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Los pilares de la creación, ahora en 3D

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pilares de la creación

Los pilares de la creación es una de las imágenes más famosas y evocadoras tomadas por el fantástico telescopio espacial Hubble. Un instrumento que ha revolucionado la historia de la astronomía y al que le rendimos un merecido homenaje la semana pasada cuando se cumplió el 25 aniversario de su lanzamiento.

Entre los 38.000 cuerpos celestes observados por el Hubble, algunos ubicados a 13.000 millones de años luz en los límites del Universo observable, destacan imágenes como la titulada «pilares de la creación», una región de formación estelar llamada la nebulosa del Águila, también conocida como Messier 16 o M16. La nebulosa y sus objetos asociados se encuentran a unos 7.000 años luz, en la constelación de Serpens (la serpiente).

Los Pilares de la Creación son un clásico ejemplo de las típicas formas de columna que se desarrollan en las nubes gigantes de gas y polvo, los lugares donde nacen nuevas estrellas. Las columnas surgen cuando las inmensas estrellas blancoazuladas de tipo O y B recién formadas emiten una intensa radiación ultravioleta y vientos estelares que empujan el material menos denso, expulsándolo de su vecindad. la columna de la izquierda, la de mayor tamaño alcanza una altura de cuatro años luz.

Si las imágenes en 2D tomadas por el Hubble son ya de por sí impresionante, los astrónomos de la ESO han utilizado el instrumento MUSE instalado en el VLT (Very Large Telescope) para producir la primera imagen tridimensional completa de estos Pilares de la Creación.

Las nuevas observaciones demuestran cómo se distribuyen en el espacio los diferentes pilares polvorientos de este objeto icónico y revelan muchos detalles nuevos, incluyendo un inédito chorro procedente de una estrella joven que hasta ahora no se había visto y pruebas de la existencia de dos estrellas en gestación en los pilares de la izquierda y el centro.

Los pilares de la creación tienen fecha de caducidad

Los Pilares de la Creación pierden aproximadamente unas setenta veces la masa del Sol cada millón de año. Basándonos en su masa actual (cerca de 200 veces la del Sol) y al medir la velocidad de evaporación, MUSE ha dado a los astrónomos un plazo de tiempo para calcular su final.

Si el tiempo, la intensa radiación y los vientos estelares de las brillantes estrellas del cúmulo han esculpido los polvorientos pilares, en tres millones de años acabarán evaporándose convirtiéndose en “los pilares de la destrucción”.

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