Smartphones gaming, ¿qué necesitan para triunfar?

Los smartphones gaming están de moda. La primera compañía en mover ficha fue Razer, un grande del sector tecnológico que sorprendió con el Razer Phone, un terminal tope de gama que sin embargo no ha conseguido diferenciarse de verdad de un smartphone «estándar».

En lo personal creo que la empresa que mejor ha sabido diferenciar su producto ha sido Xiaomi. El gigante chino ha presentado recientemente el Xiaomi Black Shark Gaming, un terminal dirigido al sector de los smartphones gaming que realmente cuenta con mejoras específicas que lo colocan en una posición distinta comparado con cualquier otro smartphone tope de gama.

Esto ha sido posible gracias a tres grandes claves:

• Diseño sólido y robusto, pensado para soportar un uso intensivo.
• Sistema de control físico con stick analógico que además es desmontable, de manera que podemos utilizarlo en juegos compatibles y extraerlo para jugar con más comodidad a aquellos que no se lleven bien con controles físicos.
• Sistema de refrigeración mejorado para que el SoC sea capaz de trabajar a máxima potencia durante un mayor periodo de tiempo.

La idea de comercializar smartphones gaming es buena, de eso no tengo duda, sólo hay que echar un vistazo a la calidad de los juegos que podemos encontrar en la Google Play Store y en la App Store para entender mi punto de vista, y si pensamos en la reciente llegada de juegazos como Fortnite o PUBG creo que la cosa queda todavía más clara.

Sin embargo el problema está en lo que comenté justo al inicio, en diferenciar adecuadamente esos smartphones y añadir las características necesarias para que sea de verdad un smartphone gaming. No basta con montar un SoC Snapdragon 845, 8 GB de RAM, una pantalla de calidad y colocar la etiqueta «gaming» para crear un producto de este tipo. Xiaomi lo ha entendido, Razer no.

Antes de terminar os invito a que nos digáis en los comentarios qué creéis qué necesita un smartphone gaming para triunfar.