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Intel Rocket Lake-S se estrena con mal pie en 3DMark: pierde frente a Comet Lake-S

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La arquitectura Intel Rocket Lake-S será presentada a finales de este mismo año como sucesora de Comet Lake-S, una generación que se ha estrenado oficialmente hace apenas unos días y que, como os hemos contado en artículos anteriores, representa una evolución muy pequeña frente a Coffee Lake Refresh.

Con el lanzamiento de la arquitectura Intel Rocket Lake-S viviremos una situación bastante peculiar. Según las informaciones más recientes el gigante del chip no ha podido completar a tiempo la transición al proceso de 10 nm++ con sus procesadores de alto rendimiento, lo que significa que no tendrá más remedio que recurrir a una adaptación en 14 nm de los núcleos Willow Cove, utilizados en los procesadores Tiger Lake de bajo consumo (10 nm++).

Intel Rocket Lake-S mantendrá el proceso de 14 nm, pero a diferencia de Comet Lake-S traerá cambios importantes gracias a la utilización de esos núcleos Willow Cove, lo que nos permitirá hablar de un salto al proceso de 14 nm+++. Este debería ser el último «tock» de Intel sobre dicho proceso, aunque tras ver la evolución que hemos vivido en los últimos años en este sentido ya es imposible dar nada por seguro.

El rendimiento de Intel Rocket Lake-S en 3DMark está por debajo de lo esperado

La consecuencia más importante de la integración de núcleos Willow Cove en los procesadores Intel Rocket Lake-S será un incremento notable del IPC. Se ha llegado a hablar de un aumento de hasta el 20% frente a la generación actual, pero al tratarse de una adaptación del proceso de 10 nm++ puede que la mejora acabe siendo más pequeña de lo esperado.

El proceso de 14 nm impondrá limitaciones importantes, hasta tal punto que Intel tendrá que limitar el máximo de núcleos e hilos a 8 y 16, respectivamente, lo que representa un paso atrás frente a los 10 núcleos y 20 hilos del Core i9 10900K. Este movimiento estaría compensado por ese aumento del IPC al que hicimos referencia, pero la primera prueba de rendimiento que hemos tenido la oportunidad de ver no resulta nada halagüeña.

En la base de datos de 3DMark hemos visto los resultados de un procesador Intel Rocket Lake-S con 6 núcleos y 12 hilos funcionando a 3,5 GHz-4,2 GHz, modo normal y turbo, y este queda por debajo del Core i5 10400, que suma 6 núcleos y 12 hilos a 2,9 GHz-4,3 GHz, modo normal y turbo. El primero alcanza los 11.887 puntos en el test de físicas y el segundo llega a los 12.828 puntos.

Quiero pensar que esto se debe a que el nuevo chip es una muestra temprana de ingeniería y que el resultado no es ilustrativo del rendimiento final de la serie Rocket Lake-S, pero al mismo tiempo no dejo de pensar en lo problemático que podría ser esa adaptación de los núcleos Willow Cove diseñados para el proceso de 10 nm++ al proceso de 14 nm+++. En cualquier caso no nos precipitemos, vamos a esperar a ver con qué nos sorprende Intel, al fin y al cabo la compañía tiene margen de maniobra hasta finales de este año, cuando se producirá el lanzamiento de esta nueva arquitectura.

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