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Huawei aún no sabe si podrá utilizar Android, ¿pero debería hacerlo?

El veto de Estados Unidos a Huawei fue, como todos sabemos, un movimiento infundado con el que la Administración Trump quería presionar a China y mejorar su posición en la guerra comercial que libran ambos países.
Al final la jugada no tuvo el resultado esperado. Huawei es un gigante con muchos recursos que tiene, además, relaciones importantes con gigantes tecnológicos estadounidenses. Esto quiere decir, por un lado, que no era posible cortar por lo sano de forma inmediata, y que por tanto la compañía china no iba a empezar a sentir la presión de verdad hasta dentro de un año, aproximadamente.
Por otro lado empresas como Google, Microsoft o Intel no podían tampoco cerrar el grifo de golpe y dejar sin soporte a los productos Huawei en los que habían participado, ya que perjudicarían con ello a una gran cantidad de consumidores, lo que habría derivado en una gran polémica y en un marcado rechazo que acabaría afectando a su imagen.
Pero esto no es todo, hay otra clave que debemos sumar a este sencillo resumen, y es que buena parte de los ingresos de grandes tecnológicas estadounidenses dependen de sus relaciones comerciales con Huawei, una realidad que unida a las subidas arancelarias de esa guerra comercial acabó sacudiendo la industria de los semiconductores.
Trump no calculó bien las consecuencias de ese veto a Huawei, así que no nos sorprende que aprovechara la cumbre del G-20 celebrada en Osaka para acercar posturas y dar marcha atrás, aunque el gigante chino ha confirmado que todavía no tiene claro si podrá seguir utilizando Android en sus próximos terminales, ya que está esperando la resolución del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
Esto nos dice que Huawei quiere seguir utilizando Android, que prefiere dicho sistema operativo. Leyendo entre líneas podemos intuir que su sistema operativo propio, conocido como HongMeng OS, podría no estar tan avanzado como se creía, aunque puede que quizá simplemente no quieran «complicarse» y prefieran seguir apostando por el pequeño androide.
Con todo, no puedo evitar hacerme una pregunta que es, a mi juicio, clave en todos este asunto: ¿debe Huawei volver a utilizar a Android? Ya hemos visto el daño que puede hacer un veto presidencial a un gigante tecnológico, el caso ZTE fue un primer aviso y lo ocurrido con Huawei es una confirmación de los problemas que representa para esas empresas tener una dependencia tan grande de Estados Unidos.
El CEO de Tencent ya dijo tras el caso ZTE que China debía invertir en tecnología propia (semiconductores, sobre todo) para reducir esa dependencia, y visto lo visto no hay duda de que tenía razón.
Imaginemos por un momento que Huawei puede volver a utilizar Android, pero que la guerra comercial con China no se cierra del todo y que dentro de unos meses reciben un nuevo veto, ¿qué harán entonces? ¿Qué impedirá que una medida que fue aplicada de forma injusta y unilateral pueda acabar volviendo a producirse a corto plazo?
Personalmente entiendo que Huawei quiera seguir utilizando Android en sus próximos terminales, pero creo que debería aprovechar este «respiro» para seguir trabajando en su propio sistema operativo y en mejorar su tienda de aplicaciones, más que nada por «lo que pueda pasar», ya que como vimos no es fácil lanzar un smartphone sin Android.