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Cómo evitar que tu PC vaya cada vez más lento

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Con el paso del tiempo muchos usuarios acaban notando que su PC funciona cada vez más lento, un problema que en algunos casos puede llegar a ser tan molesto que no tienen más remedio que recurrir a un profesional para devolver esa fluidez que tenía su equipo cuando lo compraron. También me he encontrado casos en los que incluso PCs recién comprados ya muestran, desde el principio, una cierta lentitud, aunque por suerte esto no es lo habitual.

El simple uso de un PC puede ser más que suficiente para hacer que se vaya ralentizando con el tiempo, pero también hay otra serie de factores que pueden influir y que, al final, pueden marcar una diferencia importante. Para que os hagáis una idea, estuve utilizando una instalación de Windows 10 durante unos cinco años sin ningún tipo de problema, nunca noté la más mínima pérdida de rendimiento, y sin embargo otras personas de mi entorno tuvieron problemas de este tipo incluso en menos de un año.

Windows 10

He querido poner este sencillo ejemplo para que tengáis una cosa clara desde el principio, y es que un PC no empieza a ir lento sin un motivo, y que en la mayoría de los casos el principal culpable suele ser el usuario. Sí, ya sé que a nadie le gusta reconocer que no sabe utilizar bien un PC, de hecho en la mayoría de los casos, cuando alguien me ha pedido ayuda, ha negado lo evidente incluso al ponerle delante de sus narices que había visitado sitios web que no debía, o que había hecho cosas nada recomendables con el equipo.

Partiendo de esta base, hoy quiero responder a una pregunta que me han hecho en muchas ocasiones, y que creo que es muy interesante y que os puede ser de gran ayuda, cómo evitar que un PC funcione cada vez más lento. Lo ideal, para cumplir ese objetivo de mantener el PC con la frescura del primer día, es que apliquéis de forma simultánea todos los consejos que váis a ver a continuación, ya que si solo ponéis en práctica algunos de ellos puede que el resultado final no sea todo lo bueno que debería, y que cabe la posibilidad de que se acabe ralentizando de todas formas, aunque de una forma menos marcada.

Cuida de tu PC y haz un uso adecuado del mismo

Esta es, en esencia, la mejor manera de mantener en buen estado un ordenador, no hay más. Con el paso del tiempo es probable que acaben surgiendo fallos y problemas que no son culpa del usuario, y es normal porque cada componente tiene una vida útil determinada, pero lo normal es que esto no ocurra hasta dentro de muchos, muchos años.

Seguro que te preguntas qué es lo que entendemos por cuidar y hacer un uso adecuado de un PC. Puede que cada persona tenga su propia forma de enfocar este tema, pero la verdad es que no es un concepto complicado. Con todo, es verdad que es algo que va más allá del nivel básico que aplican la mayoría de los usuarios en su día a día.

Podemos decir que bajo esta idea agrupamos una serie de claves que son fundamentales para mantener un PC en buen estado, y para evitar que este se ralentice con el paso del tiempo. Para que todas queden claras, y para que os resulten fáciles de entender, vamos a ver un listado completo y profundizaremos sobre ellas. Algunos de estos puntos también te ayudarán a mejorar el rendimiento de tu PC.

Claves que definen el cuidado y el buen uso de un PC

  • Encenderlo y apagarlo correctamente, evitando apagados directos y reseteos salvo que estos sean necesarios por razones específicas, como por ejemplo el bloqueo del equipo o un fallo de estabilidad que nos obligue a resetearlo. Un cuelgue sería uno de los mejores ejemplos que podemos poner en este punto.
  • Mantenerlo protegido ante posibles picos de tensión, ya sean subidas o bajadas, porque pueden afectar al rendimiento del equipo y que, en el peor de los casos, podrían acabar produciendo daños en los componentes y acabar con la vida de nuestro PC. Si vives en una zona donde los fallos eléctricos son frecuentes te recomiendo directamente comprar un SAI.
  • Evitar el acceso a sitios web dudosos y la descarga de contenidos peligrosos que puedan representar un riesgo para nuestro PC, que normalmente pueden producir una infección por malware o de adware. Este tipo de infecciones pueden reducir enormemente el rendimiento del PC, e incluso impedirnos hacer determinadas cosas.
  • No instales una enorme cantidad de aplicaciones ni dejes que estas consuman recursos en segundo plano. Incluso si las vas a utilizar, ten en cuenta que estas pueden drenar bastantes recursos y ralentizar considerablemente tu equipo, así que lo ideal es que mantengas un mínimo de control sobre ellas, y que no dejes que carguen de inicio salvo que sean de enorme utilidad para ti.
  • Mantén el PC actualizado, tanto a nivel de drivers como de sistema operativo, pero instala únicamente software y controladores en sus versiones finales, evita las versiones beta y no seas el primero en instalar nuevas versiones. Es mejor esperar un tiempo prudencial para que, si existen errores no identificados, no seas el primero en sufrirlos.

actualizaciones para evitar que tu PC vaya cada vez más lento

  • Haz revisiones y mantenimientos regulares del PC a nivel de software, aunque sea a nivel básico. Esto incluye la actualización de drivers, aplicaciones y sistema operativo, y también la realización de ciertas tareas básicas, como la optimización de las unidades de almacenamiento, la realización de un análisis exhaustivo y completo de malware y medición de las temperaturas de trabajo de los componentes más importantes.
  • Realiza mantenimientos físicos del PC, concretamente lo ideal es hacer una limpieza de polvo y suciedad a nivel interno al menos una vez al año, y cambiar la pasta térmica y las almohadillas térmicas cuando sea necesario. Incluso con una limpieza básica de polvo y suciedad en ventiladores y otros componentes sensibles podremos notar una mejora importante de las temperaturas, y cambiar la pasta térmica es básico para garantizar el correcto funcionamiento y mantener el rendimiento del procesador y del núcleo gráfico.
  • Cuidado con el overclock y con las aplicaciones que prometen mejorar el rendimiento, en el primer caso este puede acabar empeorando el rendimiento e incluso dando problemas de estabilidad si apuras mucho y te metes en un nivel inadecuado para tue quipo. En el segundo caso, muchas de esas aplicaciones que prometen milagros realmente no hacen nada y se limitan a mostrarte publicidad. En otros casos, puede que te acabes encontrando con una infección de malware, o de adware.

Vida útil de un PC: el tiempo no pasa en vano, y es normal

El paso del tiempo es otro de los factores más importantes que puede influir en el rendimiento de un PC. En este sentido, es totalmente normal que, con el paso del tiempo, notemos que nuestro equipo va perdiendo facultades, sobre todo cuando cambiamos a un sistema operativo más actual o cuando utilizamos aplicaciones nuevas. Sin embargo, esto es algo que no debe ocurrir a los pocos meses de comprarlo, salvo que hayamos adquirido una configuración que no se ajusta a nuestras necesidades reales.

Lo normal, en este caso, es que notemos esa pérdida de facultados muy a largo plazo. Por ejemplo, cuando actualicé a un PC con un Intel Core i5-4690K, 16 GB de RAM y una GeForce GTX 970 no empecé a notar nada negativo hasta que empezaron a llegar títulos que aprovechaban mejor el potencial de PS4 Pro y Xbox One X, y mi equipo dejó de ser capaz de mover juegos en 1080p con calidad máxima y mantener 60 FPS totalmente estables. Esto no fue culpa mía, yo utilizaba el PC de forma adecuada y lo mantenía en buen estado, pero al final era normal que este fuese cada vez más lento en juegos.

Esto también puede ocurrir cuando utilizamos otras aplicaciones que son más exigentes, y que requieren de un hardware más potente, o cuando actualizamos a un sistema operativo que tiene unas necesidades superiores a las del que veníamos utilizando. Os pongo un ejemplo reciente que, al final, tuve que solucionar con un «rollback». Un conocido decidió aceptar la invitación de Microsoft de actualizar su portátil a Windows 11, ya que este era compatible.

A priori parece una buena idea, pero lo malo es que su portátil solo tenía 4 GB de RAM y montaba un Intel Celeron N4100, un chip de bajo consumo y bajo rendimiento que no estaba a la altura de las exigencias reales de Windows 11, por mucho que este sea compatible. No había solución posible a esta situación más allá de volver a Windows 10, y eso fue lo que hice para que su PC dejase de ir tan sumamente lento, regresar a un sistema operativo menos exigente.

Mantener nuestro PC actualizado y en buen estado puede ayudarnos a reducir el impacto que tendrá el paso del tiempo en su rendimiento, pero tened claro que al final lo único que realmente nos ayudará a «vencer» al tiempo será actualizar los componentes del equipo o comprar uno totalmente nuevo, sin más.

Reinstalar el sistema operativo: ¿milagro o mito?

No es un mito, ni mucho menos. Reinstalar el sistema operativo puede hacer que un equipo que funcionaba con una lentitud extrema recupere esa fluidez que tenía hace años, esto es un hecho constatado y confirmado, y resulta tan efectivo que incluso hay personas que recomiendan hacer una reinstalación de Windows cada uno o dos años.

Por desgracia, esa recomendación sí que es un mito, y además puede acabar dando problemas a los usuarios con menos conocimientos. Hay que tener en cuenta también que reinstalar el sistema operativo no supondrá ninguna mejora si la pérdida de rendimiento que hacía que nuestro PC funcionase cada vez más lento se debe a un problema de hardware, o a un conflicto presente a este nivel que no se puede resolver vía software o drivers.

Reinstalar el sistema operativo puede ser una opción muy útil cuando notas que tu PC va muy lento y no tienes claro qué hacer, ni dónde puede estar el problema. De hecho, puede ser incluso más rápida y efectiva que ponerte a trastear para encontrar fallos y luego tener que resolverlos. Sin embargo, esto no quiere decir que tengamos que reinstalarlo cada cierto tiempo, solo debemos recurrir a esto cuando sea estrictamente necesario, y no establecerlo como una rutina anual.

Os vuelvo a poner como ejemplo mi caso. Como he dicho, estuve utilizando Windows 10 durante unos cinco años sin tener el más mínimo problema de rendimiento, solo experimenté pequeños problemas con las actualizaciones por los drivers del chip de sonido de la placa base, y pude solucionarlos volviendo a los drivers anteriores. No hice nada especial, me limité a navegar por páginas web de confianza, a no descargar ni instalar archivos de fuentes dudosas, a instalar juegos desde plataformas de confianza, como Steam y Good Old Games, y a evitar otras fuentes claras de malware.

También mantuve el equipo actualizado en todos los sentidos, aunque esperando un tiempo prudencial para asegurarme de que las actualizaciones estaban en buen estado, y realicé revisiones y mantenimientos básicos a nivel de hardware. Esta sigue siendo mi rutina habitual para cuidar de mis PCs:

  • Limpieza de polvo y suciedad cada seis meses.
  • Cambio de pasta térmica en la CPU cada dos años.
  • Limpieza de pasta térmica en la GPU cada tres años y revisión de almohadillas térmicas.
  • Revisión del correcto estado del cableado y del estado físico de los componentes.
  • Pruebas de estrés cada y mediciones de temperatura y de alimentación cada seis meses.

Siguiendo todas las recomendaciones que has leído en este artículo evitarás que tu PC vaya cada vez más lento, podrás mantenerlo en buen estado y alargarás en gran medida su vida útil. Ten en cuenta que esto también hará que los componentes mantengan un mayor valor a la hora de venderlos en el mercado de segunda mano, algo muy importante y útil si en algún momento decides actualizar y venderlos para ganar algo de dinero que te ayude a sufragar el coste de esa renovación de componentes.

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