La Starship de Space X ya está a las puertas del cielo

Ya llevamos unos cuantos años hablando de la Starship, el conjunto de propulsor de lanzamiento y nave espacial de Space X que, si no se tuercen los planes de dicha compañía y de la NASA, será la protagonista de la segunda gran edad de la exploración espacial tripulada por el ser humano. Con el objetivo puedo en la Luna para esta década y en Marte para la próxima, es bastante posible que esta nave sea la gran protagonista de algunos de esos episodios.

Cuando digo que llevamos años hablando de ella, esto es importante aclararlo, no es una crítica, es decir, no estoy afirmando ni dando a entender que esto vaya demasiado despacio. En todo caso digo que va a la velocidad a la que ya estamos acostumbrados en casi todo lo que tiene que ver con salir de nuestro planeta, como hemos recordado recientemente, por poner un ejemplo, con la puesta en funcionamiento del James Webb, una obra maestra de la ingeniería pero que, durante su gesta, ha ido acumulando retrasos e incrementos en el presupuesto de manera constante.

Sí que es cierto que los planes de Space X con respecto a la Starship eran un tanto más ambiciosos, al menos en lo referido al tiempo, pues allá por septiembre de 2019 la empresa afirmaba que su objetivo es que la nave alcanzara la órbita terrestre en tan solo seis meses desde entonces. Obviamente la llegada de la pandemia ha tenido bastante que ver con parte del retraso, pero por otra parte tenemos lo que ya comentaba antes, casi todo lo relacionado con la exploración espacial, y más aún si implica innovación, suele estar sujeto a grandes retrasos.

Pero nunca es tarde si la dicha es buena, como nos recuerda el refranero, y según podemos leer en Cnet, tras las numerosas pruebas que se han ido llevando a cabo desde el año 2020, parece que el primer viaje al espacio de Starship, impulsado por el propulsor Super Heavy está cada vez más cerca. Tanto que SpaceX ya está revisando algunos de los elementos finales de su lista de verificación y que, en consecuencia, el lanzamiento podría tener lugar durante las próximas semanas.

Esta es una prueba de fuego, nunca mejor dicho, pues debemos recordar que va a ser la primera vez que el propulsor Super Heavy (en esta ocasión un prototipo totalmente funcional del mismo) activa la friolera de sus 33 motores, capaces de elevar verticalmente la Starship, recordemos, una bestia de casi 120 metros de altura y que puede llegar a pesar, con su máximo de carga, hasta 5.000 toneladas. Los motores, como ya sabes, son un elemento singularmente crítico en los vehículos espaciales, por el rendimiento que deben proporcionar y, al tiempo, las condiciones que deben soportar  de manera totalmente segura.

Si todo sale bien con la prueba que se va a llevar a cabo próximamente, se espera que las autoridades estadounidenses concedan a Space X las autorizaciones necesarias para que, finalmente, la Starship ya pueda ser utilizada comercialmente. Y a la espera de las mencionadas misiones de exploración espacial, casi con total seguridad su primer cometido será la puesta en órbita de los satélites de Starlink, altgo para lo que la compañía ya solicitó autorización hace alrededor de un año.