Análisis
Kia Niro Híbrido Enchufable, compromisos
«Qué demonios, la vida sigue» George (La boda de mi mejor amigo, 1997)
No pude dar ni un solo paso más. Me encontraba completamente agotado, vacío, a gatas sobre la arena mientras las olas la retiraban de entre mis dedos y la devolvían un instante después mojando las mangas de mi camisa empapada en sudor, de mis pantalones echos jirones tras la carrera por la selva. Apenas tuve fuerzas para levantar la vista mientras otros me sobrepasaban tambaleándose y lograban llegar a la balsa exhaustos, dejándose caer dentro de ella para desaparecer de mi vista. Otros muchos quedaron enganchados en los matorrales, otros cayeron en las arenas movedizas y muchos, demasiados, ni siquiera tuvieron la oportunidad de correr… esos gritos siguen helándome la sangre.
Pero ahora nadie grita, solamente oigo jadeos, gruñidos, llanto de los que yacen cerca de mi y que extrañamente parecen haber agotado sus fuerzas al mismo tiempo que yo he agotado las mías. O igual se han desplomado junto a mi haciendo un último titánico esfuerzo para no sucumbir solos, para compartir con otros su fracaso. Quizás el último fracaso que vayan a afrontar en sus vidas. Justo delante de mi veo a un joven extremadamente delgado con unos ojos grandes y azules que no dice nada. Simplemente me mira con serena desesperación. Y en unos pocos segundos, sin darme tiempo a recuperar el ritmo natural de mis pulmones y con el corazón martilleando mis sienes la barca zarpó. Unos latidos después llegaron ellos.
El mundo de la automoción se encuentra actualmente en un tenso impasse a caballo entre las nuevas normativas locales y nacionales de limitación de los coches de combusión antiguos y los planes de futuro aún más restrictivos, con apuestas más o menos decididas de según qué gobiernos con tímidas subvenciones y una industria acostumbrada a hacer planes a siete o diez años que se encuentra con una situación explosiva. Pero para el consumidor la situación también es compleja, sobre todo para aquellos que están decidiendo qué coche comprarse que no saben a qué tecnología encomendar sus traslados.
Ficha técnica
Actualmente compiten los motores de explosión, los híbridos, distintas opciones con gas natural y GLP o los coches eléctricos con las limitaciones de la aún escasa red de cargadores por lo que actualmente (menos en el caso de Tesla que ofrece su propia red) son opciones casi exclusivamente urbanas. Y luego, como muchas veces en esta vida, están los compromisos, que en este caso es la tecnología híbrida enchufable que permite tener un coche eléctrico con una autonomía reducida a la vez que tenemos un coche híbrido con una autonomía mayor gracias a su funcionamiento con motor de combustión.
Transición
El inconveniente de los compromisos es que no explotan al máximo las dos personalidades, como ventaja podemos disfrutar de ambas aunque sea de forma limitada. Ya tuvimos ocasión de probar el Volkswagen Passat y el Hyundai Ioniq con este sistema con dos filosofías muy distintas: el primero con una vocación algo más deportiva mientras el segundo más tranquilo y «razonable» (también en el precio). En esta ocasión hemos probado el «primo» del Ioniq en formato SUV, el Kia Niro híbrido, basado en la misma plataforma que el modelo de Hyundai con alguna peculiaridad como veremos más adelante.
Ya tuvimos ocasión de probar el Kia Niro en su versión híbrida y las impresiones del exterior son idénticas con esta motorización: se trata de un SUV mediano más urbano que con ínfulas de todoterreno con un diseño bastante discreto pero moderno, sin llegar a ser llamativo sino más bien práctico. De la versión estándar este Niro se distingue por la moldura que rodea la parrilla, más oscura, y pequeños embellecedores en color azul claro en distintas zonas de la carrocería, además del distintivo «Eco Plug In» en la parte trasera y el portón para ocultar el conector de carga.
En el interior del coche tampoco encontramos grandes diferencias con respecto a la versión híbrida. También hay detalles en el mismo color azul claro como la costura de los asientos o en zonas como las salidas de aire. La instrumentación no varía, con dos diales y una pantalla central con información adicional que en este caso nos proporcionará datos del consumo y autonomía del coche cuando esté en modo EV (cien por cien eléctrico). En modo híbrido los datos proporcionados serán los mismos que en el Niro. El maletero sí que sufre una modificación, reduciendo su capacidad en 77 litros con respecto al de la versión híbrida.
Interiores
La pantalla del sistema de información y entretenmiento también es la misma que en el modelo híbrido, con opciones adicionales para controlar la autonomía de funcionamiento eléctrico que podemos incluso visualizar en un mapa para poder ver si llegamos a un punto de recarga antes de que agotemos la batería. También podremos visualizar información del tiempo estimado de recarga y distintas gráficas que nos indicarán la eficiencia de conducción en los distintos modos de conducción.
Pero lo interesante es ver el funcionamiento de este modelo y su eficiencia en sus distintos modos de funcionamiento. El Niro PHEV dispone de un motor eléctrico de 60,5 caballos de potencia con respecto a los 43,5 que ofrece el modelo híbrido pero hay que tener en cuenta que esos 60,5 caballos no están a disposición en modo híbrido ya que la cifra oficial de la potencia total a disposición cuando funcionan los dos motores a la vez es idéntica que en el Niro estándar: 141 caballos así como la cifra de par. Es decir, en el Niro híbrido enchufable tendremos a disposición 141 caballos en modo híbrido y 60,5 caballos si solamente utilizamos el motor eléctrico.
Más peso
Hay que añadir a la ecuación que el peso del coche aumenta, ya que la batería instalada sube de 1,56 kWh a los 8,9, para un total de 1594 kilos (casi 100 kilos más que el modelo normal). En cuanto a la autonomía Kia promete 58 kilómetros y la verdad es que recién cargado nuestra unidad anunciaba unos 56. Así que seleccionamos el modo EV para comprobar el funcionamiento del coche como vehículo totalmente «verde» que será el modo que elegiremos en el día a día para desplazarnos por ciudad ya que en teoría el trayecto medio en ciudad es menor a esos 50 kilómetros y cargando a diario no necesitaremos pasar al modo híbrido, teoricamente.
En nuestras pruebas la autonomía eléctrica ha oscilado entre los 50 kilómetros siempre que el recorrido sea siempre en ciudad a los 35 o 40 si hay trayectos en carretera o autopista (como circunvalaciones) y esto hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de calcular nuestros trayectos. Los 60 caballos de la motorización eléctrica es suficiente para movernos sin problemas e incluso para arrancar con soltura en los semáforos. En resumen, en modo eléctrico este Niro se desenvuelve a la parfección y la autonomía, aunque un poco justa, es suficiente para el día a día en la mayoría de los casos si no tenemos que pisar mucho la carretera (cargando a diario).
Cuando se agota la batería o pasamos al modo híbrido utilizando el selector en teoría tendremos en nuestras manos un Niro de toda la vida algo más pesado, pero la verdad es que el comportamiento de este modelo nos ha sorprendido. Este Niro se nota más ágil que su hermano en carretera, acelera y recupera con más alegría y se le nota con más aplomo y nobleza en curva. Lo segundo es de esperar por el aumento de peso con el centro de gravedad más bajo, pero lo segundo es sorprendente porque a igualdad de potencia tiene un peso mayor. Es posible que a pesar de lo declarado el motor eléctrico de mayor rendimiento que en el modelo híbrido, pero las cifras oficiales no hablan de ello.
Conclusiones
El Kia Niro híbrido enchufable es una vuelta de tuerca muy interesante a la propuesta de la marca coreana. Como hemos apuntado al principio, en una época de transición al que parece ser un futuro a medio plazo de vehículos eléctricos este tipo e solución es un compromiso interesante, que en el caso de este Niro no es tan prohibitivo como en otras marcas aunque la diferencia de precio con el modelo normal es considerable (unos 8.000 euros a igualdad de equipamiento sin contar posibles subvenciones). Es de hecho el híbrido enchufable más asequible que se puede encontrar.
Tras nuestra prueba a fondo podemos decir que en un uso normal sí es posible utilizar este modelo como un coche eléctrico en el día a día. Incluso si no disponemos de un Wallbox en casa podemos cargarlo a diario en un enchufe corriente en unas cinco horas, aunque lo ideal sería disponer de un Wallbox para poder realizarla en poco menos de tres horas. Esto nos permitirá además circular por el centro de ciudades como Madrid y Barcelona y ahorrar dinero, además de eliminar las emisiones. Y el fin de semana o cuando necesitemos una autonomía mayor podemos utilizarlo como un Niro híbrido para viajes y recorridos largos. Un compromiso muy bien resuelto.
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