Samsung planea cancelar el Galaxy Book S con ARM y sustituirlo con una versión con Intel

Samsung anunció hace unos meses el Galaxy Book S con la presunta intención de lanzarlo al mercado entre los meses de septiembre y octubre del presente año, sin embargo, estamos en noviembre y este portátil ARM con Windows 10 todavía no está a la venta.

La información que se tiene ahora sobre el lanzamiento del Samsung Galaxy Book S es confusa, ya que según han recogido en MS Power User, DrWindows ha informado de forma cautelosa que el mencionado portátil “será lanzado en 13 mercados en los próximos meses, incluidos Corea del Sur, Estados Unidos, Canadá, Australia, Brasil, Reino Unido, Suecia, Italia, Alemania, Francia, Dinamarca, Finlandia y Noruega. Esperamos que el Galaxy Book S esté disponible en más países en el futuro.”

La falta de precisión en las fechas, solo insinuando que podría ser lanzado en 2020, invita a pensar a que Samsung estaría dando largas al Galaxy Book S con la vista puesta a una posible cancelación, pudiendo ser sustituido por una versión con tecnología Intel que fue anunciada en octubre y que se espera que llegue pronto. De hecho, estas son las declaraciones recogidas de la compañía surcoreana sobre el modelo con Intel:

“Samsung anunció el nuevo Galaxy Book Ion basado en procesadores Intel Core de 10a generación. Fue diseñado conjuntamente con Intel como parte de su colaboración en la iniciativa New Mobile Computing con Samsung. La computadora portátil es delgada y liviana y es uno de los primeros dispositivos de Samsung que se verifica según las especificaciones y las experiencias clave del programa de innovación de Intel llamado ‘Proyecto Athena’.”

La versión ARM del Samsung Galaxy Book S no sería el único ordenador ARM con Windows 10 cuyo lanzamiento estaría en entredicho, ya que el Lenovo Yoga C630 con Snapdragon 850 fue retrasado hasta que fue reemplazado por el C640 con procesador Intel. Si los acontecimientos transcurren según los rumores, el portátil ARM de Samsung podría correr la misma suerte.

Al parecer los portátiles ARM con Windows 10 no han tenido la recepción esperada y los fabricantes están volviendo a apostar por lo seguro, pudiendo dejar en el futuro a Microsoft como único competidor de este segmento con el Surface Pro X. El hecho de tener un Windows 10 x86 emulado sobre ARM hace que, en un escenario normal, se pierda mucho rendimiento, algo a lo que suma la ausencia de soporte para aplicaciones de 64 bits.

Mientras el gigante de Redmond no mitigue de forma notable el tema del rendimiento ni corrija la carencia de soporte para las aplicaciones de 64 bits, los portátiles ARM con Windows 10 pintan tener un futuro bastante oscuro.