Análisis
Análisis Edifier QR65: sonido, luces y acción
Edifier es una de las marcas de referencia, cuando de lo que se trata es de buscar altavoces de calidad a un precio ajustado. La multinacional china ha conquistado medio mundo con modelos como sus R1850DB o S1000MKII 2.0 que destacan no solo el buen tratamiento que tienen del sonido, sino por sus amplísimas posibilidades de conectividad, convirtiéndose de facto en equipos todo-terreno para cualquier bolsillo.
Hace unas semanas, la compañía presenta sus QR65, una pareja de altavoces para escritorio, que también pueden emplearse como equipos de estantería o incluso, como parte de un proyecto home cinema. Veamos por qué destacan y qué es lo que podemos esperar.
Especificaciones
- Potencia de salida total (RMS): Agudos 15 W x 2, medios-bajos 20 W x 2
- Potencia de salida de carga: 70W máx
- Drivers:
- Agudos: 1,25 pulgadas (32 mm)
- Medios bajos: 2,75 pulgadas (70 mm)
- Respuesta frecuente: 55 Hz – 40 kHz
- Relación señal-ruido: ≥ 85 dB (A)
- Entradas de audio: Bluetooth, USB-A, RCA
- Versión Bluetooth: V5.3
- Dimensiones (Ancho x Alto x Fondo)
- 141,5 mm x 213 mm x 216,8 mm (altavoz activo)
- 130 mm x 213 mm x 212 mm (altavoz pasivo)
- Peso neto: 5,3 kilos
En primer lugar, por una potencia más que aceptable. Sus 70W RMS, lo convierten en compañeros ideales para cualquier espacio de trabajo, llenando completamente de sonido y sin distorsión cualquier estudio o sala mediana. Al contar con certificación High-Res Audio y Hi-Res Audio Wireless, nos aseguramos que es capaz de reproducir fielmente archivos y fuentes de audio de la máxima calidad, admitiendo una resolución de hasta 24 bits/96 kHz.
Sin embargo, lo que probablemente más llama la atención cuando los sacamos de la caja, es su diseño. De aspecto futurista, apuesta sin embargo por un minimalismo elegante, líneas sobrias y un acabado en blanco que transmite un aspecto moderno y sofisticado, que completa con un frontal en el que muestra sus transductores expuestos (sin cubierta frontal) y enmarcados en una superficie plástica transparente. En el lateral derecho del altavoz activo encontramos un botón plano con el que podemos intercambiar las entradas de audio (Line-In, USB, Bluetooth) y dos diales: uno para el volumen y otro con el podremos «jugar» con distintos esquemas de color que se proyectarán en el interior de los altavoces (si bien podemos mantenerlos completamente apagados).
Para conseguir este efecto, que es desde luego muy curioso de ver (muy alejado además de cierta estética gaming) emplea lo que Edifier ha bautizado como tecnología TempoAbyss por lo que el propio deflector del altavoz puede mostrar efectos de luz que parecen capas y capas de cintas de luz que se desvanecen en un espejo. Contamos de serie con 11 efectos diferentes, pero desde la aplicación Edifier Connect de nuestro smartphone podemos configurar muchos más.
En su parte posterior, además del interruptor de apagado y encendido, encontraremos una entrada USB-A, una entrada RCA y dos elementos de lo más interesantes y que añaden valor al conjunto del equipo: un puerto SUB OUT que nos permitirá completar estos altavoces con un subwoofer y dos puertos USB-C que podremos emplear para cargar otros dispositivos, como smartphones, tablets, etc.
Sus dimensiones (141,5 mm x 213 mm x 216,8 mm) y su peso (5 kg cada unidad) nos permiten acoplarlos con discreción en prácticamente cualquier espacio. Pero es que además suenan muy bien. Los drivers de medios-bajos de 2,75″, cuentan con un diafragma de aleación de aluminio pueden reproducir los graves con una frecuencia de hasta 55 Hz y hacer que los medios suenen ricos y con cuerpo. Los tweeters de cúpula de diafragma de seda de 1,25″ están finamente afinados para la reproducción precisa de altas frecuencias, de las cuales los agudos suenan nítidos y brillantes.
Precisamente es aquí donde más hay que aplaudir el buen trabajo de Edifier, ya que los tonos medios y agudos se comportan como pocas veces hemos escuchado en altavoces de estas dimensiones. En cambio, los graves aunque cumplen, suenan planos cuando se los exige (a su favor no notamos apenas distorsión) y para una experiencia completa, conviene desde luego integrar ese subwoofer que nos proponen en el apartado de conectividad. Un apartado, por cierto, que nos hubiese gustado que fuera más completo, integrando una entrada óptica y tal vez un conector jack para auriculares. Nada grave si contamos con un pequeño DAC con el que mejorar la experiencia, pero conviene tenerlo en cuenta si queremos «trabajar» con distintas fuentes de sonido.
En cuanto a Bluetooth, su versión 5.3 mejora desde luego es fast paring y ofrece soporte para el codec LDAC nos permite disfrutar de música de alta calidad sin necesidad de cables, aunque nuestra experiencia no ha estado exenta de algunos drops puntuales que entendemos que son difíciles de evitar. Destacar por último que Edifier incluye en el packaging soportes de altavoz de aluminio, que nos permiten evitar vibraciones y efectos de coloración del sonido que surgen del reflejo del mismo contra la superficie del escritorio.
En definitiva una propuesta equilibrada y de bastante calidad, que por unos 300 euros, se encuentra en la parte media de lo que podemos encontrar para este tipo de altavoces de escritorio.