Conecta con nosotros

Noticias

Los procesadores Intel han aprendido a reconocer olores

Publicado

el

Un grupo de investigadores de Intel Labs y la Universidad de Cornell ha conseguido desarrollar el sentido del olfato en los chips neuromórficos Intel Loihi. No, se trata de un caso de nariz pegada a un procesador, que diría Quevedo, sino de algo mucho más complejo y profundo.

Según podemos leer en el informe que han publicado los investigadores se ha utilizado un sistema de aprendizaje profundo y de inteligencia artificial para que el chip Intel Loihi sea capaz de reconocer diferentes olores incluso en situaciones poco óptimas, es decir, en aquellos casos en los que por una u otra razón dichos olores se encuentren parcialmente bloqueados o camuflados.

Como habréis podido intuir el objetivo principal de esta investigación era crear un sistema que fuese capaz de reconocer olores peligrosos, incluso en condiciones complicadas, y el resultado ha sido, según los investigadores, todo un éxito, ya que su sistema tipo ha logrado interiorizar y aprender los olores con un número de muestras inferior (menor periodo de aprendizaje profundo), y ha demostrado una tasa de acierto superior.

El Intel Loihi puede reconocer diez olores diferentes

Loihi de Intel es, como ya os contamos en su momento, un procesador neuromórfico que está inspirado en el cerebro humano. Cuenta con 128 núcleos de computación y cada uno está acompañado de 1.024 neuronas artificiales, lo que nos deja un total de más de 130.000 neuronas y 130 millones de conexiones sinápticas. Impresionante, ¿verdad? Lo es, pero lo más llamativo es que gracias al uso de sistemas avanzados de aprendizaje profundo puede funcionar de una manera parecida a un cerebro humano.

En este estudio los investigadores de Intel Labs y la Universidad de Cornell lograron que dicho chip, apoyado por 72 sensores, aprendiese a reconocer diez tipos de olores diferentes que están presentes en elementos que se utilizan para la fabricación de drogas y narcóticos, explosivos y diferentes tipos de polímeros. Obvia decir que un sistema de este tipo podría servir para detectar la presencia de dichos tipos de sustancias incluso cuando estas se encuentran «camufladas».

Según la propia Intel los sistemas olfativos electrónicos basados en redes neuronales podrían utilizarse en un futuro para dar forma a dispositivos portátiles que ofrecerían una gran utilidad en diferentes sectores. Por ejemplo, un médico podría recurrir a ellos para detectar y diagnosticar enfermedades, el personal de seguridad de aeropuertos y los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad podrían apoyarse en ellos para descubrir drogas y armas, y también se podría emplear en sistemas domésticos de detección de humo.

La línea que separa la neurociencia de la inteligencia artificial es cada vez más delgada. Sistemas como Loihi de Intel han demostrado que el aprendizaje profundo y los algoritmos neurales tienen un valor enorme y que apenas hemos «arañado la superficie». Un chip capaz de reconocer olores es un interesante paso previo a otro que sea capaz de «pensar» y de tomar decisiones «por sí mismo».

Puede sonar descabellado, pero con los avances que hemos conseguido durante los últimos años tengo cada vez más claro que ese es el futuro que nos espera.

Editor de la publicación on-line líder en audiencia dentro de la información tecnológica para profesionales. Al día de todas las tecnologías que pueden marcar tendencia en la industria.

Lo más leído