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Este compuesto químico tiene una capacidad de memoria parecida a la del cerebro humano

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dióxido de vanadio

La memoria es una de las capacidades humanas más importantes, y curiosamente también lo es para el mundo de la tecnología y la informática. Piensa que cuando enciendes el ordenador y empiezas a utilizarlo la RAM trabaja de una manera similar a como lo hace la memoria humana, salvando las distancias, obviamente, y lo mismo ocurre con otros dispositivos que parten de la misma estructura interna.

No es posible alcanzar el nivel de la memoria humana con componentes informáticos, pero un grupo científicos de la «École Polytechnique Fédérale de Lausanne» (EPFL) en Suiza han hecho un descubrimiento que podría ser clave para acercarnos un poco más a ese objetivo, al menos en teoría, os cuento por qué.

Ese grupo de científicos descubrió recientemente, y de manera accidental, un compuesto químico que se puede utilizar en electrónica para recordar estímulos físicos durante un periodo de tiempo determinado, siempre que se utilice de forma correcta. Obvia decir que esto podría tener un impacto enorme en el mundo de la memoria utilizada en dispositivos electrónicos.

El descubrimiento tuvo lugar cuando el estudiante de doctorado Mohammad Samizadeh Nikoo estaba investigando las transiciones de fase en el dióxido de vanadio. Quería descubrir cuánto tiempo tarda el material en pasar de un estado a otro, y vio que cuando el material alcanza los 68 grados centígrados experimenta una fuerte transición de aislante a metal. Sus pruebas consistieron en aplicar una corriente eléctrica a un material, que lo calienta y hace que cambie de estado a medida que se mueve de un lado al otro. Una vez que pasa la corriente, el material se enfría y vuelve a su estado original.

Después de realizar centenares de mediciones, el estudiante detectó que se producía un efecto de memoria en la estructura de este compuesto, y es que cuando se aplicaba un segundo pulso de corriente al material este tardaba un cierto tiempo en cambiar de estado, y ese retraso estaba relacionado directamente con su historial de cambios, es decir, presentaba una especie de memoria relacionada con el «trato» que había recibido.

Según el profesor Elison Matioli, el dióxido de vanadio parecía capaz de recordar la primera fase de transición de estados y de anticipar la próxima, algo simplemente impresionante que equivale a una especie de memoria que está directamente relacionada con la estructura física de este compuesto. En pruebas posteriores descubrieron que el material era capaz de recordar el estímulo más reciente que había recibido, y que esa memoria se mantenía durante un periodo de tres horas, aunque por desgracia el equipo no contaba con todo el equipamiento necesario para realizar mediciones más avanzadas.

Este descubrimiento convierte al dióxido de vanadio en un compuesto con gran potencial en el mundo de la electrónica, ya que esa capacidad de memoria podría tener importantes implicaciones en el sector, aunque de momento no se contempla su aplicación a ningún proyecto concreto, y es comprensible ya que este descubrimiento todavía está «en pañales».

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