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Guía para comprar tu primera réflex (I)

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Guía compra primera reflex

La tecnología no es ajena a las modas: si ahora vivimos la fiebre por las tablets (o los lectores de ebooks), hace algunos meses parecía que todo el mundo quería tener una réflex, aunque muchos jamás pasaran del modo automático . Ya abordamos el tema hace algunos meses explicando las diferencias entre SLR y bridge; alejándonos de tecnicismos, en esta ocasión nos centramos en consejos para usuarios que estén pensando el dar el salto a lo máximo en fotografía digital.

¿Seguro que quieres una réflex?

La primera cuestión es evidente. No cabe duda que la calidad de imagen que puede ofrecer una SLR es muy superior a cualquier otra alternativa, pero también son mas caras, pesan más y requieren inversión en nuevas ópticas y accesorios. Si tu respuesta a la pregunta no ha sido una afirmación rotunda te recomendamos consultar nuestra guía Bridge vs SLR. ¿Qué cámara me compro? para disipar dudas.

Marcas… ¿hay vida más allá de Canon o Nikon?

El 85% de las DSLR que se venden pertenecen dos marcas: Nikon o Canon. Con el permiso de Sony, que últimamente está haciendo las cosas realmente bien, encabezan la carrera tecnológica y deben ser vuestra primera referencia, especialmente si piensas ir ampliando equipo con accesorios. Es cierto que el precio de reventa es superior con estas marcas, pero no nos parece una variable clave teniendo en cuenta que hablamos de nuestra primera SLR y no de un producto para aficionado avanzado o profesionales.

Tamaños de sensor

La mayoría de fabricantes han diversificado catálogo y hay mucho donde elegir. Si estamos buscando algo básico y a buen precio, no es mala idea echar un vistazo a opciones de Pentax o Sony, que suelen ofrecer kits con ópticas muy equilibradas y una carga tecnológica más que interesante para el usuario novel.

Olvídate de los megapíxeles

El mito del megapíxel es uno de los más extendidos en el panorama tecnológico, en gran parte gracias a las campañas de marketing. Cualquier réflex del mercado supera con creces los 10 megapíxeles, resolución más que suficiente para casi todos los usuarios.

Conviene recordar que los megapíxeles no miden  la calidad de una imagen, sino sus dimensiones. Hasta con las SLR de gama baja podéis imprimir copias en A3 con una calidad fantástica, así que conviene prestar atención a características como el tamaño del sensor, la luminosidad de la óptica o cómo su capacidad para trabajar con una ISO elevada. Resumiendo, una diferencia de dos o tres megapíxeles no deberían ser un factor decisivo para tu compra.


Canon 18-55

No desprecies al «pisapapeles»

Si estás pensando en comprar una réflex es probable que ya hayas visitados foros especializados. Muchos usuarios expertos suelen despreciar los objetivos que vienen con los kits y que, normalmente, tienen una calidad muy inferior a la que pueden comprarse por separado. Aunque es cierto, también lo es que el usuario primerizo carece de los conocimientos suficientes para sacar el máximo partido a un objetivo y, incluso con el del kit, experimentará un salto de calidad increíble respecto a su cámara anterior.

Muchos neófitos en el mundo réflex se sorprenden cuando ven que un solo objetivo puede duplicar el precio del cuerpo de una cámara y que, a medida que vaya progresando, comprenderán que la compra de la cámara es solo una pequeña parte de la inversión que acabaran realizando. En este sentido, el mercado de segunda mano (especialmente con Canon o Nikon) puede ser un gran para ir mejorando equipo sin gastar demasiado.

Sony Alpha

El LiveView es interesante; un visor de calidad, fundamental.

El visor óptico de las réflex te permite mirar al objetivo directamente desde la lente (reflejada a través de espejos), con la mayor precisión posible y sin problemas de reflejos. Aunque casi todos los usuarios que vienen de compactas están acostumbrados a disparar mirando una pantalla y casi todos los modelos actuales ofrece LiveView de serie, una vez que prueban el visor no hay vuelta atrás. Antes de comprar, comprueba que te convence el visor de tu cámara porque pasarás la mayoría del tiempo mirando a través de el.

En cualquier caso, siempre es interesante contar con una pantalla (a ser posible orientable) para tomas en posicionaes complicadas, verificar que estamos enfocando bien por zonas o consultar datos sobre la imagen.

Guarda algo para los accesorios básicos

Personalmente, no suelo recomendar la compra de ningún objetivo adicional a los novatos y creo que comenzar con el kit siempre es una buena opción. La mejor forma de aprender es practicar y practicar, así que una óptica «de batalla» es más que suficiente. Además, es interesante comprar un filtro UV de calidad media para proteger nuestra lente de cualquier golpe o suciedad, un buen trípode (si lo cuidamos nos puede durar años), una funda de transporte y un tarjeta de memoria de calidad (por favor, no ahorréis en este punto si queréis evitar sorpresas desagradables).

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¿Me compro un flash?

Una de las ventajas de pasar a SLR es la posibilidad de usar un flash externo. Aunque todas incluyen uno integrado, su alcance efectivo no suele superar el metro y medio de distancia y, en muchas ocasiones, es el detonante del desagradable efecto «ojos rojos». Si vais a hacer muchas fotos en condiciones de baja luminosidad, puede ser una buena idea comprar un flash básico (hasta los más sencillos ofrecen un alcance diez veces superior al integrado y control manual); será más mucho más barato que un buen objetivo y te permitirá aprender y mejorar muchísimo en el arte de la fotografía nocturna.

Compra una cámara que puedas aprovechar

Aunque no tengamos problemas de presupuesto, no suele ser una buena idea comprar una cámara diseñada para profesionales o usuarios avanzados como primera réflex. La gama de entrada ofrece multitud de automatismos, asistentes y opciones para hacer la vida más fácil mientras aprendemos el potencial de los controles manuales. Además son más ligeras, pesan menos y prescinden de interminables menús de configuración que, la mayoría de usuarios novatos, nunca llegarán a usar.

Desde nuestro punto de vista y siempre pensando en el aficionado que comienza, es mejor comprar una cámara más sencilla y ahorrar algo de dinero para los accesorios más imprescindibles y para apuntarse a un curso de fotografía (o comprar un buen libro, para los autodidactas) con el que comenzar con buen pie en la aficción. Si os engancha, os garantizamos que ya tendréis tiempo de preocuparos por las grandes cámaras que copan las revistas especializadas.

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Prueba, prueba y vuelve a probar

Sí, suena a obviedad y probablemente lo es pero no podemos dejar de repetir la importancia de probar un dispositivo electrónico antes de comprarlo. Por muchos análisis que hayáis leído, es fundamental tener la cámara en las manos para valorar su construcción, la calidad del visor, la interfaz o la distribución de los mandos. Aunque termines por comprarla en Internet por precio, es una buena idea acercarse a una tienda física a probarla donde, además, podéis echar un vistazo a los accesorios disponibles.

Los usuarios que prefieran asesoramiento especializado deben acudir a una tienda especializada (los grandes centros comerciales no entran en esta categoría) donde además de tener muchas cámaras listas para probar conocen a los usuarios y suelen hacer recomendaciones acertadas; más que ventas directas (que también) su negocio está en fidelizar clientes a medio plazo.

En el siguiente artículo completamos la guía con un repaso a la oferta actual de réflex para recomendar algunos de los modelos más interesantes dentro de un rango de precios que no supere los 1000 euros.

Me encargo de traer innovación y nuevo negocio al grupo TPNET. Además colaboro en varios de nuestros sitios como MC y MCPRO.

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