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Ya conocemos la temperatura de los anillos de Urano, son muy distintos a los de Saturno

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Fue en 1977 cuando James L. Elliot, Edward W. Dunham y Douglas J. Mink descubrieron los anillos de Urano, aunque es importante destacar que fue un descubrimiento parcial, ya que hicieron falta varias observaciones realizadas en décadas posteriores para descubrir el número total de anillos que forman el sistema que rodea a nuestro lejano vecino.

Es comprensible, ya que los anillos de Urano son muy distintos comparados con los de Saturno. Los anillos de este último son muy anchos, brillantes y están formados por cuerpos de diferentes tamaños que van desde números microscópicos hasta varias decenas de metros, mientras que los anillos de Urano presentan una composición distinta (bajo óptica infrarroja), son oscuros, estrechos y tienen un aspecto mucho más tenue y difuso, lo que complica su observación y su estudio.

Mientras que los anillos de Saturno llegan a tener un ancho de varias centenas de miles de kilómetros en los de Urano apenas llegamos a los 100 kilómetros en su anillo más ancho, Épsilon, que es, además, el más brillante de todo su sistema. El número total de anillos que tiene Saturno es tan grande que no lo conocemos con exactitud, mientras que en Urano sabemos que existen un total de 13.

Esta sencilla comparativa nos permite poner en perspectiva lo distintos que son ambos sistemas de anillos, y dar forma a una base que nos ayudará a entender mejor los resultados de la última investigación de dos grupos de científicos de la Universidad de Berkeley y la Universidad de Leicester que, utilizando los Atacama Large Millimeter / submillimeter Array (ALMA) y el Very Large Telescope (VLT), situados en Chile, han logrado medir la temperatura de los anillos de Urano: 195 grados bajo cero, «cerca» del cero absoluto (273,15 grados bajo cero).

Además de esa medición de temperatura los expertos también consiguieron  «fotografiar» los anillos de Urano gracias a la observación de varias longitudes de onda y a la medición de la radiación infrarroja que emiten, dando forma a las imágenes térmicas que acompañamos.

La composición de los anillos de este planeta es única, ya que según los expertos no hay polvo microscópio. Todos los cuerpos que los forman tienen tamaños que van desde el equivalente a una pelota de golf hasta rocas mucho más grandes. Esto sugiere que su formación pudo ocurrir por el efecto de atracción gravitacional que ejerció Urano sobre restos espaciales de lunas y asteroides que pudieron colisionar hace millones de años.

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