DirectStorage ya tiene API para desarrolladores

Desde que la tecnología DirectStorage debutó en la última generación de Xbox, hemos estado esperando que Microsoft llevara esta tecnología también a Windows, primero a Windows 10, pues por aquellos entonces era la versión más reciente del sistema operativo de Microsoft, y después a Windows 11, algo que la propia compañía confirmó al anunciar la nueva generación de Windows, evento en el que este nuevo componente de DirectX 12 tuvo bastante protagonismo.

Hubo, eso sí, cierta confusión sobre las intenciones de Microsoft con DirectStorage. Tan solo un día después de anunciar Windows 11, la compañía anunciaba que esta tecnología  sería exclusiva de Windows 11, provocando la indignación de muchos usuarios de Windows 10, que no entendían la razón de ser de esta limitación, menos después de la presentación de DirectX 12 Agility, un SDK que por fin rompía con la necesidad de actualizar el sistema operativo para contar las últimas funciones de DirectX.

El clamor no fue en vano, pues menos de un mes después Microsoft dio marcha atrás, afirmando que finalmente DirectStorage sí que llegaría a Windows 10, si bien sin proporcionar el mismo salto en el rendimiento del sistema, debido a que en parte se apoya en la nueva pila de memoria de Windows 11. Al final, pues, ni una cosa ni la otra: DirectStorage para Windows 10 y para Windows 11, pero con un mejor rendimiento en este último.

Sea como fuere, desde aquellas tribulaciones hemos estado esperando los avances en este sentido, y finalmente Microsoft ha confirmado que la API de DirectStorage ya está disponible para los desarrolladores. Ahora, claro, es el momento de que éstos empiecen a implementar esta nueva función de DirectX en sus títulos, para que los usuarios puedan empezar a comprobar si esa esperada mejora en el rendimiento es tan, tan acusada, como muchos pensamos desde hace tiempo.

Si no sabes en qué consiste DirectStorage, hablamos de una tecnología que reduce los pasos de las operaciones mediante las cuales las tarjetas gráficas obtienen los elementos almacenados que necesitan. Actualmente, cuando un juego necesita cargar una textura en memoria, ésta se transfiere del soporte de almacenamiento a la memoria RAM, de ahí al procesador del PC, donde es descomprimida, de ahí pasa de nuevo a la RAM, y de ahí a la memoria propia del adaptador gráfico.

Con DirectStorage, los datos tomados del soporte de almacenamiento pasan a la memoria RAM del sistema, y de ahí directamente a la VRAM de la tarjeta gráfica, encargándose la propia GPU de dicha operación. De esta manera se reducen los pasos necesarios, pero además se elimina el cuello de botella que es, en muchas ocasiones, el proceso de descompresión en la CPU del sistema, mejorando así sustancialmente la velocidad del proceso.

Para poder emplear DirectStorage los sistemas deben contar con una SSD NVMe Gen 3 o posterior gestionada mediante el driver «Standard NVM Express Controller» de Microsoft y de una capacidad no menor de un terabyte, y una tarjeta gráfica que soporte DirectStorage, que serían las NVIDIA GeForce RTX Series 20/30 y las AMD Radeon RX Series 6000.

Así, ahora ya está en la mano de los desarrolladores el tiempo que tardemos en empezar a ver llegar juegos que empleen DirectStorage para acelerar las operaciones de lectura y, de este modo, sacar más partido al rendimiento que proporcionan las memorias NVMe y las tarjetas gráficas de las últimas generaciones.