Google Drive restringirá el acceso a algunos archivos

Los servicios de almacenamiento en la nube como Google Drive se han convertido, de un tiempo a esta parte, no solo en una solución que empleamos para guardar determinados archivos, ya sea porque los queremos proteger más o porque queremos tener acceso a ellos desde cualquier dispositivo y en cualquier momento (siempre que contemos con una conexión a Internet, claro está). Como decía, no solo los utilizamos con este fin, aunque en muchos casos sea el principal, también son una excelente herramienta para compartir archivos con terceros.

Ya sea para compartir un archivo de gran tamaño (que por lo tanto no podrías enviar como adjunto en un correo) con una persona, para hacerle llegar un archivo varios a muchas personas de una manera más cómodo o la combinación de ambas cosas, la posibilidad que ofrecen los servicios como Google Drive para generar una url con la que compartir cualquier fichero que tengamos almacenado en la nube, es (al menos en mi opinión) el sistema más cómodo y rápido de los existentes en la actualidad.

Tanto es así que incluso los servicios de correo web, como Gmail, cuando intentas adjuntar un archivo demasiado grande, te indican que no es posible enviarlo de ese modo, pero te ofrecen subirlo a su servicio de almacenamiento online, Google Drive en este caso, para compartirlo de ese modo. Así, es normal que el compartir a través de este medio se haya popularizado tanto de un tiempo a esta parte, al punto de que incluso podemos encontrar a personas que comparten muchos archivos, y que para tal fin se crean múltiples cuentas en estos servicios.

El problema es que, claro, esto puede ser empleado para compartir archivos legítimos, sí, pero también otros un poco menos virtuosos: spam, malware, contenido protegido por derechos de autor… sí, los servicios como Google Drive también se han convertido en el almacén y sistema de distribución empleado para compartir activos digitales que, al menos según las políticas de Google con respecto a su servicio, no deberían compartirse desde su plataforma. Y finalmente parece que se van a poner serios a ese respecto.

Hasta ahora la propia compañía no ha aplicado demasiado control al respecto, y solo ha respondido a peticiones por parte de terceros. Sin embargo, y según podemos leer en su blog, Google Drive pronto empezará a restringir el acceso a archivos que, en su opinión, violan dichas políticas, además de empezar a tomar medidas activas para la identificación de dicho tipo de ficheros. ¿Y cuándo empezará a desplegarse esta función? Pues en realidad ya lo ha hecho, su activación se inició el pasado 14 de diciembre, por lo que los primeros positivos ya se habrán producido, y podemos esperar que se generalicen en cuestión de semanas.

Aquellos archivos que vulneren las políticas de la compañía se marcarán como tales y, automáticamente, se deshabilitará su uso compartido, es decir, que aunque ya se haya compartido con otras personas, sea directamente desde Google Drive o mediante un enlace, ya no será posible acceder al mismo, salvo para su propietario, que además verá una advertencia visual de dicha circunstancia, así como una explicación sobre qué ha provocado el bloqueo, es decir, qué norma vulnera dicho archivo.

Obviamente, la compañía cuenta con que su sistema de detección no es perfecto y, en consecuencia, ha habilitado una función con la que podremos informar de un falso positivo. En tal caso, eso sí, el fichero tendrá que ser comprobado por un equipo de revisión de Google Drive, que determinará si el fichero realmente vulnera las políticas del servicio o, por el contrario, se ha producido un error, en cuyo caso se restituirá la posibilidad de compartirlo a través del servicio.