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Análisis

Samsung Odyssey Ark, análisis: La ambición en forma de monitor Gaming

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Los principales fabricantes de monitores apuestan cada vez por modelos más rompedores, buscando ya no solo ofrecer paneles innovadores, sino también funciones más propias de una Smart TV que de un monitor para el ordenador, aunque no es una mala estrategia: los usuarios pedimos cada vez más cosas a nuestros monitores, especialmente los más jugones. Con este contexto, Samsung envía un mensaje de ambición el Samsung Odyssey Ark es un monitor curvo de 55 pulgadas y 4K, además de todas las capacidades de un monitor Gaming para cumplir con los estándares más exigentes.

Lo primero que llama la atención del Samsung Odyssey Ark llega sin siquiera abrir la caja: su tamaño es enorme, a la altura de Smart TVs de grandes pulgadas para salas de estar. Su montaje, aunque sencillo, requiere que solicitemos ayuda a alguien, debido a sus dimensiones y peso. Ya instalado el monitor en su stand y colocado en la mesa, necesitaremos instalar también el dispositivo One Connect, que es la unidad responsable de centralizar las conexiones y gobernar el monitor, junto a sus dos mandos de control.

La configuración es sencilla, el Samsung Odyssey Ark responde perfectamente a los primeros pasos, e incluso nos atrevemos a hacer alguna prueba poniendo el monitor en vertical. Su adaptabilidad no defrauda, aunque profundizar en sus configuraciones ya si requiere de bastante maestría. Una vez llegado el punto de configuración deseado, el sistema lo recuerda para una de las salidas que tengas configuradas (PC, trabajo, consola,…), lo que facilita enormemente su uso. También hacemos uso del mando para conectarnos al HUB de Samsung. Puede no ser una ventaja en un primer momento, al estar acostumbrados a monitores sin aplicaciones ni servicios, pero una vez lo pruebas, es difícil volver atrás.

Las características del panel no son las de un panel cualquiera, y es que este monitor utiliza tecnología Quantum Matrix MiniLED , marca del fabricante coreano, que permite una gran profundidad tanto en escenas oscuras como claras, por no hablar de su velocidad de respuesta (1 ms) y su tasa de refresco (165 Hz). Todo esto da como resultado un monitor que luce espectacular, que responde increíblemente rápido y que ofrece una experiencia muy inmersiva.

Para las pruebas de uso hemos realizado usos en Gaming, películas/series y uso orientado a trabajo y productividad. No hace falta resaltar que este monitor está orientado a jugar, pues además de su tiempo de respuesta y su tasa de resfresco, incorpora tecnología de AMD FreeSync (también es compatible con Nvidia G-Sync), que eliminará el stuttering y el teraring. Desde shooters hasta Rocket League, o incluso Elden Ring, el monitor luce espectacular en todos ellos (en el caso de los shooters, puede llegar a abrumar la pantalla). Está claro que el monitor se ha pensado para este uso, y el monitor cumple con lo prometido. En el apartado de series, nada que objetar, únicamente resaltar que la experiencia del usuario es la misma que la de estar en el salón con una Smart TV de gran calibre.

Para el apartado de productividad, y utilizándolo para un día en la oficina, no vemos grandes mejoras con respecto a un escritorio con múltiples pantallas. Era de esperar, ya que se trata de un único monitor que no da lugar a más pantallas. Esto se puede subsanar con el uso del modo MultiView, pero este modo está más pensado para el uso de múltiples salidas o aplicaciones con el Hub de Samsung, que para tener muchas salidas en un mismo equipo.

Con el modo Cockpit (en vertical) convertimos nuestro monitor en un panel vertical que nos envuelve (literalmente). Tiene su utilidad en muchos casos orientados a productividad o a uso combinado del PC (por ejemplo, navegando por internet más disfrutar de contenidos de Youtube, Twitch o Netflix). En cuanto a jugar, creemos que es perder bastante resolución jugar en vertical (ocupando total o parcialmente el monitor), aunque hay juegos que podrían sacarle provecho a este formato.

Las ventajas están orientadas sobre todo al Gaming y a las capacidades del monitor. En la parte de Gaming ya está todo dicho: se trata de un monitor curvo de última gama. Si estáis considerando una pantalla curva para jugar en el PC, con Odyssey Ark no te equivocas. En cuanto a las capacidades del monitor, tanto la adaptabilidad para ponerse en vertical cuando lo queramos como el modo MultiView o sus funciones de Smart TV, brindan al monitor un sinfín de funciones para que se adapte a tus necesidades.

Como principal desventaja, obviamente, está su precio: 2.999 euros. No se trata de un monitor para todos los bolsillos, y posiblemente mucha gente vea esta cantidad exagerada para este tipo de periféricos. Por otro lado, y aunque una de sus ventajas sea ser compatible con vistas múltiples, es algo que se puede hacer perfectamente con varios monitores. El modo MultiView, además, no permite más de 2 entradas HDMI a la vez, y el hecho de que no tenga entradas DisplayPort complica el disponer de entradas 4k que aprovechen esos 165 Hz que ofrece el panel.

Hemos disfrutado mucho probando el monitor, creemos que se trata de una apuesta fuerte por parte de Samsung, pero consideramos que su precio está muy por encima de lo que los usuarios estarían dispuestos a dejarse por un monitor. En el caso de que este monitor encaje dentro de vuestro presupuesto, definitivamente no os defraudará.

Valoración final
8.3 NOTA
NOS GUSTA
Configuración sencilla
Gran profundidad en escenas
Experiencia inmersiva
A MEJORAR
La productividad no es su fuerte
Máximo 2 entradas en modo MultiVew
Precio elevado
RESUMEN
Sin duda se disfruta jugando con este monitor pero merece la pena reconsiderar una inversión tan elevada.
Calidad de construcción9
Diseño y acabados9
Instalación y configuración8
Características9
Calidad/Precio6.5

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