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Empleados de Microsoft se rebelan contra los contratos militares

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Empleados de Microsoft IA

Los contratos militares gubernamentales que necesitan la participación de las grandes empresas de tecnología siguen sembrando polémica, «señalando una peligrosa alianza entre la industria tecnológica privada, actualmente en posesión de grandes cantidades de datos personales confidenciales recabados de personas de todo el mundo, y el ejército de un país», como señalan grupos contra el uso de tecnologías de inteligencia artificial, aprendizaje profundo y reconocimiento facial que terminen alimentando las armas autónomas.

Microsoft anunció la semana pasada su intención de optar a un contrato del Departamento de Defensa de Estados Unidos denominado Enterprise Defense Infrastructure (JEDI). El contrato está valorado en 10.000 millones de dólares y requiere el uso de tecnologías de Inteligencia Artificial. Aunque el proyecto es secreto el Director de Gestión del Departamento de Defensa explicó el impacto del programa: “Tenemos que ser muy claros. Este programa realmente trata de aumentar la letalidad de nuestro departamento.

El anuncio ha provocado otra «rebelión» de empleados como la que vimos en Google contra el Proyecto Maven, con una carta abierta en la que muestran argumentos similares: «nos unimos a Microsoft para crear un impacto positivo en las personas y en la sociedad, con la expectativa de que las tecnologías que construimos no causen daño ni sufrimiento humano. Muchos empleados pensamos que lo que creamos no debe usarse para librar una guerra. Cuando decidimos trabajar en Microsoft, lo estábamos haciendo con la esperanza de capacitar a cada persona en el planeta para lograr más, no con la intención de poner fin a la vida y mejorar la letalidad“.

«Para aquellos que dicen que otra compañía simplemente recogerá JEDI donde Microsoft lo deja, les pediríamos a los trabajadores de esas compañía que hagan lo mismo. Una carrera para obtener ese contrato no es una posición ética. Al igual que aquellos que tomaron medidas en Google , Salesforce y Amazon, pedimos a todos los empleados de las empresas de tecnología que pregunten cómo se usará su trabajo, dónde se aplicará y actúen de acuerdo con sus principios”.

Los empleados de Microsoft destacan las protestas del personal de Google hasta lograr paralizar su actuación en el Proyecto Maven: «recientemente, los ejecutivos de Google dejaron claro que no usarían inteligencia artificial «para armas, vigilancia ilegal y tecnologías que causen ‘daño global’.  «Esto fue sólo después de que miles de trabajadores de Google hablaran en nombre de la ética y los derechos humanos y en respuesta a la presión sostenida de los empleados», recalcan.

Contratos militares y empresas de alta tecnología

«Necesitamos poner JEDI en perspectiva. Este es un proyecto de 10.000 millones y reservado con la ambición de construir ‘una fuerza militar más letal’ supervisada por la administración Trump. Por lo tanto, preguntamos, ¿Cuáles son los principios de Microsoft especialmente en cuanto a la aplicación violenta de la poderosa tecnología de Inteligencia Artificial? ¿Cómo podrán los trabajadores, que construyen y mantienen estos servicios, saber si nuestro trabajo se está utilizando para ayudar a la creación de perfiles, la vigilancia o la matanza?»

Los empleados también recuerdan el comunicado de Brad Smith, presidente y responsable jurídico de Microsoft, cuando abordó la cuestión en una entrada en el blog de la compañía bajo dos ideas que a su juicio son fundamentales, “este tipo de tecnologías necesitan regulación pública y responsabilidad corporativa”.

Precisamente eso piden los empleados, «pautas éticas claras y una responsabilidad significativa que rija cómo determinamos qué usos de nuestra tecnología son aceptables y cuáles no». La decisión de Microsoft de optar al contrato JEDI reitera la necesidad de directrices éticas claras, rendición de cuentas, transparencia y supervisión».

«No traicionemos estos principios a cambio de ganancias a corto plazo”, rematan en una carta abierta interesante como posicionamiento en el debate del alcance de la participación de las grandes tecnológicas en estos programas militares «letales».

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