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Análisis

Análisis del Surface Pro X ¿Qué dicen los medios?

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análisis del Surface Pro X

Varios medios han publicado los primeros análisis del Surface Pro X, una de las grandes novedades que Microsoft presentó el mes pasado en su evento de hardware y que está disponible desde ayer en algunas regiones con un precio desde 999 dólares.

Surface Pro X es un 2 en 1 (tablet con teclado desmontable) creado a medio camino entre lo que ofrece el básico Surface Go y el tope de gama de la serie y también actualizado, Surface Pro 7. Su formato y diseño principal no es, por tanto, la gran diferencia con ellos, pero sí el nuevo intento de Microsoft por ofrecer un dispositivo que sume Windows y ARM y sea capaz de hacerse un hueco en tablets premium frente a los modelos Android y sobretodo a los iPad Pro de Apple. ¿Lo habrá conseguido?

Los antecedentes no son positivos. Los dispositivos «Windows 10 sobre ARM» creados para abrir camino a la plataforma de «PCs siempre conectados» de Microsoft y Qualcomm han sido un fracaso. El rendimiento limitado de los chipsets de Qualcomm (meras copias de los diseñados para smartphones); la falta de compatibilidad con aplicaciones Win32 y un precio muy por encima del prometido (similares a portátiles con procesadores x86 y un Windows completo), han sido una losa para los pocos equipos comercializados hasta la fecha.

El resultado ha sido el que muchos pronosticamos: la plataforma ha pasado sin pena ni gloria y sus potenciales ventajas como la simplicidad y ligereza de Windows 10 S, la conectividad total con el soporte por defecto para redes de banda ancha móvil y la gran autonomía que permiten los chips de ARM, han quedado eclipsadas por sus limitaciones. Definitivas para la gran mayoría de usuarios.

análisis del Surface Pro X

Surface Pro X es un nuevo intento y su mayor interés es comprobar si pasa de la fase de «experimento» como punta de lanza para mostrar como puede funcionar Windows sobre ARM y si será una alternativa en PCs a las arquitecturas x86 de Intel o AMD. También saber si este tipo de dispositivos es donde Microsoft apunta el futuro de Windows 10.

Hardware

Todos los análisis resaltan que se trata de un dispositivo tremendamente atractivo y bien construido. Si Surface Pro 7, a pesar de sus novedades en hardware interno, arrastra un diseño general de hace cuatro años, Surface Pro X es la renovación necesaria y esperada para los 2 en 1 premium de Microsoft.

El chasis de aluminio permite ofrecer un peso muy ligero similar al del Surface Pro 7 (762 gramos) y cuenta con un pie de apoyo posterior que facilita el intercambio de la SSD y la introducción de una tarjeta SIM. Como accesorios (opcionales, pero seguramente necesarios), Microsoft ofrece una cubierta con teclado y el nuevo lápiz óptico Surface Slim Pen, que se ubica en la parte central superior del teclado donde se recarga continuamente.

Sus grandes mejoras llegan de un grosor apreciablemente más delgado (5,3 mm) y de unos biseles de pantalla reducidos a su mínima expresión. La pantalla multitáctil PixelSense también obtiene una buena valoración. Su tamaño de 13,3 pulgadas ofrece una resolución de 2800 x 1920 píxeles, lo que significa que mantiene la clásica relación de aspecto 3: 2 que Microsoft ha elegido (a nuestro juicio con total acierto) en muchos de sus dispositivos. Alcanza un máximo de 450 nits de brillo (suficiente para trabajar en exteriores) y la respuesta táctil es tan buena como era de esperar.

En su interior destaca el SoC Microsoft Surface SQ1, personalizado por Qualcomm para este dispositivo sobre la base del Snapdragon 8cx, el primero específicamente diseñado para ordenadores personales. Las mejoras sobre el Snapdragon 835 empleado en los primeros Windows sobre ARM son importantes y destacados en todos los análisis. Con un consumo de 7 vatios, ofrece tres veces más rendimiento por vatio que el Surface Pro 6, según Qualcomm. Avances, si, aunque no alcanza el rendimiento de un procesador Intel instalado en equipos de precio similar y mucho menos en el apartado gráfico. No es un equipo para ello, pero olvídate del apartado de juegos. Y de otras aplicaciones que veremos después.

Por lo demás, no necesita ruidosos ventiladores porque es suficiente su sistema de refrigeración activa. No cuenta con soporte tarjetas microSD ni jack para auriculares, pero tiene dos puertos USB Type-C para datos y carga (dicen que el sistema de recarga rápida funciona muy bien) al igual que los auriculares inalámbricos a través de Bluetooth. Los 8 Gbytes de RAM base son suficientes aunque no los 128 Gbytes de capacidad de almacenamiento. La ampliación será necesaria.

La autonomía media (sobre 10 horas) es buena, pero se queda lejos de lo prometido y las «veintitantas» horas de las que hablaba Qualcomm originalmente para esta plataforma. El soporte para el 4G-LTE es un plus siempre, pero hay muchos otros equipos que lo ofrecen y la llegada del 5G está a la vuelta de la esquina limitando sus ventajas actuales.

análisis del Surface Pro X

Software

¡Seguimos con los mismo problemas, Houston! «Nunca debes comprar un gadget hoy con la esperanza de que el software llegue mañana», comentan literalmente en algunos análisis. Microsoft tiene un gran dilema con el software para Windows, curiosamente una de las grandes ventajas de la plataforma. Desde Windows 8 Microsoft intenta conseguir una plataforma más controlada y unificada, que sirviera igual para su estrategia en PCs y movilidad con el mismo sistema y aplicaciones. El fiasco de Windows Phone/Mobile ha dado al traste con la estrategia.

A Microsoft le hubiera gustaría poder deshacerse de las aplicaciones Win32, pero siguen siendo las más numerosas (no menos de 8 millones) y usadas. También ha intentado establecer las Windows Apps como base del software de Windows, pero las Modern UI y universales (UWP) están más muertas que vivas y la Microsoft Store es un auténtico desierto. La obligatoriedad de publicarlas en la Microsoft Store pasando por el aro de las políticas restrictivas de Microsoft tampoco gustó ni a desarrolladores ni a grandes proveedores de software que han «pasado» totalmente de UWP y de la tienda.

Los consumidores, más de lo mismo: interés nulo. En escritorios informáticos, las 8 millones de aplicaciones Win32 siguen mandando. Con excepciones contadas, estas apps UWP son perfectamente prescindibles y solo las propias de Microsoft tienen algo de calidad e interés. Microsoft es consciente del fiasco. «No deberíamos haber ido por ese camino»reconoció hace meses Kevin Gallo, Vicepresidente Corporativo de la Plataforma de Desarrolladores de Windows.

Así las cosas, Microsoft lleva algo más de un año intentado deshacer algunos de los efectos de lo que el ejecutivo denominó la «brecha masiva» entre Win32 y UWP, agregando a las primeras funciones de las segundas y volviendo a tratarlas con la consideración y el soporte que merecen. Como solución para el Surface Pro X (y otros Windows sobre ARM), Microsoft emplea un proceso de emulación para ejecutar aplicaciones Win32. Y se ejecutan, pero con menor rendimiento que las nativas de ARM a pesar de las mejoras en el procesador de Qualcomm. Además, solo soporta las de 32 bits, nada de las programadas en 64 bits.

Y no hay solución, por el momento. Microsoft no ha tenido éxito al convencer a los desarrolladores para compilar versiones ARM de sus programas y aquí vale el dicho del huevo y la gallina. Si no llegan al mercado un número razonable de dispositivos Windows con ARM, no hay razones para que los desarrolladores soporten la plataforma. Y sin aplicaciones, no hay razones para que los clientes compren los pocos equipos Windows sobre ARM disponibles.

En cuanto a las UWP que sí se ejecutan perfectamente, el problema es su número limitado. Salvo Microsoft que sí soporta adecuadamente aplicaciones clave como Office, no hay interés en los desarrolladores. Y así es complicado. Para el futuro, veremos.

Análisis del Surface Pro X – Conclusiones

Un buen resumen de conclusiones lo ofrece el editor de The Verge: «Surface Pro X es la computadora más atractiva que he probado este año, pero no necesitamos mirar las computadoras, necesitamos usarlas. Este es el equipo de un CEO, no el de un ingeniero y ciertamente no es un PC para el resto de nosotros». Blanco y en botella.

Otra de las críticas generalizadas llegan del apartado del precio. 999 dólares mínimo es mucho dinero para un equipo con tantas limitaciones. Y aún tienes que sumar el lápiz óptico y el teclado, muy necesarios si quieres usar el equipo más allá de un mero tablet. La configuración superior se eleva a 1.800 dólares y por ese precio se pueden comprar equipos Intel o AMD de gran nivel, comenzando por el mismo Surface Pro 7 que ofrece mucho más valor y es compatible con todas las aplicaciones de Windows.

Surface Pro X es un nuevo experimento para comprobar si hay futuro para ARM en PCs con Windows. En diseño y acabados dicen que es el mejor Surface producido nunca y un modelo a imitar por los siguientes 2 en 1 premium de Microsoft, como será el Surface Pro 8. La mejora del SoC de Qualcomm también es importante, aunque siga en rendimiento por debajo de las arquitecturas x86. En cuanto al software, no hay solución por el momento.

Es de agradecer el esfuerzo de Microsoft por seguir intentando ofrecer alternativas, pero esta Surface ARM es para un grupo muy limitado de usuarios y con un precio demasiado elevado como mencionan todos los análisis que puedes ver en los enlaces:

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