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Dwarf Fortress, un ejemplo inspirador

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Dwarf Fortress, un ejemplo inspirador

Al leer sobre Dwarf Fortress he recordado, de inmediato, algo que leí hace ya muchos años (probablemente más de 20) en un libro sobre desarrollo de videojuegos. En el mismo se afirmaba, prácticamente al principio, que Tetris había marcado el final de los juegos de éxito desarrollados por una sola persona, que la evolución del sector de los videojuegos no permitiría que algo así volviera a ocurrir en el futuro.

Ojo, no es una crítica al autor, pues en aquel momento todo parecía indicar que llevaba razón. La de los videojuegos empezaba a ser una industria de grandes presupuestos, grandes títulos y grandes lanzamientos, algo que, claro, conllevaba grandes equipos. Los gráficos, especialmente desde la llegada de las tarjetas gráficas y aceleradoras con soporte de 3D, empezaron a perseguir el realismo, lo que nos lleva al punto actual, con títulos como Microsoft Flight Simulator, que nos siguen dejando con la boca abierta.

Sin embargo, y aunque vivimos tiempos de gráficos impresionantes, también podemos encontrar otros títulos bastante más humildes a ese respecto pero que, por razones de lo más diversas, han logrado convertirse en éxitos arrolladores. Stardew Valley, Undertale, Fez, Papers, Please o Dust: An Elysian Tale, por no citar el título más vendido de la historia, Minecraft, que ahora cuenta con un equipo de desarrolladores pero que, en sus orígenes, fue creado por una sola persona.

Dwarf Fortress, un ejemplo inspirador

En este caso no es así… pero casi, ya que Dwarf Fortress ha sido creado por  dos hermanos, que se han tomado más de 20 años para completarlo. Eso sí, es importante aclarar que los hermanos Tarn y Zack Adams no han esperado a completarlo para publicarlo. Lo cierto es que una primera versión del juego, un simulador de gestión y construcción con temática de fantasía se lanzó en 2006, si bien era una versión muy básica del mismo que ni siquiera contaba con gráficos, que no llegaron al mismo hasta el año pasado, con imágenes creadas con mosaicos de pixel art planos.

En este caso el tesón de los hermanos sin duda ha dado su fruto pues, según han comunicado ellos mismos, para enero de 2023 los ingresos de Dwarf Fortress fueron de 7.230.123,58 dólares. Sí, has leído bien, más de siete millones de dólares, sin duda un éxito absoluto que, entre otras cosas, ha permitido que los hermanos sumen a una tercera persona al equipo de desarrollo, lo que nos permite pensar tanto que seguirán trabajando en mejorar Dwarf Fortress (ojalá se planteen traducirlo a más idiomas), como que ya se plantean otros futuros desarrollos.

 

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Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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