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Empleados de Microsoft escuchan tus conversaciones en Xbox desde 2014

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Microsoft contrató a empleados humanos para que revisaran conversaciones en Xbox, aseguran medios estadounidenses en otro caso que devuelve a las portadas la falta de transparencia y control en el uso de datos personales por las grandes tecnológicas.

El escándalo de las escuchas humanas de conversaciones privadas continúa. Y Microsoft repite el mismo escenario descubierto en Skype donde revisores humanos grabaron y escucharon conversaciones personales de usuarios a través del servicio de traducción de la aplicación de comunicaciones y los comandos de voz que los usuarios lanzaron hacia el asistente de voz de la compañía, Cortana.

En Xbox, las «escuchas» de las grabaciones de audio comenzaron en 2014 a través del periférico Kinect y después, a partir de 2016, a través del asistente virtual Cortana. El caso es más grave que el de Skype porque puede implicar a millones de menores de edad que usan la consola y para los que se aplican (o se supone) pautas de privacidad más estrictas.

Aunque en principio los empleados humanos solo deberían haber escuchado los comandos de voz activados con «Xbox» y «Hey Cortana», también grabaron conversaciones privadas que nada tenían que ver con el supuesto objetivo: mejorar la respuesta de los algoritmos que controlan estos asistentes activados por la voz y en general de los sistemas de inteligencia artificial basados en aprendizaje automático. Las conversaciones privadas fueron registradas «accidentalmente», según explican algunos contratistas. Algo que parece ser recurrente en todos estos casos.

«Durante mucho tiempo hemos dejado claro que recopilamos datos de voz para mejorar los servicios y que a veces los proveedores revisan esta información», dijo un portavoz de Microsoft a Motherboard en una declaración escrita. El problema (aunque hay técnicos que opinan que no se debería revisar grabaciones personales en ningún caso), es que no se había aclarado que las revisiones eran realizadas por empleados humanos. Algo que Microsoft sí ha hecho, pero después de conocerse el caso de Skype.

La sensación que deja el caso es preocupante porque la revisión de las conversaciones en Xbox implican a millones de menores. Al igual que sucede con los asistentes digitales para el hogar, estamos metiendo dispositivos en nuestra propia casa que se comportan como troyanos, registran tus conversaciones de audio (algunos también imágenes y vídeo), tus peleas, tus relaciones y todo lo que sucede en tu propia casa. Incluso si se trata de una pequeña parte de las grabaciones y aunque en teoría sean anónimas, estas conversaciones grabadas podrían incluir información con la que localizar fácilmente al usuario.

Aún admitiendo «buena fe» en las tecnológicas, toda esta información es confidencial y podría ser mal utilizada o vendida sin tu permiso. Simplemente tendrían que ser totalmente privadas y ningún humano tendría que tener acceso a ellas. A pesar de las explicaciones la desconfianza del usuario es imparable. Falta transparencia y control en el tratamiento de datos personales y medidas para garantizar el derecho a la privacidad. En la parte del usuario, lo de siempre: no regalemos nuestros datos personales. Lectura detallada de todas las políticas, gestión de permisos, control de lo que hacen y si no ofrecen garantías simplemente no usarlas. Hoy por hoy, éstas no existen.

Apple, Google y Facebook han cancelado la revisión humana. No estaría de más que Microsoft optara por esa vía en un ejercicio de autocontrol muy necesario en la industria.

Editor en MC, MCPRO y MuyCanal. Al día de todas las tecnologías que pueden marcar tendencia en la industria.

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