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Análisis

Opel Mokka X GLP, tendencias

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«Creo que sí, que has perdido la cabeza, estás completamente loco. Pero te diré un secreto: las mejores personas lo están»  Alicia (Alicia en el país de las maravillas, 2010)

Si me pruebo una corbata más me pondré a gritar. De verdad. Nunca debí pedirle ayuda para preparar mi gran entrevista. Con mi torpeza habitual pensé que Raquel notaría el gesto de complicidad al invitarla a que me ayudara pero al parecer no ha funcionado como pensaba. Y aquí estoy probándome corbatas después de haber pasado más de una hora probándome camisas. Y aún no tengo seguro que no volvamos a la tienda para devolverlas porque se fue poco convencida de la elección. Para ella el color azul daba el mensaje equivocado y la de rayas no era adecuada si me iban a hacer una foto. Incluso llegó a decir que no saldría bien en las cámaras de seguridad.

Pero es que el tema de las corbatas ya es demasiado. No pueden tener un estampado demasiado divertido para no dar una imagen frívola, no pueden ser de un color primario por temas psicológicos que no soy capaz de repetir, las rayas horizontales indican poco dinamismo, los lunares ni hablar, animales no, de plantas ni hablamos… El dependiente me está mirando con cara de pánico esperando que le de una pista de cómo salir de esta sin tener que recurrir a psicofármacos tras su dura jornada laboral, pero solamente me puedo encoger de brazos. No ha salido bien el plan de enviar un mensaje de complicidad a Raquel, no. Sobre todo porque ha aprovechado para venir con su nuevo novio. Y él también opina sobre las corbatas, por supuesto.

El Mokka X es la segunda generación del Opel Mokka, un SUV de tamaño pequeño (o mediano, según se mire) que ya tuvimos ocasión de probar en su versión diésel de 136 caballos. En esta ocasión Opel nos ha proporcionado otra versión, esta vez basada en un motor gasolina compatible con GLP lo que le proporciona la posibilidad de lucir la etiqueta ECO de la DGT con las ventajas que ello conlleva.

Ficha técnica del Opel Mokka X GLP

En la práctica el motor de este modelo alemán es el mismo 1.4 de gasolina con ligeras modificaciones que le permiten quemar gas licuado de petróleo. Además se ha añadido un depósito adicional al de gasolina para permitir que el coche pueda funcionar con los dos combustibles de forma indistinta, lo que como veremos además del ahorro económico y emisiones menos nocivas le proporciona más autonomía.

Como ya comentamos al probar la versión de motorización de gas-oil, el Mokka X es un modelo que tiene unas dimensiones y diseño adaptados a la vida urbana más que a las excursiones fuera del asfalto. Tiene un diseño sobrio y compacto pero moderno con unos grandes grupos ópticos y parrilla que le dan cierta personalidad. Por lo demás la línea busca más la precticidad que el dinamismo.

Opel Mokka X GLP: Interior cuidado

En el interior hay más cambios ya que el acabado del modelo que probamos es superior al del test que hicimos anteriormente. Esto nos da la ocasión de analizar un Mokka más «lujoso». Lo cierto es que el cambio es perceptible, sobre todo en lo que respecta a la tapicería en piel de color claro e inserciones en puntos estratégicos del interior con el mismo material como en el interior de las puertas y en los apoyabrazos.

Por lo demás el coche, tal y como comprobamos en la prueba anterior, es cómodo de conducir así como el uso de todos los sistemas es sencillo y están a mano. El puesto de conducción es algo más erguido pero quizás más tipo turismo que otros modelos de SUV que hemos probado pero el tacto es bueno tanto en carretera como en ciudad y no invita a excursiones fuera del asfalto a pesar de su aspecto.

Dentro del acabado del interior la única diferencia real es el botón para cambiar entre el depósito de gasolina y el de GLP a la derecha de los mandos de la climatización. Es una operación que se puede realizar en cualquier momento, siempre que el motor se encuentre a la temperatura adecuada. Si no es así simplemente el interruptor no hará nada.

Maletero discreto

En el maletero en este caso no pierde capacidad por el depósito adicional de GLP y nos encontraremos con los mismos 356 litros para equipaje que aunque algo justos con respecto a otras alternativas del mismo tipo son suficientes para tareas urbanas y algunos viajes. EL acceso es cómodo y es posible abatir la banqueta trasera en dos partes. No podremos utilizar el doble fondo destinado a la rueda de repuesto pues ahí sí se encuentra el depósito de 19 kilogramos de GLP.

En el apartado de prestaciones lo primero es apreciar que Opel haya optado por la conversión a GLP de un motor con unas prestaciones bastante buenas con respecto al peso del coche. Los 140 caballos de la versión gasolina ya mueven el Mokka sin problemas, pero falta por ver cómo se comporta con su conversión para funcionar con GLP.

Al volante del Opel Mokka X GLP

El comportamiento del 1.4 con su combustible original es bastante suave aunque algo ruidoso en frío. Con respecto al modelo diésel que tuvimos la ocasión de probar le falta algo de empuje, sobre todo a bajas revoluciones (como es de esperar por las cifras de par y potencia de ambos) pero no es necesario subir excesivamente las revoluciones para encontrar buena respuesta.

En modo GLP no hemos notado apenas diferencia con respecto a su funcionamiento en gasolina, si acaso un pequeño titubeo a la ora de responder al acelerador y algo menos de nerivo en la zona alta del cuentarevoluciones, pero en la práctica y en un uso normal no hay diferencia. Bueno, sí que la hay ya que el GLP es bastante más barato que la gasolina.

El Mokka está homologado para consumir 7,7 kilos de GLP a los 100 kilómetros, que en la vida real se convierten en más de ocho. Eso hace que cuando recurrimos al GLP podremos recorrer hasta 100 kilómetros por un precio aproximado de 5 euros y medio, sensiblemente menos que si utilizamos gasolina.

La autonomía total si sumamos la del depósito de gasolina de 53 litros y los mencionados 19 kilos del de GLP es evidentemente mayor que el de un Mokka X de gasolina y puede rondar los 900 kilómetros si no exigimos demasiado del coche. En modo exclusivamente GLP la autonomía no supera los 240 kilómetros (el coche en eso es muy optimista).

Con estos datos está claro que el modo GLP lo destinaremos a movernos por la ciudad. Las razones son la baja autonomía del depósito, un precio muy competitivo del combustible y finalmente la escasa red de distribuidores de este combustible. Esto hace que viajar exclusivamente con GLP sea bastante complicado y tengamos que recurrir a la gasolina para hacer kilómetros en carretera sin preocupaciones.

Conclusiones

El Mokka ya nos pareció un SUV simpático, practico y con buenos acabados. Este modelo que hemos probado con materiales superiores nos ha gustado aún más con tactos mejorados y buenos materiales. Además el añadido de la adaptación al GLP hacen que el coche se convierta en aún más práctico, sobre todo en ciudad por las razones apuntadas de economía y radio de acción.

Tampoco hay que olvidar que el GLP es un combustible más ecológico que la gasolina y que esto conlleva algunas ventajas, sobre todo en las ciudades. La mecánica elegida para la adaptación nos ha parecido muy acertada, con buenas prestaciones sin llegar a ser entusiasmantes, pero lo ideal por características para un coche práctico y urbano como el Mokka.

Valoración final
7.7 NOTA
NOS GUSTA
Compacto y práctico
Buenos acabados
Ecología y economía gracias al modo GLP
A MEJORAR
Maletero un poco justo (más con el depósito GLP)
Algo ruidoso en frío
RESUMEN
Ante la necesidad de ir cambiando el parque automovilístico con vehículos más ecológicos el GLP es una opción interesante que además es buena para el bolsillo. Este Mokka es un buen ejemplo práctico y con toques de elegancia
Prestaciones7
Diseño8
Consumo8.5
Confort7
Sistema de infoentretenimiento8

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