Samsung quiere crear smartphones flexibles más resistentes gracias al cristal ultrafino

Samsung se ha asegurado un contrato de exclusividad con Dowoo, fabricante de cubiertas de pantallas flexibles de Cristal Ultrafino (UTG), cuya tecnología será utilizada en futuros smartphones de la conocida compañía surcoreana. Si hablamos de exclusividad, es que es una exclusividad, por lo que Dowoo no va a suministrar, al menos de cara a los próximos años, a otra compañía.

En la actualidad las pantallas flexibles presentan ciertas limitaciones en cuanto a su resistencia. De hecho, la pantalla del fallido Galaxy Fold estuvo protegida con plástico en lugar de cristal, por lo que podía ser arañada con facilidad. Sin embargo, a la compañía surcoreana no le quedó otra ya que, al menos hasta ese momento, no había sistemas de protección de cristal lo suficientemente flexibles como para cubrir la demanda técnica del Galaxy Fold.

Actualmente se cree que Dowoo es capaz de producir unas 500.000 pantallas al mes. A nivel de grosor se espera que se quede por debajo de los 100 micrómetros, pudiéndose situar en los 30 micrómetros, un grosor incluso inferior al del cabello humano. Pese a su extrema delgadez, en teoría tendría que ofrecer más resistencia que el polímero de plástico empleado en el Galaxy Fold, en especial frente a los arañazos.

Con este acuerdo de exclusividad, Dowoo recibirá 12.000 millones de dólares en inversión procedentes de Samsung Venture Investment, una cantidad de dinero con la que se espera pueda ampliar su capacidad de producción, reforzando sus instalaciones en Corea del Sur y construyendo nuevas en Vietman.

Veremos qué futuro le deparan a los móviles flexibles, pero apuntan a ser un mercado que va a ir creciendo poco a poco. Samsung espera vender entre cinco y seis millones de móviles flexibles en 2020, algo que muy posiblemente ponga a prueba a Dowoo en su capacidad de fabricar paneles protectores UTG. Con este acuerdo, Samsung se asegura que el proveedor no ande distraído con encargos de otros que podrían hacer que no sea capaz de suministrarle al nivel que necesita.

Tras el fiasco del Galaxy Fold, Samsung se ha visto obligada a tener que mover ficha para dotar a sus smartphones flexibles de una tecnología más resistente para aguantar mejor un uso normal de los dispositivos.