Guías
Guía para montar un PC gaming perfecto para 1080p por 614 euros
El precio de los componentes para ordenador ha bajado considerablemente en las últimas semanas, y esto ha permitido que por fin sea posible montar un PC gaming perfecto para jugar en 1080p con calidades máximas, y con una fluidez total, sin tener que hacer una gran inversión, y sin que nos veamos obligados a asumir sacrificios importantes para ajustar mejor el precio.
Si estabas esperando para comprar un nuevo PC gaming o para llevar a cabo una renovación profunda de tu equipo la verdad es que estás de suerte, porque este es un buen momento para hacerlo. El precio de las tarjetas gráficas ha bajado mucho, y modelos que son perfectos para jugar en 1080p pero que antes superaban los 300 euros ahora se pueden encontrar por poco más de 200 euros.
También debemos tener en cuenta que el precio de los procesadores continúa en una clara tendencia a la baja, y que tanto las memorias RAM como las unidades de almacenamiento SSD han caído de forma drástica. Es lo que os he comentado al principio, que la bajada de precios ha sido generalizada, y esto ha marcado una gran diferencia a la hora de configurar y montar por piezas un PC gaming ideal para jugar en 1080p.
Hace apenas unos meses la configuración que vamos a ver en esta guía nos habría costado fácilmente unos 800 euros, y ahora podemos conseguirla por solo 614 euros. Con ella podremos jugar en 1080p de forma totalmente óptima a cualquier título actual, y en muchos casos también tendremos una experiencia muy buena si subimos la resolución 1440p, aunque este no sea el objetivo del equipo.
Plataforma y consideraciones previas de este PC gaming para 1080p
Para poder montar un PC que sea capaz de mover juegos a la perfección en 1080p necesitamos cumplir con una serie de requisitos muy claros. Por un lado, este equipo debe contar con una CPU que tenga 6 núcleos y 12 hilos, ya que este es el nivel óptimo para cualquier juego actual, y tiene que tener también un IPC elevado puesto que, de lo contrario, podría producirse una pérdida de rendimiento considerable.
También es necesario contar al menos con 16 GB de memoria RAM, ya que este se ha convertido en el nuevo mínimo óptimo que debemos cumplir para poder jugar con todas las garantías tanto a los juegos actuales como a los que están por venir, y dicha memoria debe funcionar a una frecuencia elevada y tener unas latencias ajustadas. Obviamente no podemos olvidarnos de configurarla en doble canal.
Por lo que respecta a la tarjeta gráfica, está claro que este será el pilar central del equipo. Dado que vamos a jugar en 1080p no necesitamos irnos a la gama alta, nos basta con un modelo de gama media, pero debemos tener cuidado ya que los juegos de última hornada están siendo cada vez más exigentes, y esto hace que modelos como las Radeon RX 6500 XT y las GeForce GTX 1650 Super empiecen a tener problemas.
En cuanto al almacenamiento, cualquier PC gaming que se precie, ya sea para jugar en 1080p o en 4K, debe contar sí o sí con un SSD, ya que este reducirá notablemente los tiempos de carga y también evitará problemas de carga lenta de texturas, popping y otros errores y pérdidas de rendimiento relacionadas con el streaming de assets procedentes de la unidad de almacenamiento. Su capacidad mínima para evitar problemas debe ser de 1 TB.
Teniendo en cuenta que queremos ajustar el presupuesto lo máximo posible, pero que al mismo tiempo no vamos a renunciar a un equipo equilibrado que cumpla con todos esas claves que hemos visto, hemos optado por la plataforma AM4 y por una tarjeta gráfica Radeon RX 6000 de AMD. El motivo es muy sencillo, ofrecen un excelente valor precio-prestaciones, y todavía tienen asegurada una larga vida útil.
Placa base: GIGABYTE B550M Aorus Elite
He escogido esta placa base por que es, al momento de escribir esta guía, una de las mejores que podemos encontrar dentro de su rango de precios, por su buena calidad de construcción y porque cuenta con todas las prestaciones que vamos a necesitar. También nos deja margen más que suficiente para poder ampliar el equipo a medio y largo plazo sin tener que preocuparnos por nada.
La GIGABYTE B550M Aorus Elite monta un chipset de gama media bastante completo, tiene cuatro ranuras de memoria RAM DDR4 que puede funcionar a un máximo de 4.733 MHz, tiene una ranura PCIe reforzada, cuenta con dos ranuras M.2 NVMe PCIe para unidades SSD, dispone de un sistema de alimentación digital de 5 + 3 fases y está fabricada bajo las premisas de la serie Ultra Durable de GIGABYTE.
También dispone de sonido integrado y tiene disipación pasiva en las zonas clave de la placa base (VRM y chipset). Muy completa y equilibrada por lo que cuesta. Podemos comprarla por 110,99 euros.
Procesador: Ryzen 5 5600
Sé que muchos os preguntaréis por qué no he escogido el Ryzen 5 5500, y la respuesta es muy sencilla, porque el Ryzen 5 5600 tiene un IPC mucho mayor, porque está rebajado a un precio muy bueno, y porque soporta el estándar PCIe Gen4. Esto último es clave para no hacer cuello de botella a la tarjeta gráfica que vamos a elegir, aunque sobre ello hablaremos más adelante.
El Ryzen 5 5600 es un procesador de gama media que ofrece un rendimiento excelente gracias a su alto IPC, cumple con el nivel recomendado de 6 núcleos y 12 hilos que necesitamos para mover de forma óptima juegos actuales, funciona a una frecuencia de hasta 4,4 GHz y viene con un sistema de refrigeración bastante modesto que, sin embargo, será suficiente en juegos.
Quiero hacer especial hincapié en este tema. Os puedo confirmar que, con el disipador de referencia que incluye, el Ryzen 5 5600, sus temperaturas de trabajo se mantendrán en valores totalmente seguros en juegos, puesto que nunca llegará a estar al 100% de carga de forma sostenida en este tipo de tareas. De media, lo veremos moverse en la franja de los 65 y los 75 grados, dependiendo de la carga que represente cada juego en concreto.
Comprar un ventilador de mayor calidad es una opción, ya que reducirá las temperaturas de trabajo considerablemente, pero no es imprescindible. Con el Ryzen 5 5600 este PC gaming no se verá lastrado en juegos bajo resolución 1080p, y no tendremos ningún cuello de botella con la tarjeta gráfica que lo acompañará. Podemos comprarlo por 148 euros.
Tarjeta gráfica: Radeon RX 6600 con 8 GB de memoria gráfica
Las GeForce RTX serie 30 tienen todavía precios demasiado altos, y esto nos obliga a mirar directamente a la serie Radeon RX 6000. En ella, la Radeon RX 6600 ofrece un valor tan bueno por el precio que tiene actualmente que, en general no tiene rival. Su rendimiento en rasterización es tan bueno que queda solo un poco por debajo de una GeForce RTX 2060 Super en resolución 1080p.
Sus 8 GB de memoria gráfica son toda una garantía también de que podremos jugar en 1080p sin tener que preocuparnos por la calidad de las texturas, ni por los ajustes gráficos del juego. No es un modelo especialmente capaz en trazado de rayos, así que será mejor que nos olvidemos de esta tecnología, pero la verdad es que lo compensa con su potencia bruta y con su bajo precio.
La Radeon RX 6600 Pulse de Sapphire es la mejor opción, porque tiene un tamaño muy compacto, está bien refrigerada, cuesta solo 205,90 euros y viene con el juego The Last of Us Part I gratis. Con ella podremos jugar a cualquier título actual en 1080p y calidad máxima manteniendo una fluidez total, y cuando empiece a perder facultades podremos activar el FSR2.
Memoria RAM: Corsair Vengeance LPX 16 GB a 3.200 MHz CL16
Todavía es posible jugar sin problemas a casi todos los juegos que existen actualmente en el mercado, pero cada vez más títulos están empezando a ocupar entre 10 y 14 GB de memoria RAM para poder funcionar de una manera totalmente fluida, es decir, sin que se produzcan tirones o microparones que son habituales cuando hay que vaciar todo o parte de la memoria para volver a llenarla con nuevos datos.
Con esto en mente, y teniendo en cuenta que el precio de la memoria RAM ha bajado mucho, no tiene sentido montar solo 8 GB de memoria RAM. Hemos elegido el kit Corsair Vengeance LPX de 16 GB en dos módulos de 8 GB porque nos permite activar el doble canal y llegar a la capacidad mínima que necesitamos en este PC gaming para 1080p, y sin tener que hacer una gran inversión, de hecho es muy económico, puesto que podemos conseguirlo por 41,99 euros.
Otro punto a tener en cuenta es que las frecuencias de trabajo, y las latencias, que trae este kit de memoria RAM entran dentro del nivel que podemos considerar como adecuado para que el Ryzen 5 5600 pueda rendir adecuadamente. Montar una RAM más rápida podría darnos un poquito más de rendimiento en casos concretos, pero tendríamos que adquirir memorias con una latencia muy ajustada, y estas suelen ser bastante más caras. Al final, esa inversión no compensa.
Unidad de almacenamiento: SSD WD Blue SN570 de 1 TB
Como hemos dicho al principio del artículo, cualquier PC gaming que se precie necesita de un SSD para ofrecer una buena experiencia de uso, ya sea en 1080p o en 4K. Para mantener el presupuesto ajustado, pero sin tener que hacer sacrificios ni en rendimiento ni en capacidad de almacenamiento, hemos elegido el WD Blue SN570, una unidad que tiene una capacidad de 1 TB, y que es compatible con el estándar PCIe Gen4 x4.
Este modelo utiliza un pequeño bloque de memoria NAND Flash SLC como caché en vez de memoria DRAM, por eso es tan económico, pero esto no supone ningún problema en un PC basado en juegos que dependerá principalmente de la velocidad lectura. En lectura y escritura secuencial tiene unos picos máximos muy buenos, 3.500 MB/s y 3.000 MB/s, lo que nos permite superar los valores mínimos de Xbox Series S y Series S, que son 2.400 MB/s.
Su precio es de 49,99 euros, una cifra que lo convierte en una de las soluciones con mejor valor precio-prestaciones que podemos comprar ahora mismo, y en una elección fantástica para dar vida a este PC gaming. Por otro lado, con 1 TB deberíamos tener suficiente para poder jugar sin problemas, incluso aunque mantengamos instalados varios juegos al mismo tiempo.
Fuente de alimentación: Mars Gaming MPB550 550W 80 Plus Bronze
Tenemos un equipo cuyo consumo es, en general, bastante bajo, y la Radeon RX 6600 solo necesita de un conector de alimentación adicional de 8 pines para funcionar. Su TBP es también bastante contenido, ya que se mueve en los 140 vatios. De media, este equipo tendrá un consumo aproximado de 275 vatios, y se mantendrá siempre por debajo de los 300 vatios, incluso con cargas de trabajo muy intensas.
Esto quiere decir que no necesitamos una fuente de alimentación muy potente, aunque tampoco debemos cometer el error de montar un modelo de muy baja calidad que vaya muy ajustada. Viendo lo que podemos encontrar ahora mismo en el mercado, la Mars Gaming MPB550 550W 80 Plus Bronze es una buena opción, ya que cumple con creces todos los requisitos que necesitamos, y tiene un precio muy económico.
Podemos comprarla por 36,36 euros, y viene con un cable de alimentación adicional de 8 pines. Con ella tendremos también cierto margen para futuras actualizaciones, aunque si esto os preocupa especialmente lo ideal sería optar por una fuente de 600 vatios de mayor calidad que traiga dos conectores de alimentación adicional de 8 pines.
Chasis: Mars Gaming MC-S1
Este tema es algo bastante personal, así que como siempre os digo en este tipo de guías tenéis libertad para elegir el chasis que más os guste, siempre que tengáis en cuenta que cambiarlo afectará al coste total del equipo, y que debéis tener cuidado de que todos los componentes quepan en el nuevo chasis, aunque la verdad es que no vais a tener problema.
En esta configuración hemos montado una placa base microATX y una tarjeta gráfica muy compacta que solo mide 19,3 cm de largo, así que entrará en casi cualquier tipo de chasis, incluso en los más pequeños, aunque debemos tener cuidado de no encerrarla demasiado para que pueda mover bien el aire.
Teniendo esto presente, la Mars Gaming MC-S1 es una elección interesante para montar el equipo en una caja pequeña pero bonita y económica. Viene con un ventilador trasero que evitará que el aire caliente se acumule en el interior, y tiene espacio para montar dos ventiladores más en el frontal. Podemos comprarla por 29,89 euros.
Notas finales
En total, el coste del equipo tal cual lo hemos configurado en esta guía es de 614 euros. Por ese dinero hemos conseguido dar forma a un PC gaming muy capaz para jugar en 1080p que, en muchos casos, irá sobrado en dicha resolución, y que incluso nos permitirá jugar en 1440p si ajustamos la calidad gráfica en función de las exigencias de cada título en concreto.
Como ya os he comentado anteriormente también es un PC bastante fresco y con un consumo reducido. Su único punto débil es el trazado de rayos, pero la verdad es que esto es algo que podemos perdonarle teniendo en cuenta todo lo que ofrece y el precio que tiene.
Recordad que, en juegos que sean extremadamente exigentes incluso en 1080p, como Cyberpunk 2077, por ejemplo, podremos activar el FSR2 en modo calidad para ganar un poco más de rendimiento. Y hablando de rendimiento, esto es lo que puedes esperar de este equipo en juegos:
- Cyberpunk 2077 en 1080p y calidad ultra con sombras de contacto activadas: medias de 54 FPS.
- Red Dead Redemption 2 en 1080p con calidad ultra (por defecto): medias de 51 FPS.
- Days Gone en 1080p y calidad muy alta: medias de 77 FPS.
- Assassin´s Creed Valhalla en 1080p y calidad ultra: medias de 69 FPS.
- Shadow of the Tomb Raider en 1080p y calidad máxima: medias de 106 FPS.
- Resident Evil 4 Remake en 1080p con calidad alta sin exceder VRAM: medias de 76 FPS.
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