Razer Mamba Wireless, análisis: una extensión de nuestro cuerpo

Los jugadores más exigentes saben que, normalmente, los periféricos por cable mantienen un mejor desempeño que los inalámbricos, algo que realmente nos sorprendió a la hora de utilizar el Razer Mamba Wireless, que logra mantenerse dentro de los mejores ratones profesionales para gaming.

Se trata de una nueva versión del Razer Mamba, lanzado ya hace unos años, y que incluye varias mejoras en los sensores, además de la posibilidad de utilizar el ratón de manera totalmente inalámbrica, reduciendo su peso y otorgándonos una mayor libertad de movimiento.

En este caso, recibimos el ratón en un pack especial en el que se incluyen también el teclado BlackWidow Elite y los auriculares de diadema Krakken Tournament Edition, los cuales pronto podréis encontrar analizados próximamente en nuestra web.

Así pues, aunque el empaquetado cambia, como ya es costumbre, además de los propios periféricos, en la caja encontraremos varios manuales de uso, una pequeña carta dirigida de la compañía, y las recurrentes pegatinas promocionales con el logo de Razer.

Junto con el el receptor inalámbrico del Mamba Wireless, Razer nos incluye un cable USB con mallado de hilo de nailon y un adaptador para conectarlo al cable si queremos. Si bien quizás podamos echar de menos el uso de una base de carga, la verdad es que esto nos permite poder seguir usando el ratón de forma continuada incluso mientras se carga.

Con un cuerpo principalmente de plástico, la estructura del ratón resulta bastante dura y resistente, presentando un diseño asimétrico ergonómico muy cómodo y natural para la mano, eso sí, quedando optimizado para diestros.

Además, para ofrecernos un mejor agarre, encontramos dos superficies de goma rugosas y con motivos de surcos en ambos laterales del ratón. Algo bastante de agradecer y que realmente presenta una diferencia, destacando frente a otros ratones que optan sólo por la banda interior.

En la parte superior del Razer Mamba Wireless se ubican dos botones programables que vienen preconfigurados para cambiar el nivel de DPI del sensor, desde un mínimo de 800 DPI hasta alcanzar los 16.000 DPI. Destacamos que la rueda ofrece desplazamiento en cuatro ejes, algo muy útil y que por desgracia son pocos los ratones que lo incluyen.

Debajo de los botones tenemos los prestigiosos mecanismos OMRON que aseguran una vida de 50 millones de clicks, este es un ratón de gran calidad y hecho para durar.

En la zona inferior del dispositivo, además del sensor óptico en el centro, podemos encontrar las habituales pestañas de teflón que facilitan el deslizamiento así como una pequeña tapa en la que podremos guardar el receptor inalámbrico, así como el interruptor de encendido y apagado y un botón para cambiar de perfil.

Sin embargo, teniendo en cuenta que se trata de un ratón gaming, nos sorprende y decepciona un poco la escasa presencia de iluminación RGB, resignada a dos únicos puntos en la rueda de scroll y al clásico logotipo de la serpiente de tres cabezas. Algo con lo que sin embargo sí contaba la versión analógica del Mamba (actualmente descatalogada) y su versión superior Tournament Edition, con la que comparte precio.

En contrapartida, la verdad es que no he sido capaz de encontrarle ninguna pega real a la hora de su utilización y desempeño. De nuevo hemos querido someter al Razer Mamba Wireless a una serie de pruebas con juegos, dedicándole especial tiempo a su desempeño en el exitoso Apex Legends.

Para ello lo primero fue probar el ratón en modo inalámbrico. Si bien es cierto que el resto de periféricos de mi ordenador van por cable, eliminando así la posibilidad de generar un entorno de estrés, la verdad es que no se puede apreciar una diferencia tangible de rendimiento frente a otros ratones por cable.

Gracias a la tecnología AFT, no se nota retardo (más conocido como input lag) en ningún momento, y el ratón responde de manera instantánea a todos los movimientos y pulsaciones. Desde los tiempos de reacción, que mantienen unas tasas de sondeo o «ultrapolling» de 1000 Hz, hasta la enorme precisión y la gran respuesta de los botones, probando incluso configuraciones personalizadas de los botones y algunas macros, el rendimiento global del ratón es sin duda de sobresaliente.

Y es que más allá de la propia propaganda, os aseguro que se puede apreciar la precisión de resolución del 99,4% que promete el Razer Mamba Wireless, en este caso gracias al sensor PMW 3389 personalizado de Razer, una adaptación mejorada del PixArt PMW 3360 que ostenta actualmente el título de mejor sensor del mundo.

De nuevo estamos ante un dispositivo compatible con el software Razer Synapse, que nos permite controlar y configurar todos los periféricos de la marca. Así pues podremos configurar los 9 botones del ratón para asignarles diferentes funciones, e incluso crear y gestionar macros. Y es que frente a otros dispositivo que hemos probado, Razer se mantiene como el software más completo.

Haciendo un repaso rápido, encontramos con cinco pestañas en las que se dividen la asignación de botones y el editor de macros y perfiles; el rendimiento y configuración del sensor óptico; las opciones de iluminación; la calibración superficies y alfombrillas; y un último apartado para la autonomía y alimentación del ratón.

Y es que como ya os comentábamos, uno de los detalles más interesantes del ratón es la duración de su batería, que supone un aumento de hasta un 150% frente al resto de modelos inalámbricos de la marca.

El Razer Mamba está disponible a través de la web oficial de la marca a un precio básico de 99,99 euros, incluyendo unos gastos de envío gratis para toda España (incluyendo las Islas Canarias), además de en algunas tiendas especializadas de España.