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El futuro eléctrico de Volkswagen y toma de contacto del ID.4

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El día 13 de abril fuimos invitados por Volkswagen para una toma de contacto con el nuevo ID.4, el SUV eléctrico que engrosa las filas de los modelos que marcarán el futuro de la compañía. Pero igualmente interesante que la toma de contacto de este vehículo los responsables de la marca en España nos dibujaron algunas pinceladas de lo que el fabricante alemán tiene marcada como hoja de ruta para el futuro. Y como no podía ser de otra manera ese futuro es eléctrico.

Para demostrarlo en la pantalla de la presentación enseguida asomaron dos cifras que hay que tomarlas como son: una barbaridad. Volkswagen como grupo va a invertir en los próximos años 46.000 millones de euros en proyectos de movilidad eléctrica y de digitalización de los que concretamente la marca lo hará con 16.000 millones en electrificación y digitalización. En el aspecto de la digitalización en la presentación se nos repitió un concepto muy interesante y un punto sobre el que debe reflexionar toda la industria: Volkswagen está en el camino de convertirse en un desarrollador de software o por lo menos reconocer que los automóviles se definen por el software que les hace funcionar.

Un mundo de software

Está claro que cada vez el mundo de la automoción va a depender de las aplicaciones instaladas en sus coches y ya no sólo en el aspecto lúdico o en los sistemas de ayuda a la conducción sino que con la electrificación la parte lógica constituye un elemento fundamental para el buen funcionamiento y el aprovechamiento de la mecánica. Es una lección que se aprende a las malas, como ha podido comprobar el fabricante con los problemas de software que entorpecieron la llegada del ID.3 al mercado.

Dentro de esta estrategia de software en su parte más sofisticada tendrá un lugar estratégico para la marca el de los sistemas de conducción autónoma. De hecho el plan es que para el modelo ID.6 ya esté listo un sistema con conducción autónoma de nivel 2 plus. Para más adelante y dentro del proyecto Trinity que vería la luz en 2026 el sistema de conducción autónoma se prevé que alcance el nivel 4. Los modelos actuales como el ID.3 y el ID.4 también dispondrán de actualizaciones para mejorar su nivel de conducción autónoma actual.

Pero hay otros elementos que van a transformar al grupo y a la marca en su camino a conseguir una posición de dominio en el mercado de la automoción eléctrica. Uno de los más importantes es el de las baterías, un componente que en un coche eléctrico al contrario que en uno de explosión tiene más peso que el motor u otros elementos, tanto desde el punto de vista del coste, del desafío tecnológico y científico que supone y el peso que tiene en las prestaciones, sobre todo en la autonomía y velocidad de carga.

Construcción de gigafactorías

En este sentido Volkswagen ha anunciado que iniciará la construcción de nada menos que seis gigafactorías en Europa. Lo que se busca son dos ventajas principalmente: el desarrollar baterías con mejor rendimiento que las que se encuentran en el mercado y el no tener que depender de proveedores que marcan sus márgenes, a veces muy elevados. Según Volkswagen esta independencia llegará en 2023. El abaratamiento de costes para el fabricante por desgracia no significará una disminución de precios, como nos confirmaron en la rueda de prensa. Los márgenes ahora son estrechos y por otro lado es necesario amortizar el desarrollo realizado y la propia inversión en las mencionadas gigafactorías.

Sin embargo sí que podría bajar el coste de las baterías por separado, lo que abre una posibilidad interesante de cambio de batería para modelos con paquetes obsoletos por precios mucho más competitivos que los que encontramos ahora. Esta estrategia de asegurarse un suministro de baterías de última tecnología a un coste reducido es la misma que hace tiempo planteó Elon Musk para Tesla. No hay planes que estas baterías fabricadas por Volkswagen pasen a otro tipo de productos como las baterías domésticas de la propia Tesla, pero no se descarta como parte del plan de reutilización de baterías en un futuro.

También se anunciaron colaboraciones importantes en lo que respecta al despliegue de una red de cargas rápida a nivel europeo. Volkswagen se ha asociado en este sentido con BP, Enel e Iberdrola en un proyecto que prevé el despliegue de 18.000 puntos para el año 2023. Estos y otros importantes anuncios con respecto a la electrificación se realizaron en el marco del Volkswagen Power Day celebrado el pasado 22 de marzo.

No menos estratégica es la marcha de la familia ID, una gama de vehículos con la que Volkswagen pretende llegar a que sus ventas de coches eléctricos sean el 30% de las totales en 2025 y el 70% en 2030. Dos fechas que no se encuentran tan lejos. Como hemos anticipado el protagonista de la mañana en realidad era el Volkswagen ID.4. Un SUV eléctrico que se basa en la plataforma del ID.3 con un gran espacio interior y una carrocería más elevada.

Toma de contacto con el ID.4

Tuvimos la ocasión de conducir algunos kilómetros con este nuevo modelo de Volkswagen, en este caso un 1st, uno de los modelos más equipados de la gama. El ID.4 es un coche de tamaño medio con más de cuatro metros y medio de longitud, un poco más grande que un Hyundai Tucson, y 1,85 metros de ancho, más que un Tiguan. Tiene unas líneas sencillas y modernas, al estilo de lo que nos encontramos con el ID.4 pero con una altura que le hace más cómodo y habitable.

De hecho en el interior enseguida destaca el espacio a disposición, es notable por ejemplo la separación entre el conductor y el acompañante, acentuada por la ausencia de un reposabrazos común ya que cada asiento incorpora el suyo. El salpicadero es idéntico al ID.3 con el sistema de cambio automático colocado sobre la pantalla de indicadores de velocidad y de información de carretera, la pantalla del sistema de información y entretenimiento es de 12 pulgadas se coloca al centro de un salpicadero minimalista que aumenta la sensación de amplitud.

Esta sensación se repite en las plazas traseras en las que hay un gran espacio para las piernas y también altura suficiente para que viajen personas de talla considerable. Mucho espacio también a lo ancho lo que se traduce en la posibilidad de que viajen tres personas. Las amplias superficies acristaladas contribuyen también a este sensación de amplitud. Buen tacto de todos los materiales aunque no hay ningún acabado que se pueda definir como lujoso sino más bien orientado a lo práctico y minimalista. El maletero es grande, dispone de 543 litros que se pueden aumentar hasta los 1.575 litros.

Adaptación

Hay que decir que los primeros minutos al volante del ID.4 requieren de adaptación, obviamente no es así si se ha conducido previamente un ID.3. La palanca de cambios se sustituye por un selector en la parte derecha de la pantalla tras el volante. Hay muchas configuraciones que se pueden editar y esto requiere algo de destreza para navegar por los menús. Todos los botones son táctiles y eso hace que sea más prudente hacer estas modificaciones con el coche parado.

La conexión del móvil es sencilla y el coche ofrece una bandeja con carga inalámbrica debajo del salpicadero con los conectores USB cerca del mismo. Una vez configurados todos los parámetros como el modo de conducción y dispuesto el navegador nos dispusimos a realizar nuestra excursión. El recorrido propuesto por Volkswagen incluía todo tipo de terreno como carreteras con curvas, tramos de tierra, autovía y un pequeño recorrido urbano así que pudimos probar el coche en todas las circunstancias.

Algo tímido

La primera impresión es que a pesar de los 203 caballos y que el coche responde bien y acelera con decisión pero con menos empuje que otros coches eléctricos que hemos probado, algunos con una potencia menor. Lo que sí se nota es una calidad de rodadura muy alta ya que es muy silencioso y tiene una estabilidad sorprendente, que pusimos a prueba en tramos muy virados a una velocidad bastante alta. Las suspensiones son algo más duras que otros modelos lo que hace que los baches y otras irregularidades se noten pero sin llegar a perjudicar el excelente confort.

Toma de contacto con el nuevo ID.4

Con un tiempo limitado es difícil sacar conclusiones pero el ID.4 nos transmitió calidad y una habitabilidad que nos sorprendió mucho. Dispone de elementos interesantes como una tira de luces en el parabrisas que nos indica el estado de carga o si tenemos que girar en un cruce por indicación del navegador. También dispone de sistema de visualización tipo HUD sobre el parabrisas y reconocimiento de voz para ciertas funciones. Es un coche que se desenvuelve bien por ciudad con un radio de giro realmente pequeño y con una autonomía y comportamiento que permite viajar (siempre que lo planifiquemos). Creo que es otro paso en la buena dirección por parte de Volkswagen.

Toma de contacto con el nuevo ID.4

Los precios del ID.4 empiezan a partir de los 35.875 del modelo pure con motor de 170 caballos y batería de 52kWh (autonomía de 344 kilómetros) hasta los más de 58.000 del ID.4 Max con motor de 204 caballos y batería de 77 kWh (522 kilómetros de autonomía). En este configurador pueden verse todas las combinaciones. Volkswagen afirma que en cinco clicks podemos tener el ID.4 perfectamente configurado. Hay que tener en cuenta que actualmente y gracias al programa Moves III en España es posible conseguir una subvención de hasta 7.000 euros si entregamos un coche de más de 10 años siempre que el precio antes de IVA esté dentro del precio máximo de 53.000 euros antes de IVA (por lo que el ID.4 entraría en esta limitación).

También está previsto el lanzamiento próximamente de una versión del ID.4 denominada GTX que pasaría a ser el tope de gama. Tendrá tracción integral 4motion, una batería de 77kWh (la autonomía aún no está homologada) y dispondrá de un motor más potente y que alcanzará los 300 caballos. Se prevé que se podrán a empezar a realizar pedidos en mayo y que el coche esté disponible en junio de este año. No se conoce aún el precio de esta versión.

 

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