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Análisis

Hyundai Ioniq PHEV, energía

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«I get a strange magic», Electric Light Orchestra, Strange Magic (1975)

Me dan ganas de cerrar los ojos y dejarme llevar por el ruido del viento pero no lo haré. No lo haré porque llevo el volante y no lo haré porque quiero vivir, pero también porque el sol se está ocultando tras las colinas al este y la carretera pronto se retorcerá hacia ese punto descendiendo hacia el valle y quiero perseguir ese ocaso y contar las curvas hasta que el sensor de las luces encienda los faros y se haga oficialmente de noche, aunque la luz aún manche el cielo durante unos instantes más.

Detrás todos dormidos y a mi lado también, a pesar de que Teresa me dijo que se mantendría despierta su conversación se agotó con sus fuerzas hace unos cincuenta kilómetros, recuerdo que me giré ligeramente para ver el nombre de un bar especialmente original y ella ya apoyaba pesadamente la cabeza contra el parabrisas plácidamente dormida. Ya está, trazo cuidadosamente la curva que me va a encarar con el valle y veo que el sol aún me está esperando para ponerse justo de frente a mi. Levanto el pie del acelerador y sonrío, decido que no tengo prisa y dejo que el sol baje lentamente ante mis ojos.

Con la vista puesta a un futuro más restrictivo para los coches con motor de explosión y los inconvenientes que aún presentan los modelos eléctricos como la autonomía y sobre todo la escasa cobertura de los puntos de carga públicos, la propuesta de los híbridos enchufables parece dar respuesta a gran parte de los inconvenientes de unos y otros. Por un lado un coche que puede funcionar como eléctrico a cortas distancias y con clasificación cero emisiones y por la otra un vehículo con una autonomía suficiente para realizar viajes y que puede repostar en gasolineras.

Ficha técnica

Se podría decir que se trata de un compromiso, un paso más con respecto a los híbridos tradicionales que parece diseñado para atraer a los escépticos de la motorización eléctrica. Hyundai en esta línea propone en uno de sus modelos híbridos, el Ioniq, ersta solución para completar las tres propuestas «ecológicas» de este modelo: híbrido, eléctrico e híbrido enchufable.

Por fuera el Ioniq PHEV es idéntico al modelo híbrido que pudimos probar hace aproximadamente un año, solamente algunos detalles lo distinguen como el compartimento que oculta el conector para la carga y los distintivos que le identifican como «plug-in hybrid». Es un coche con estética más similar a un coupé que a una berlina convencional pero menos chocante que la línea por ejemplo de un Toyota Prius.

Es un coche de buen tamaño muy versátil con una línea que roza lo deportivo, sobre todo por su perfil aunque la razón real es que la aerodinámica sea lo más perfecta posible. En lo que respecta al interior podemos decir lo mismo, es idéntico que el híbrido en habitabilidad, acabados, materiales… También los indicadores tras el volente tienen la misma configuración, sólo que en este modelo podemos ver la autonomía de la que disponemos con combustible o en modo puramente eléctrico, por lo demás el funcionamiento es igual.

Maletero más pequeño

Uno de los detalles en los que es distinto este modelo a las otras dos versiones del Ioniq es el maletero. Es el más pequeño de los tres por tener baterías más grandes que el híbrido y porque éstas van dispuestas en modo distinto al eléctrico, que dispone de una suspensión distinta a la de este modelo. En total disponemos de una capacidad de 341 litros ya que el fondo del maletero es bastante más alto. Aún así sigue siendo suficiente ya que el espacio dedicado al maletero es grande por la longitud del voladizo de la parte trasera.

Además es un espacio muy aprovechable y práctico con una buena longitud y soluciones prácticas como la red que permite sujetar objetos sueltos sin que anden rodando por el maletero. En éste encontraremos una bolsa con el juego de cables necesario para conectar el puerto de carga del coche con enchufes domésticos y otros cargadores.

La motorización del Ioniq híbrido enchufable es un 1.6 de gasolina que rinde 105 caballos con inyección directa de gasolina y un motor eléctrico de 61 caballos que recibe alimentación de un paquete de baterías de polímeros de litio de 8,9 KWh que permiten una autonomía de 63 kilómetros (teóricos) en modo sólo eléctrico. Para hacernos una idea en comparación el Ioniq híbrido dispone de unas baterías de solamente 1,56 KWh.

Como sucede en este tipo de modelos, la potencia total en modo híbrido no es la suma de la que son capaces de proporcionar los dos motores y en el caso del Ioniq plug in hybrid se queda en 141 caballos, la misma de la que dispone el modelo híbrido que en realidad utiliza los mismos motores y solamente se diferencia en el paquete de baterías y la configuración de uso del sistema.

Triple uso

Como decíamos nos encontramos con un coche cuyo uso es prácticamente triple. Como coche eléctrico tiene dos limitaciones: la autonomía y la potencia. En el primer caso las baterías que monta el Ioniq Plug In permiten teóricamente recorrer hasta 63 kilómetros y la verdad es que con un poco de tiento podemos rozar los 60 sin problemas. Hay que decir que el Ioniq es un coche especialmente eficiente con respecto a otras alternativas y permite mantener los consumos bajos.

La otra limitación es la potencia, que con 61 caballos son algo justos pero suficientes para el tráfico urbano sin grandes alardes de aceleración y limitando la velocidad punta para que la autonomía no baje de forma drástica. En cualquier caso sí que es factible moverse con parsimonia en modalidad eléctrica en el día a día ciudadano, sobre todo teniendo en cuenta que el trayecto medio en ciudad está por debajo de esos 63 kilómetros.

El cargador de la parte eléctrica del Ioniq permite repostar con una potencia de 3,3 kW lo que completaría la carga de las baterías en algo más de dos horas en un Wallbox y con un enchufe convencional unas cuatro horas, con lo que en este caso sí puede estar justificado no instalar un cargador en la plaza de garaje y hacerlo con la infraestructura eléctrica normal ya que la carga se hará habitualmente por la noche.

Hemos probado el Ioniq en todos los modos posibles, tanto eléctrico como híbrido y con la batería descargada funcionando como coche de gasolina, y la impresión es muy buena. Como sucedía con el modelo híbrido, la caja de cambios nos ha parecido muy eficaz y bien adaptada en este caso a cubrir todas las modalidades de funcionamiento del coche con suavidad aunque sin alardes deportivos, cosa que no se pide precisamente a este tipo de modelos.

Más garra

En el modo híbrido hemos notado algo más de empuje que en el modelo híbrido, aunque tiene la misma potencia y par y el peso es superior. La prueba es que es capaz de acelerar de 0 a 100 rebajando en dos décimas los tiempos del híbrido. En esta modalidad se mueve con la misma suavidad y silencio que con la versión híbrida, un comportamiento casi idéntico.

Como comentamos en la prueba del hermano híbrido, la posibilidad de cambiar marchas manualmente en modo S es un plus que permite arrancar algo de deportividad a un coche por otro lado configurado para la tranquilidad más absoluta. Apurar en este caso penaliza menos los consumos que en el caso del híbrido, sobre todo si tenemos la batería bien cargada ya que la contribución del propulsor eléctrico puede mantenerse durante más tiempo.

Conclusiones

La prueba del Ioniq plug in hybrid no ha producido muchas sorpresas: se trata de un modelo y una mecánica que ya pudimos probar en la versión híbrida y que salvo algunas variaciones de comportamiento no encuentra grandes diferencias. La gran baza es por supuesto la capacidad de funcionar en modo totalmente eléctrico durante días utilizando un cargador o incluso un enchufe normal de casa.

Esta posibilidad, la excelente optimización del consumo eléctrico en funcionamiento y un precio ajustado frente a otros rivales híbridos enchufables hacen de esta versión del Ioniq una de las posibilidades más recomendables si necesitamos esa triple personalidad. Desde luego es una gran opción para conductores cuyos trayectos urbanos no superen los 60 kilómetros diarios y que precisen de un coche que puede afrontar un viaje largo sin problemas.

Valoración final
7.5 NOTA
NOS GUSTA
Diseño moderno
Buenas prestaciones
A MEJORAR
Maletero reducido
RESUMEN
Un coche con triple uso con buen comportamiento como híbrido y la posibilidad de utilizarlo como eléctrico por trayectos breves
Prestaciones6.5
Diseño8
Consumo8.5
Confort7
Sistema de infoentretenimiento7.5

 

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