explorar el potencial económico derivado de la publicidad. Alarmarse porque vuelvan a hacer lo que han hecho siempre excepto un par de meses no tiene sentido.

Consecuencia es lo que hace falta. Si no quieres que Google tenga tus datos, no lo uses y busca una alternativa -de pago, claro- que te ofrezca garantías al respecto. Pero pregúntate también con quién te comunicas, porque si acabas pagando por una cuenta en Proton Mail o Tutanota para que el 80% de tus comunicaciones, si no más, sean con usuarios de servicios de correo electrónico tradicional, tal vez no tenga mucho sentido.

Enfocado en las nuevas tecnologías empresariales y de usuario final. Especializado en Linux y software de código abierto. Dirijo MuyLinux y escribo en MC, MCPRO y MuySeguridad, entre otros.

Lo más leído