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Análisis

Peugeot 208, mitificando

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«Don’t let me down» The Beatles (Hey Jude, 1970)

Es simplemente un paseo. Lo que pasa es que me acompaña Lucas. Antes de salir me mira y ya lo sabe, no se pone nervioso sino que simplemente se prepara y mira a la puerta. Luego me mira a mi. Y vuelve a mirar a la puerta. Aunque tarde no volverá a repetirlo, como mucho se tumbará en el suelo con un suspiro como de desahogo de su reserva de paciencia infinita con los humanos. Hago sonar la correa porque me gusta que levante las orejas y me mire enseñando la lengua. Después de lo que se puede considerar una pausa dramática canina se acerca a mi para esperar pacientemente que se la ponga al cuello. Y luego salimos.

Después de observar a la caninidad en mis paseos con Lucas he visto de todo: perros que corren como locos de un lado a otro, perros precavidos, agresivos, indiferentes, tristes… Lucas es un perro filósofo. Todo lo que mira, incluído por supuesto el lugar donde va a hacer sus necesidades, lo examina con rigor y reflexión, con aire perplejo al principio pero luego con una mirada como si hubiera desentrañado el misterio que escondía. Por alguna razón Lucas respeta las farolas así que en esa introspección en el misterio de la esencia de las farolas algo no le acaba de convencer del todo. Y luego volvemos. Son paseos cortos pero creo que voy comprendiendo a Lucas un poco más.

Ya hemos comentado en alguna ocasión que Peugeot es una marca histórica en el mundo de la automoción y como pilar de esta industria ha dado a la misma algún modelo que ha hechoi historia. La marca del león siempre se ha distinguido por la innovación en sus diseños, cosa que sigue manteniendo en las líneas de las carrocerías de sus nuevos modelos y últimamente introduciendo también arriesgadas propuestas de diseño en el interior, como con el volante de tamaño reducido y otros elementos del habitáculo.

Ficha técnica del Peugeot 208

Uno de los modelos míticos que supusieron un cambio en el diseño fue sin duda el 205. Un vehículo nacido en 1984 que marcó un cambio en un fabricante que hasta entonces era considerado una marca especialista en grandes berlinas de diseño conservador y que con el 205 comenzó a presentar ese diseño inspirado en los ojos de los felinos que adornaban el escudo de la marca. El 205 fue todo un éxito para una época en la que tuvo que competir en un mercado en el que los utilitarios empezaban a aportar nuevas soluciones y un aspecto más moderno.

Toque deportivo

Esto además de dotarle de un toque deportivo que le llevaría a participar incluso en el campeonato mundial de rallyes y a proponer versiones extremas de este modelo que competían en aquella época con otros utilitarios «con esteroides» que se convirtieron en muy populares. Esa generación de coches urbanos se convirtieron en la opción más asequible para poder obtar a modelos con ciertas prestaciones y el 205 de aquella época se convirtió en uno de los más populares entre otras cosas por el aire deportivo de sus líneas y el frontal agresivo con la inconfundible mirada del león en los faros delanteros.

Desde entonces Peugeot ha cuidado mucho su línea de modelos basados en el número 200 y ha procurado aportar las mencionadas innovaciones estéticas y técnicas a estos modelos. El 208 que hemos tenido ocasión de probar no es una excepción y desde el primer vistazo se nota por un lado que Peugeot sigue mantenieno vivo el espíritu de la gama 200 proponiendo un coche urbano con innovaciones estéticas y técnicas y manteniendo, sobre todo en la versión con acabado GT Line que pudimos analizar, esa estética deportiva tan atractiva.

Desde luego el 208 es un coche moderno, ha crecido bastante en medidas desde que su antepasado el 205 pisara por primera vez el asfalto y por ello se trata de un coche con mayor habitabilidad y en general más práctico. El diseño exterior del 208 es moderno y dinámico con un frontal que repite esa mirada «felina» característica de los modelos del fabricante francés y que en este caso también luce una gran parrilla delantera que sobresale en el centro del frontal y que está arropada por debajo por otra parrilla y en los laterales por una línea de luces auxiliares hundidas en la carrocería.

El acabado GT Line aporta además un spoiler y un difusor trasero en color negro y también en este color tanto los retrovisores como los arcos de las llantas de 17 pulgadas con inserciones decorativa. La parte trasera la recorre una banda a media altura en la que se integran las luces y más abajo un parachoques de buenas dimensiones. Para terminar con los toques «racing» encontramos una doble salida de escape en la parte inferior.

Aspecto interior

El interior del 208 también tiene un aspecto moderno y sigue las líneas que ya está empleando en sus últimos modelos con el objeto de modernizar el habitáculo hasta el punto de que algunos elementos se alejan de la configuración tradicional. Es el caso del volante, más pequeño y achatado en la parte superior e inferior que deja ver la instrumentación por encima del mismo o los botones para accionar ciertas funciones del coche como la climatización que se han sostituido por selectores táctiles que sobresalen  horizontalmente del salpicadero.

Volviendo al panel de la instrumentación en esta versión es totalmente digital y configurable para mostrar la información de velocidad, revoluciones por minuto, autonomía y mucha más conjuntamente con el mapa del navegador. Peugeot ha actualizado este sistema con unas gráficas a varios niveles de profundidad que le dan un aspecto tridimensional. Desde luego es uno de los paneles de instrumentos más originales y modernos que hemos podido ver en un coche.

En la parte central del salpicadero encontramos una pantalla de 10 pulgadas (la que corresponde al acabado más alto) en la que podremos controlar el sistema multimedia y el de navegación además de los parámetros de climatización del coche. También es posible configurar ciertos detalles del vehículo como por ejemplo el color de la iluminación interior a base de tiras de led y el de la instrumentación para que haga juego con la carrocería y tapicería.

Asientos competentes

Los asientos del 208 nos han parecido cómodos y con una buena sujección latreral a pesar de tener un tamaño reducido por el espacio disponible en el coche. Tanto en la parte lumbar como en la inferior el asiento sobresale para envolver al ocupante de forma que no se mueva durante trayectos virados a cierta velocidad. También cómodos los apouyacabezas regulables en altura que se adaptan a cualquier talla de ocupante. El tacto de la tapicería nos ha parecido muy bueno y de calidad.

La parte delantera está llena de detalles prácticos bien resueltos, como el cajón portaobjetos que permite que depositemos el teléfono móvil para que se cargue de forma inalámbrica con un tamaño generoso, por lo que no tendrmeos que preocuparnos si disponemos de un móvile de cierto tamaño (como pasa con otros coches). Este espacio se cierra con una tapa y lo curioso es que ésta al abrirse puede utilizarse como soporte del propio móvil gracias a una pieza de plástico en el centro de la tapa. Además los conectores USB se encuentran justo al lado por lo que si queremos cargarlo con cable o compartir música es realmente sencillo.

Del interior también nos ha gustado mucho el acabado y la combinación de plásticos blandos, superficies en negro brillante y detalles con acabado tipo fibra de carbono. Esto conjuntamente con la iluminación interior por medio de tiras led que ya hemos mencionado le da a la vez un aspecto futurista y deportivo al interior del coche. También cómodo y vistoso el diseño de la palanca de cambios automática que se encuentra en el centro con otro espacio portaobjetos justo delante de ella.

Detrás menos espacio

En la parte trasera el espacio es menor inevitablemente al tratarse de un coche de poco más de cuatro metros de longitud, pero en el 208 es algo angosto para personas de cierta estatura. El acceso al interior también es pequeño ya que las puertas también lo son y el hueco no es demasiado practicable por el diseño deportivo del coche. Por lo demás los asientos son cómodos y disponen de un doble conector USB, aunque no de salidas de ventilación para la zona trasera.

El maletero no es de los más grandes ya que ofrece 265 litros, aunque las formas son regulares y por ello es bastante aprovechable. Podemos abatir los asientos como es habitual en dos partes para dejar más espacio o si necesitamos cargar en el coche algún objeto con dimensiones mayores que no podamos introducir. En ese caso podemos alcanzar los 1.106 litros si dejamos solamente disponible una fila de asientos en el coche.

Al volante del 208

De todas formas y aunque en este Peugot encontramos esa mirada al futuro que hemos podido percibir en sus últimos modelos (y este dispone de versión eléctrica, por cierto) estábamos deseando poner al 208 en marcha para ver si ese espíritu rebelde del 205 ha logrado sobrevivir a nuestros días. Para descubrirlo teníamos a disposición la versión con motor de 130 caballos de gasolina y el probado y alegre cambio automático EAT8 de la marca francesa.

Una vez pulsamos el botón (y no es fácil porque hay que dejarlo apretando unos segundos) el motor arranca con suavidad. Se trata de un propulsor de 1.2 litros con turbocompresor de gasolina. Se trata de un motor bastante silencioso y progresivo con un sonido bastante civilizado para ser un tres cilindros. Una vez tranquilos por la ausencia de ruido a motosierra o soplador de hojas ponemos el coche en marcha para ponerlo a prueba.

El pequeño 1.2 es una delicia de motor, empuja sin problemas desde bastante abajo, toda una hazaña para un motor de gasolina tan pequeño. Gracias al cambio automático podemos subir de velocidad a buen ritmo y sin perder confort acústico. Echando un vistazo a las cifras el 208 con este motor es capaz de lanzarnos de parados a los 100 kilómetros por hora en 8,7 segundos, nada mal y curiosamente parecido al tiempo que tardaba el 205 GTI de 1.9 litros y 122 caballos (8,5 segundos).

Llama la atención el confort y la comodidad de rodadura de un coche tan pequeño. Ya hemos hablado del confort acústico, pero es que el sistema de amortiguación y suspensiones también está pensado para proporcionarnos una vida más cómoda a bordo incluso en terrenos accidentados. Si a esto le unimos el buen funcionamiento del cambio automático la verdad es que es un coche muy recomendable para hacer kilómetros casi sin sentir.

Esto nos podría hacer pensar que el 208 es un rebelde que se ha cortado la coleta y que se porta de forma blanda cuando se exige de él en recorridos más agresivos. Pero lo cierto es que no es así. A pesar de la comodidad de las suspensiones éstas saben portarse cuando llegamos a las curvas a cierta velocidad para trazarlas con precisión. Disponemos de potencia suficiente y de una buena agilidad para afrontar cualquier recorrido, tanto que como en otras ocasiones no hemos podido evitar preguntarnos hasta dónde podríamos llegar con un motor aún más alegre.

Y no es que este pequeño 1.2 sea tímido, ni mucho menos. Como ya hemos adelantado se porta como debe a cualquier régimen de revoluciones y recupera con decisión cuando lo necesitamos. El precion a pagar es inevitablemente el consumo. En nuestros recorridos por carretera hemos superado los 7 litros aunque podemos quedarnos en 6,5 si somos cuidadosos. En ciudad la cifra sube considerablemente, sobre todo si somos impacientes con el pedal del acelerador.

Conclusiones

El 208 nos ha parecido uno de los utilitarios más equilibrados que hemos probado con un motor muy interesante que es capaz de arrancar una sonrisa y una predisposición al confort que nos hace recordar las grandes berlinas de esta marca francesa. Tiene por otro lado un aspecto inconfundible tanto dentro como fuera del coche con detalles modernos pero sin perder las señas de identidad de la marca. Un equilibrio difícil pero plenamente conseguido.

Y es que este 208 no solamente es un digno heredero del 205 por su aspecto moderno e innovador y por su practicidad, aunque las plazas traseras y el maletero sean algo pequeños, sino que al ponernos al volante el pequeño 1.2 nos ha hecho recordar sensaciones deportivas de aquel modelo. Un utilitario rebelde y divertido que estamos seguros que tiene un buen futuro por delante a pesar de la aguerrida competencia a la que se enfrenta.

Valoración final
8.1 NOTA
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NOS GUSTA
Buenos acabados
Diseño moderno
Equilibrio entre prestaciones y confort
A MEJORAR
Espacio plazas traseras algo pequeño
Maletero algo reducido
RESUMEN
El 208 es un coche equilibrado, divertido con soluciones y aspecto moderno que además tiene cierta personalidad deportiva que no está reñida con un excelente confort de marcha
Prestaciones8
Diseño8.5
Consumo7
Confort8.5
Sistema de infoentretenimiento8.5
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