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Análisis

Volkswagen ID.3, nuevas herencias

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I remember when rock was young Elton John (Crocodile rock, 1972)

«No hay oxígeno para todos» son las cinco palabras que no quieres oír si eres astronauta. Alguien tenía que pronunciarlas antes o después, aunque los cuatro sabíamos que esto era así al poco de recibir el impacto del asteroide hace menos de 96 horas. Aunque en realidad eso es mucho decir para una piedra con una masa que seguramente no llegaría al kilogramo pero que tuvimos la mala suerte de que atravesara la nave por los sitios menos recomendables para hacerlo. El comandante Trent señaló a las pantallas cuyos datos sabíamos de memoria. «A este ritmo nos quedaremos sin oxígeno en cuatro días» entonces Lewis interrumpió al comandante «en realidad algo menos, hemos reparado la grieta pero la pérdida aumenta poco a poco. No creo que lleguemos a esos cuatro días»  dijo mientras flotaba boca abajo sobre la improvisada sala de reuniones. «Jack» dijo entonces el comandante «¿nada aún por la radio?» el escocés estaba absorto en sus pensamientos y tardó en contestar «No» y tras una larga pausa añadió «nada».

«Bueno» suspiró el comandante «para maximizar nuestras posibilidades de ser rescatados ya sabéis lo que toca». Jack levantó la mano de improviso. «Yo. Yo lo haré. Abandonaré la nave dentro de seis horas» y se encaramó a su estrecho cubículo sin añadir nada más. El resto nos miramos atónitos. Nadie dijo nada. Nadie propuso convencerle de que no lo hiciera porque eso quería decir que otro tendría que tomar el camino de la escotilla. Nos miramos, culpables pero aliviados, y tras unos minutos nos dispusimos a retomar tareas imaginarias. El sentimiento de culpabilidad me llevó junto al cubículo de Jack. A través de la pequeña ventana parecía que estaba escribiendo algo. Me miró y con una media sonrisa hizo un gesto de saludo. Y siguió escribiendo. No insistí, quizás por miedo a que cambiara de idea y pasé las siguientes seis horas mirando el techo de mi propio cubículo y pensando… si el oxígeno seguía abandonando la nave ¿Quién sería el siguiente?

A las seis horas sin decir palabra Jack preparó su escafandra. El comandante Trent hizo el saludo militar y luego le abrazó. Lewis tenía preparada una sorpresa, en los altavoces de la nave haciendo vibrar el poco aire respirable que nos quedaba el sonido de unas gaitas tocando «The High Road To Gairloch». Jack se detuvo un momento camino de la escotilla y nos miró. Una lágrima brilló asomando por su ojo izquierdo. Las gaitas aún sonaban mientras veíamos a Jack alejándose. Cuando dejaron de sonar el silencio se apoderó de la nave. Entonces me decidí a acercarme al cubículo de Jack para empaquetar sus pertenencias. Sobre la almohada y junto a su insustituible botella de Macallan había una nota atada con un cordel. «Queridos compañeros. Las comunicaciones funcionan. Van a rescatarme, pero no había espacio para nadie más. Os dejo la botella para que os podáis emborrachar maldiciéndome para la eternidad. Jack»

Modelo analizado Volkswagen ID.3
Motor y acabado (Equivalente a) Pro Performance
Potencia 204 CV
Velocidad máxima 160 Kmh
Aceleración o-100 7,3 s
Largo/ancho/alto 4261/1809/1568 mm
Potencia máxima RPM 204 CV
Par máximo Nm/RPM 310 Nm
Caja de cambios Automática
Web https://www.volkswagen.es/
Precio 48.930 euros (antes de ayudas y descuentos)

Quizás no se diga lo suficiente: el mercado de la movilidad está en plena revolución y grandes fabricantes de automóviles como VolksWagen que hasta hace poco miraban quizás con algo de condescendencia experimentos como el de Tesla o de otros fabricantes con coches eléctricos con ventas testimoniales ahora han cogido decididos el camino de la electrificación. Es un camino que no consiste solamente en sacar uno o dos modelos para contentar al público y alcanzar los cupos de la exigente legislación europea sino que han abrazado una estrategia que va desde la fabricación de las baterías, buscar colaboración para una red de cargadores públicos y rediseñar completamente sus líneas de producción para ofrecer una gama de modelos eléctricos potente e independiente.

Desde cero

Esto significa diseñar coches desde cero y aunque el excelente e-Golf fue una propuesta realmente interesante, tal y como mencionamos en su día, es la nueva gama ID la que marcará el rumbo del futuro de la compañía de Wolfsburgo. Para conocer de primera mano uno de los primeros ladrillos de esta nueva era del fabricante hemos querido realizar una prueba del ID.3, un modelo que según lo que afirmaba VolksWagen en su lanzamiento tiene el tamaño de un Golf pero la habitabilidad de un Passat.

Para la prueba nos proporcionaron un modelo ID.3 1st Max que no se encuentra a la venta (es una de las versiones que se podían reservar en su lanzamiento) pero que se basa en el modelo Pro Performance. Se trata de una variante que dispone de un motor de 204 caballos y una batería con 58 kWh de capacidad que según la homologación WLPT ofrece una autonomía teórica de 421 kilómetros. Además de esto solamente se diferencia en algunos detalles estéticos.

El ID.3 es el primer modelo de VolksWagen en utilizar la plataforma MEB que se ha diseñado exclusivamente para vehículos eléctricos. Esto significa que en vez de electrificar una plataforma diseñada para coches con motor de explosión o desarrollar una plataforma que sea compatible con coches eléctricos y de explosión, como hace gran parte de la competencia, la marca alemana puede aprovechar la disposición de elementos del coche eléctrico para optimizar su ubicación dentro del mismo.

Baterías abajo

Esto hace que los diseñadores del coche hayan podido colocar las baterías cubriendo prácticamente toda la parte inferior del coche entre los dos ejes de ruedas y que la colocación de otros elementos como el motor eléctrico, que se encuentra en la parte trasera, se haya podido hacer maximizando el espacio sobre el chasis. Además gracias a este diseño de la plataforma, también se ha podido ajustar el reparto de pesos que en el caso del ID.3 es de 49,7% del peso para el eje delantero y el resto para el trasero, prácticamente un 50/50 que es lo ideal para lograr un comportamiento equilibrado en el coche.

El diseño exterior del ID.3 muestra la búsqueda de un comportamiento aerodinámico óptimo. Se trata de un diseño que choca al principio porque no se asemeja al de los automóviles con motorización convencional y tampoco sigue con las marcas de identidad estéticas de la marca. En esto también muestran independencia los nuevos eléctricos de VolksWagen. A primera vista y dado su diseño puede parecer un coche relativamente grande, pero en realidad mide dos milímetros menos que un Golf. Eso sí, como veremos, con el espacio muy bien aprovechado.

Uno de los factores que le hace parecer más grande es su altura, aproximadamente 12 centímetros más que un Golf, lo que al primer vistazo lo coloca a medio camino entre un turismo y un monovolumen. El diseño del coche es bastante discreto y no llama demasiado la atención como sí lo hacían los primeros eléctricos, por ejemplo, de Nissan y Renault. La parte delantera es muy limpia con dos grupos ópticos sencillos y altos unidos por un embellecedor con el escudo de la marca en el centro. No hay parrilla central pero sí toma de aire inferior para refrigerar las baterías (en nuestro caso en el color de las baterías).

Aerodinámica ante todo

El diseño del perfil del coche es muy aerodinámico, con un breve spoiler rematando la parte superior del portón trasero y con unas llantas diseñadas para ofrecer la mínima resistencia al aire. El tamaño de las puertas llama la atención y ocupan buena parte del espacio lateral. La parte trasera tiene más personalidad con grupos ópticos grandes divididos en dos partes y el portón en color negro. El paragolpes en la parte de atrás es de los «urbanos»: alto y prominente para evitar problemas en las maniobras y circulación en ciudad.

Pero donde el ID.3 destaca realmente es en el espacio interior. Al abrir las puertas, que dejan como hemos adelantado un espacio muy amplio para el acceso, enseguida vemos las ventajas del diseño de una plataforma eléctrica. El salpicadero da la impresión de estar más adelantado que en un coche tradicional y el túnel central de transmisión no existe por lo que entre los asientos delanteros el módulo que se ha colocado solamente sirve para colocar el móvil (curiosamente hay espacio para dos superpuestos, uno de ellos con posibilidad de carga inalámbrica) y un posavasos. Más atrás hay un espacio de almacenamiento grande que puede cubrirse donde se encuentran dos tomas USB-C.

Los asientos delanteros del ID.3 son muy cómodos y destacan por su anchura y tienen un relleno muy confortable. Sin embargo son menos envolventes y sujetan menos que los asientos de otros modelos de la marca. Se ve claramente que están diseñados más con vistas a la comodidad que a la posible conducción deportiva. Los reposabrazos en cambio se han colocado en el lateral de los asientos y no son demasiado cómodos por estrechos y demasiado pegados al cuerpo.

El salpicadero tiene un diseño extremadamente limpio y minimalista, no hay nada que sobresalga ya que los escasos botones y controles de selección son todos táctiles. Destaca la pantalla del sistema de información y entretenimiento colocada de forma «flotante» sobre las salidas de ventilación centrales en la parte delantera y con algunos botones y controles táctiles que permiten subir o bajar el volumen y la temperatura o apagar la pantalla. Debajo de estos controles encontramos más botones táctiles de las luces de emergencia, selección de modos de conducción, asistentes, menú de climatización y de sistemas de aparcamiento.

Botones táctiles

Como nos ha pasado otras veces la ausencia de relieve de estos botones hace que sea complicado accionarlos sin estar mirando. Además no hay botones para el acceso directo a funciones del menú, algo que suele ser muy útil para acceder directamente a las más importantes. El sistema precisa de algo de aprendizaje para poner en funcionamiento de los sistemas más utilizados. La pantalla de 10 pulgadas es de muy buena calidad y los gráficos modernos y actualizados. Además es posible configurar el color y el aspecto además de que éstos cambian de forma automática cuando cambiamos el modo de funcionamiento del coche, por ejemplo cambian a rojo al seleccionar el modo Sport.

Detrás del volante en sustitución de los indicadores tradicionales encontramos otra pantalla flotante de 5,3 pulgadas, esta vez sobre el eje de dirección. Otra de las ventajas de diseñar específicamente para una motorización eléctrica la encontramos en esta pantalla, que al no tener que mostrar datos como revoluciones, temperatura del agua del motor y otros tiene un diseño más limpio y funcional. Podemos cambiar la disposición de la información, mostrar las instrucciones del navegador y del asistente de conducción. Los datos esenciales que muestra se limitan a la velocidad, autonomía y una gráfica que muestra si el coche está consumiendo o recuperando energía.

En la parte derecha de la pantalla podemos ver la selección del cambio y un poco más a la derecha, colocado junto a la pantalla, encontraremos el propio selector del cambio. No es una posición cómoda y hay que acostumbrarse a la forma de cambiar, pero en realidad al tratarse de un cambio automático las ocasiones en las que necesitamos accionarlo son pocas. Solamente es algo más incómodo cuando tenemos que hacer una maniobra, por ejemplo de aparcamiento, y tenemos que cambiar entre marcha adelante y atrás varias veces porque tenemos que levantar la mano hasta detrás del volante. Pero no es algo realmente relevante.

Un detalle interesante es que VolksWagen ha dispuesto en la parte superior del salpicadero una tira luminosa que actúa para darnos información, por ejemplo cuando estamos cargando el coche o cuando el navegador nos da instrucciones al llegar a un cruce. En este caso por ejemplo la parte correspondiente de la tira luminosa (derecha o izquierda) se iluminará según tengamos que girar a un lado a otro para proseguir con nuestra ruta al destino.

Hola ID

En este modelo también se ha introducido un sistema de reconocimiento de voz avanzado y que para accionarlo no es necesario pulsar un botón como en otros sistemas sino que simplemente hay que decir «hola ID» para acceder a una serie de funciones como navegación, control de la música y la climatización etc. Como detalles curiosos el pedal del acelerador lleva un símbolo de «play» y el del freno un símbolo de «pausa» como si se tratase de un reproductor de música. Otro detalle curioso pero algo engorroso es que para accionar los elevalunas antes hay que seleccionar si se trata de los delanteros o los traseros.

En la parte posterior la sensación de amplitud es aún más grande con una amplia puerta y mucho espacio para las piernas. La altura es notable también, pero ahí está más en línea con el Golf y otros vehículos de tamaño similar. Aunque el pasajero de la plaza central podrá viajar cómodo porque no tendrá entre las piernas el túnel de transmisión, la anchura no permite que viajen tres adultos de forma cómoda, pero es algo habitual en coches de este tamaño.

Las plazas traseras disfrutan de dos tomad de conexión USB-C pero no hay salidas de ventilación para que llegue el aire más directamente. Además disponen de un reposabrazos que tiene dos huecos para vasos y botellas y varias bolsas detrás de cada asiento delantero con un tamaño ideal para móviles las dos pequeñas y para tablets u otros objetos planos más voluminosos en la más grande. El relleno de los asientos también es confortable así como los reposacabezas.

Buen maletero

El maletero también tiene un buen espacio, suma 385 litros y tiene formas muy regulares sin protuberancias que puedan entorpecer la colocación de objetos. Abatiendo los asientos se puede conseguir una capacidad de carga que sube hasta los 1.267 litros. Una cosa que no nos ha gustado demasiado es la calidad de algunos plásticos y accesorios. Por ejemplo la bandeja que tapa el maletero está hecha de un material muy fino y mal acabado, hay plásticos en el interior que no llegan a la calidad de los que encontramos, por ejemplo, en un Golf… En cualquier caso son pequeños detalles y no empañan la buena sensación en general que proporciona el interior del coche.

Pasamos al apartado de la conducción. Como hemos anticipado este modelo de ID.3 equipa un motor eléctrico de 204 caballos y una cifra de par de 310 Nm, una carta de presentación realmente impresionante. Nuestros primeros kilómetros con el ID.3 fueron en ciudad y el nuevo estandarte de la electrificación de VolksWagen se comportó muy bien, en realidad como se espera de cualquier vehículo eléctrico: silencio total de marcha, buena aceleración desde parado, bajos consumos…

Bien por ciudad

Quizás el ID.3 se distinga por una visibilidad muy buena y por una excelente maniobrabilidad que saca todo el partido del coche en entornos urbanos. Una vez llevamos al ID.3 a las carreteras podemos sacar un poco más de partido a esos más de 200 caballos. La primera impresión es que la propulsión del coche ha sido configurada para que proporcione potencia de forma progresiva y suave, incluso si pasamos a modo Sport. Por ello la sensación de aceleración que proporciona el ID.3 es menor que otros coches incluso con potencia menor. Eso sí, una vez empezamos a solicitar potencia esta parece no acabarse nunca y cuando nos queremos dar cuenta hemos alcanzado una velocidad notable.

De hecho las cifras de aceleración de cero a cien kilómetros por hora indican que tarda 7,3 segundos, una cifra muy respetable. Así que en realidad estamos hablando más de sensaciones poco deportivas más que de verdaderas prestaciones. Una vez nos acostumbramos a esa potencia parsimoniosa pero constante el coche es algo más divertido de conducir, sobre todo gracias a su excelente estabilidad en curva mérito de su bajo centro de gravedad y una calibración excelente de suspensiones aunque sigue sin ser un coche con alma deportiva.

En autopista la comodidad es máxima con un silencio casi total, las ayudas a la conducción y una potencia siempre dispuesta es posible conducir muy relajados. Al igual que otros coches híbridos y eléctricos el ID.3 tiene un modo de retención que permite cargar las baterías que se consigue colocando la palanca de cambios en posición B. No retiene tanto como para considerarse una conducción «con un pedal» pero sí lo suficiente para que sea más cómodo conducir en ciudad a baja velocidad reduciendo la necesidad de tocar el pedal del freno.

En lo que respecta a la autonomía y como es habitual en los coches eléctricos ésta está incluso por encima de la anunciada conduciendo despacio por ciudad y se reduce mucho al sacar al ID.3 a la carretera. En circunstancias normales y en un recorrido mixto la autonomía ronda los 300 kilómetros y el consumo entre 18 y 19 kWh. El ID.3 puede cargarse con una potencia de hasta 100 kW en cargadores especiales preparados para ellos (cuya recarga por ahora tiene precios muy altos, por cierto). En este caso la batería de 50 kWh tardaría algo más de media hora en alcanzar el 80% de la carga. Lo ideal es instalar un Wallbox en la plaza de garaje y cargar el ID.3 con una potencia de 11 Kw.

Conslusiones

El ID.3 no es un modelo cualquiera para VolksWagen, es una declaración de intenciones de que va en serio con la electrificación y que ha elegido diseñar coches eléctricos desde cero. Hay que recordar que VolksWagen tiene una larga tradición en el mundo del automóvil abriendo camino con modelos como el Beetle o el Golf y este ID.3, aunque no pueda considerarse pionero, sí que supone un hito importante en el mercado del coche eléctrico.

Hay aspectos del ID.3 muy bien realizados y muy prometedores que lo convierten en un coche útil, con buena autonomía y placentero de conducir. Otros detalles de acabados y funcionalidades se pueden achacar a males de juventud pues para el fabricante alemán este es un mundo a explorar. En cualquier caso el ID.3 es un coche excelente muy preparado para la ciudad y con autonomía y potencia suficientes para viajar sin agobios de prestaciones o autonomía.

Valoración final
8.5 NOTA
NOS GUSTA
Buen confort de marcha
Habitabilidad
Prestaciones
A MEJORAR
Algunos acabados y materiales por debajo de lo esperado
RESUMEN
El ID.3 ha supuesto todo un hito para VolksWagen, un coche eléctrico diseñado desde cero con una nueva plataforma de la que derivarán otros mucho modelos. Un buen confort de marcha y prestaciones para un coche eléctrico con el que se puede viajar con mucha comodidad.
Prestaciones9
Diseño8.5
Consumo8
Confort8.5
Sistema de infoentretenimiento8.5

 

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