Conecta con nosotros

Noticias

Twitch, derechos de autor y una gestión un tanto nefasta

Publicado

el

Twitch, derechos de autor y una gestión un tanto nefasta

>Mi relación con Twitch viene de lejos, me registré como usuario en 2014, aunque anteriormente ya veía algún directo, principalmente de simulación de vuelo. No fue hasta finales de verano de 2019, que empecé a consumir streams de manera más habitual, y recuerdo que fue el 11 de noviembre cuando un canal en concreto llamó mi atención más que el resto. Desde entonces tengo una cita diaria con la plataforma, y como miembro activo de la misma estoy viviendo las últimas horas con una mezcla de extrañeza y enfado. No por mí, no, por los streamers.
Y es que, aunque ya se había producido algún movimiento en días pasados, no ha sido sino en estas últimas horas que, por sorpresa, streamers de todo el mundo han empezado a recibir notificaciones, por parte de Twitch, en las que se les informa de que alguno de sus contenidos incluye música protegida por derechos de autor. Unas notificaciones que, desgraciadamente, no se quedan en un aviso y el borrado de los contenidos denunciados en base a la DMCA, sino que conllevan sanciones a los autores. Sanciones que pueden llegar a traducirse en un bloqueo permanente de la cuenta (permaban). Dicho de otra manera, en el cierre definitivo de los canales.

Se da, además, una circunstancia muy llamativa, y es que no se trata de contenidos generados de manera reciente, ni mucho menos. En algunos casos se ha denunciado a streamers por contenidos generados hace cinco años. Hablaba, por ejemplo, con Jose, amigo y reciente streamer, y me comenta, por ejemplo, de un clip de Nepentehz sobre FIFA, con una canción cuyos derechos tenía entonces Electronic Arts. El problema es que, con los años, EA Sports ya no tiene dichos derechos, y el streamer ha sido denunciado y sancionado por Twitch, tal y como él mismo ha contado en su cuenta de Twitter.

Peor aún, incluso en infracciones cometidas hace años, y sobre las que ni Twitch ni las gestoras de derechos se habían pronunciado hasta ahora, no se ha producido ninguna notificación previa a los streamers, no ha habido ni un solo Cease & Desist, ni una sola comunicación previa. Nada. Directamente las medidas punitivas y que, adoptadas por sorpresa, han sumido la comunidad streamer en una situación que combina indefensión, miedo, indignación y pena.

Indefensión porque, en el caso de streamers de Twitch que ya suman años de veteranía, o aquellos que aún en menos tiempo pero tienen una comunidad bastante activa, los clips (fragmentos de un máximo de 60 segundos extraídos de un directo) se cuentan por miles o decenas de miles. La solución «ideal» sería revisar todos esos clips, uno a uno, para detectar y eliminar todos aquellos susceptibles de ser denunciables por tener el fragmento de una canción con copyright.

Miedo, porque ante la incapacidad de acometer esa tarea, y el desconocimiento de si ya se han producido más denuncias que todavía están pendientes de ser enviadas. La noche del domingo al lunes muchos streamers de Twitch se han ido a dormir sin saber si, durante la mañana o la tarde del lunes, recibirán las temidas comunicaciones de infracción que, en el mejor de los casos, se traducirá en una mancha en su expediente. En el peor, en la acumulación de tres o más reclamaciones y, por lo tanto, en la pérdida definitiva de su canal.

Indignación y pena porque, en estas circunstancias, a muchos de ellos no les ha quedado más remedio que eliminar todos los clips de su canal. Recortes que, hasta ahora, permitían conocer la evolución de un canal a partir de estas pequeñas piezas, de estos «bocaditos» de stream que, a diferencia de las grabaciones de los directos, no son eliminados automáticamente tras el plazo restablecido. Recordatorios conservados con cariño por streamers y viewers, que debido al taxativo proceder de Twitch hoy se han borrado para siempre.

 

Twitch y los derechos de autor

Aquí quiero partir de una base, y es que soy consciente de que los términos de uso de Twitch especifican claramente a los streamers que solo deben usar, en sus directos, material que puedan emplear, más concretamente «Le pedimos a los autores que solo compartan contenido para el cual tienen los derechos necesarios«. Es lógico y comprensible que la plataforma vele por el cumplimiento de la legalidad y, con ello, se evite uno y mil problemas relacionados con la, ya polémica desde su nacimiento hace más de 20 años, DMCA.

El problema, y en este punto entiendo que debe haber influido de manera definitiva la presión por parte de las gestoras de derechos de autor, es el modo en que Twitch ha gestionado lo ocurrido. Acepto que el final de la historia, independientemente de su desarrollo, pasaría siempre por la eliminación de todos los clips con contenido protegido. Y es que, y realmente me sabe mal decir esto, la plataforma ha dado la espalda a los creadores, a los streamers sin los cuales, no sería absolutamente nada.

Y es que no ha sido hasta hace un par de horas, cuando gran parte del daño ya está hecho, que las cuenta oficial de soporte técnico de Twitch en Twitter han dado alguna explicación al respecto, un mensaje ha sido retuiteado por la cuenta oficial de la plataforma. Por cierto, y al respecto, hasta el momento ni una palabra por parte de la cuenta oficial de Twitch España. Esta es la explicación de la plataforma:


Desde el inicio de la pandemia, la cantidad de streamers y usuarios de Twitch ha crecido de manera muy acusada, ya que muchos profesionales de todos los campos (desde músicos a deportistas, pasando por youtubers) que se han visto forzados a poner en suspenso su actividad profesional, han encontrado en los directos de la plataforma una interesante vía de comunicación y, en no pocos casos, también de monetización. Sus gestores son conscientes de ello y han tomado algunas medidas, como el acuerdo con Soundcloud del que ya hablamos hace unas semanas.

Era razonablemente previsible, por lo tanto, que más miradas que nunca se posaran sobre Twitch, y eso incluye también a ese grupo de difícil calificación (dicho de otra manera, prefiero no opinar) que vela por los derechos de autor. Y me sorprende que no estuvieran preparados por si algo así ocurría, para combinar un estricto cumplimiento de la ley con, dado lo particular de las circunstancias, algún tipo de margen en la aplicación de las medidas punitivas. Desgraciadamente no ha sido así.

Acabo de dar una vuelta rápida por unos cuantos (bastantes) canales, espacios en los que normalmente se habla de videojuegos, de ocio, de la vida… y en el 90% de ellos (he hecho una comprobación rápida en 50 canales y esto ocurre en 45) el tema de la conversación son las infracciones masivas recibidas por parte de la comunidad de streamers. Unos streamers que, me consta, siempre han puesto en valor a Twitch, y aún no terminan de entender el golpe que han recibido por parte de la misma.

Soy consciente, y no quiero dejar de mencionarlo, de la difícil situación para Twitch. Quizá la base del problema, aunque esto es abrir un melón del tamaño de un campo de fútbol, es la DMCA, una norma dictada letra por letra por el lobby de los derechos de autor, y que permite el desarrollo de acciones coercitivas y punitivas muy, muy por encima del supuesto daño causado por sus presuntos infractores. Como la demanda de Metallica contra los usuarios de Napster (ahí estuve yo): matar moscas a cañonazos.

Sin embargo, no hay que perder de vista, y este es un punto clave, que hasta hace dos días (literalmente) Twitch ha consentido sin ningún problema una situación y, de la noche a la mañana, ha girado 180 grados, llevándose por delante a mucha gente en ese movimiento. Sin margen, sin un mínimo de flexibilidad, casi parece que olvidando que la historia de su éxito como plataforma de streaming no se podría haber escrito de no ser por los streamers. No puedes alimentarte de lo que hacen para, un buen día y súbitamente, castigarlos por ello.

Canal Anaïs Twitch

¿Y qué pasa con los streamers?

Para que se entienda mejor lo voy a contar con una historia personal. Como comentaba al principio de la noticia, mi relación con Twitch cambió de manera sustancial el 11 de noviembre de 2019 a eso de las 19.45. Era una tarde anodina en la que andaba buscando alguna distracción en Internet, lo que me llevó a buscar algún stream, y quiso el azar que en aquel momento diera con Anaïs, streamer del canal SweetAnaïs. Hablo de la persona que, en la noche del domingo, ha publicado este tweet:

Obviamente el tweet ha sido solo una pequeña parte de la reacción ante lo ocurrido. El grueso de la misma lo comparten la respuesta emocional a un inesperado ataque por parte de una plataforma que sí, le ha dado mucho, pero a la que ella también ha aportado, y la acción inmediata que han tenido que tomar muchos streamers, borrar de un plumazo todo su historial de clips. Centenares, miles incluso de recuerdos que, gracias a la DMCA, ya no existen.

El funcionamiento de la galería de clips para su borrado, durante toda la noche del domingo y la madrugada del domingo al lunes, ha sido extremadamente irregular. Y es normal, el CPD de Twitch debía estar funcionando al 125% de su capacidad. La odisea de los clips, podríamos llamarlo. Muchos streamers han pedido a sus viewers que les ayuden borrando los clips que ellos mismos han creado en el pasado.

Hablo del caso de Anaïs porque es el que más directamente he vivido, por la amistad que tengo con ella, pero sé que durante la noche del domingo y hoy lunes se han vivido miles de historias similares. La propia empresa, en su canal de Twitter, habla de una demanda masiva. El problema es que, cuando empleamos ese término, en ocasiones se nos olvida que cada unidad de ese «masiva» es una persona. Y creo que el gran error de Twitch, en este caso, ha sido tratar a sus streamers del mismo modo en el que lo han hecho los denunciantes. Y me parece un error de bulto y difícilmente justificable.

Hoy lunes, como todos los días, no faltaré a mi cita vespertina con Twitch, pienso seguir disfrutando de la plataforma y apoyando a los streamers como Anaïs tanto como esté en mi mano. Pero eso no quita que sí, de acuerdo, muchos streamers han recibido strikes (término que viene de Youtube, en realidad), pero de lo que quizá no es tan consciente la plataforma, es de que, por todo lo criticable de su manera de actuar, Twitch también han recibido una enorme cantidad de strikes por parte de la comunidad, y me preocupa el efecto que puedan tener en el futuro.

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

Lo más leído