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Nuestros lectores hablan: ¿qué placa base utilizas?

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La placa base es uno de los componentes más importantes de cualquier PC, no en vano es el nexo de unión de los principales componentes del sistema, y también determina aspectos tan básicos como la compatibilidad, el soporte y las posibilidades de actualización.

Comprar una placa base económica puede ser una buena opción si tenemos un presupuesto muy ajustado, pero debemos tener cuidado y asegurarnos de que el modelo que hemos elegido:

  • Es compatible con el resto de componentes.
  • No representa ninguna limitación importante.
  • Tiene una calidad de construcción mínima.
  • Ofrece un buen grado de ampliación.
  • Cabe sin problemas en el chasis que vamos a utilizar.

Si compramos una placa base incompatible o que no cabe en nuestro chasis tendremos que cambiarla directamente, eso es evidente. Por contra, si compramos una placa base que no ofrece un buen grado de ampliación estaremos limitando la vida útil del equipo.

Los modelos con una baja calidad de construcción pueden dar problemas a medio y largo plazo, y aquellas que imponen limitaciones a nuestros componentes nos impedirán disfrutar de estos en todo su esplendor. Por ejemplo, piensa en lo que ocurriría si unieses una placa base H410 con un Core i5 10600K, no podrías hacerle overclock, o si montas memoria RAM a 3.666 MHz en una placa base limitada a 2.400 MHz.

Hoy por hoy, el mercado de las placas base ha crecido mucho y se ha vuelto muy competitivo, tanto que es complicado encontrar modelos que podamos calificar como «malos». Sin embargo, no todos ofrecen las mismas prestaciones ni se dirigen al mismo tipo de usuario, así que debemos elegir con mucho cuidado. Si necesitas ayuda, no te pierdas esta guía.

placa base

Al grano, ¿qué placa base utilizas?

En mi caso utilizo una GIGABYTE AORUS GA-AX370-GAMING 5 actualizada con la BIOS más reciente. La tengo tres años con un Ryzen 7 1800X montado, y debo decir que estoy muy contento, ya que nunca me ha dado problemas de estabilidad y ha recibido un soporte realmente bueno.

Su calidad de construcción es muy buena, y en todos los sentidos. Cuenta con refrigeración pasiva tanto en la zona del VRM como en el chipset, monta ranuras PCIE reforzadas y tiene cuatro ranuras para memoria RAM reforzadas. La calidad del sonido integrado está por encima de la media, y el soporte que ha recibido con el paso del tiempo ha sido excelente, tanto que puedo actualizar cuando quiera a un Ryzen 3000. No está nada mal, sobre todo teniendo en cuenta que hace tres años me costó 209 euros.

Si todo va según lo previsto, espero actualizar a un Ryzen 7 3700X aprovechando el lanzamiento de los Ryzen 4000, ya que aquél debería bajar bastante de precio, o quizá me plantee un Ryzen 9 3900X, y no tendré que cambiar de placa base, podré aprovecharla unos cuantos años más. Por eso es tan importante pensar en las posibilidades de ampliación antes de elegir.

Ahora os toca a vosotros, ¿qué placa base utilizáis? Los comentarios son vuestros.

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