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Apple Music Classical: primeras impresiones

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Apple Music Classical: primeras impresiones

Apple Music Classical ya está aquí. Esta mañana al sonar el despertador (es decir, la alarma que tengo configurada en el móvil), cuando he abierto los ojos lo suficiente como para poder ver las notificaciones, he comprobado con alegría que la app, ya disponible en la App Store de iOS, se había descargado y, por lo tanto, que el mayor catálogo de música clásica en un servicio de streaming (o al menos eso es lo que afirma Apple) ya estaba al alcance de mis manos, y sobre todo de mis oídos, a través de una aplicación diseñada de manera específica para dicho universo musical.

Ahí pues, mientras dedicaba una mano primero a meter el café en el microondas y después a mojar las magdalenas en el mismo, la otra se ha dedicado a iniciar una primera exploración de Apple Music Classical, tanto de la app como de los contenidos (listas de reproducción, buscador, densidad del catálogo, variedad de géneros, etcétera), y en ello llevo todo el día, en una experiencia que está resultando tremendamente satisfactoria. Hoy va a ser el primer día, en muchos años, en el que sólo escucho música clásica… y no descarto repetir el plan mañana, porque la propuesta es, sencillamente, excepcional.

¿Qué es Apple Music Classical?

Pero empecemos recordando lo básico: Apple Music Classical es una nueva app de Apple que proporciona acceso a todo el catálogo de clásica (más adelante profundizaré en este punto) de Apple Music, compuesto por más de cinco millones de pistas, según la compañía. Al menos de momento la app solo esta disponible para dispositivos de los de Cupertino y es gratuita (tanto la app como el acceso al catálogo, claro) para todos los suscriptores de los diversos planes de Apple Music, con la única excepción del plan Voice, algo que ya te adelantamos cuando Apple abrió la precompra de la app en la App Store. Así, los únicos requisitos para poder acceder al servicio son contar con un dispositivo con iOS 15.4 o superior (una buena noticia para aquellos usuarios que no pudieron dar el salto a iOS 16) y la ya mencionada suscripción al servicio de música en streaming de Apple.

La primera impresión, tras abrir la app, es de familiaridad. Su interfaz recuerda claramente a la de la app de Apple Music, con prácticamente los mismos elementos. La principal diferencia es que Classical no cuenta, al menos de momento, con la sección-función de las radios personalizadas, pero desde el primer momento eres claramente consciente de que no es lo mismo, claro, pues los grandes hits del momento que pueblan el servicio de streaming de los de Cupertino se ven sustituidos por una atractiva y muy variada selección editorial que abarca el universo de la clásica en toda su amplitud.

Apple Music Classical: primeras impresiones

En este punto debo hacer un alto para aclarar algo importante, y es a qué nos referimos Apple y yo al hablar de música clásica. La definición académica circunscribe este término a las obras compuestas entre 1750 y 1820, un lapso de tiempo conocido como clasicismo musical. Sin embargo, para la gran mayoría encaja mejor una definición mucho más amplia, que se refiere a la música producida o basada en las tradiciones de la música litúrgica y secular de Occidente, principalmente Europa Occidental. Esta definición da cabida, por tanto, a muchos géneros musicales y a un rango temporal que abarca desde la música antigua o medieval hasta composiciones de nuestros días, y las que están por venir en el futuro.

Apple Music Classical se acoge, sin duda, a la interpretación más amplia del concepto de música clásica, por lo que nos encontramos con una gran variedad de géneros que van desde el clasicismo barroco de Bach hasta la maestría de Astor Piazzolla con el tango, el excepcional uso de la retórica musical de Samuel Barber y la emotividad y calidez de la obra de Yann Tiersen, o las piezas hipnóticas de Ludovico Einaudi. Imagino que algún purista pensará que la app no merece el apellido Classical, pero para el común de los mortales, una oferta más amplia resulta mucho más atractiva.

Apple Music Classical es, por lo tanto, una app para cualquier persona a la que le guste la música clásica, independientemente de su nivel de conocimiento de la misma. Es más, precisamente pensando en los menos duchos en la materia, podemos encontrar una abundante cantidad de listas de reproducción que nos ayudarán a explorar artistas, estilos y géneros. Este es, sin duda, uno de los puntos en los que se nota el arduo trabajo del equipo editorial que ha estado trabajando en la organización y documentación de los contenidos del servicio.

Mención especial, en este punto, al esperado buscador optimizado para la app. Imagina, por ejemplo, que quieres escuchar una pieza especialmente conocida y que, por lo tanto, seguro que es buscada cientos o miles de veces al día en el servicio de música en streaming de Apple. Para este ejemplo he escogido el Adagio de Tomaso Albinoni, quizá la obra más conocida y reproducida de la música clásica (aunque imagino que a este respecto se codea con el Canon de Johann Pachelbel). En la imagen inferior puedes ver la diferencia entre los resultados de búsqueda de la app de Apple Music y la de Apple Music Classical:

Apple Music Classical: primeras impresiones

Como puedes comprobar, la diferencia es más que evidente, y eso que solo estamos viendo una parte. Ojo, esto no es una crítica al buscador de la app de Apple Music, sino una loa a cómo han sabido replantear las búsquedas para adaptarlas a este contexto tan particular. Esto me hace recordar los mejores tiempos de Apple en lo referido al diseño de interfaces de usuario, algo en lo que (aunque con altibajos a lo largo del tiempo) siempre han puesto el foco en Cupertino.

¿Por qué he dicho antes que solo estábamos viendo una parte? Pues vamos ahora con el Canon de Pachelbel, presta atención a la siguiente secuencia de imágenes:

Apple Music Classical: primeras impresiones

En la imagen de la izquierda puedes ver el resultado de buscar «Canon Pachelbel». Como ves, se muestra agrupado en bloques, primero obras, después álbumes y, aunque no se ve en la imagen, posteriormente pistas. Dado que el resultado que nos interesa es el primero que se muestra, el que tiene un 1.108 a su derecha, es el que he escogido.

La segunda imagen desde la izquierda muestra lo que vemos cuando accedemos al resultado. Como puedes ver, el primer resultado es el elegido por el equipo editorial de Apple Music Classical y, por lo tanto, una opción recomendable. A continuación (tercera imagen) nos encontramos con algunas de las grabaciones más populares de aquello que hemos buscado. Tras la misma encontramos el texto «Ver todo» y, bajo el mismo, una selección (también editorial) de obras relacionadas (la tercera imagen). ¿Y qué ocurre si pulsamos en «Ver todo»? Pues que tendremos acceso a todas las grabaciones de esa pieza, en este caso 1.108, disponibles en el catálogo del servicio, como puedes ver en la última de las imágenes.

Solo por esta función, por este buscador adaptado al género (permite realizar búsquedas incluso por número de catálogo) apoyado en el trabajo de edición llevado a cabo por Apple, esta nueva app ya estaría más que justificada, pues acaba con la pesadilla que puede suponer el navegar por vastos catálogos de música clásica con herramientas que no han sido diseñadas específicamente para tal fin. Probablemente los más conocedores ya tendrán sus interpretaciones favoritas, pero para los que somos más profanos, la selección editorial y la organización de los contenidos nos proporciona una brújula tremendamente efectiva.

Pero es que todavía hay más. Aún no lo había mencionado, pero algo que me ha sorprendido nada más abrir la app por primera vez ha sido encontrar, entre los elementos destacados (es decir, los que se muestran en la parte superior de «Escuchar») una lista de reproducción confeccionada por el virtuoso Yo-Yo Ma, uno de los mejores violonchelistas de la historia. Más allá de mi admiración por Ma y lo más que recomendable que me parece su selección (especialmente si no conoces demasiadas piezas de violonchelo y quieres ampliar fronteras), porque aparece bajo el epígrafe «Playlist de invitado», lo que nos invita a pensar que se sumarán más listas de este tipo, con firmas de artistas especialmente relevantes, en el futuro.

Apple Music Classical: primeras impresiones

Lo que me lleva a hablar, claro, de las playlists de Apple Music Classical. Lo habitual en los servicios de streaming de música es encontrar alguna lista de reproducción de clásica con los compositores más relevantes, algunas relacionadas con estados anímicos y, por supuesto, las habituales para concentrarse, para relajarse, para dormir, etcétera. No tengo nada en contra de este tipo de listas, al contrario, me parecen un buen formato para que muchas personas se aproximen a la clásica, pero no ofrecen una organización en la que la música sea un fin en sí misma, no un medio para ser más productivos o para dormir como un bebé recién comido.

¿Y cómo aborda Apple Music Classical la exploración de sus contenidos? En el apartado «Explorar» encontraremos tres maneras de hacerlo: por descriptores básicos (compositor, periodo, género, director, orquesta, etcétera), por las ya mencionadas playlists temáticas y por instrumentos. Dentro de cada una de dichas categorías encontraremos o subcategorías (en el caso de los descriptores) o los contenidos seleccionados (en las playlists y la navegación por tipo de instrumento).

Apple Music Classical: primeras impresiones

En cuanto a la calidad de sonido, otro aspecto fundamental, aquí no hay diferencia entre ambas apps. En ambas tendremos acceso a las grabaciones en calidad Hi-Fi (hasta 192 kHz/24 bits sin pérdida), sonido espacial (Dolby Atmos), etcétera. He probado a reproducir las mismas piezas en ambas apps con varios auriculares y no he encontrado diferencia alguna (y tampoco esperaba que se produjeran, en verdad).

Sí hay algunas diferencias en la interfaz de reproducción. Como ya sabes, Apple Music cuenta con la función de letras, a la que podemos acceder haciendo click en el icono que se muestra en la parte inferior izquierda de la app. Esto tiene todo el sentido en una app que da acceso a todo tipo de música, pero pierde gran parte del sentido si hablamos de clásica, pues una gran parte del catálogo carece de letras (aunque reconozco que serían muy útiles al escuchar ópera, por ejemplo). Fruto de esta diferencia, en la app de Apple Music Classical la función de letras se sustituye por la de información sobre lo que estamos escuchando.

Apple Music Classical: primeras impresiones

Ya ha pasado alrededor de un año y medio desde que Apple compró Primephonic, un servicio de música en streaming especializado en música clásica. En aquel momento, los de Cupertino afirmaron que lanzarían una app específica del servicio, aunque asociada a Apple Music, a lo largo de 2022. Cuando el año pasado estaba a punto de terminar, nos preguntamos qué había pasado, y si los planes seguían adelante (aunque fuera con retraso). Afortunadamente, a principios de este mes supimos por primera vez de los planes de Apple en este sentido y, a medida que se acercaba la fecha, nos planteamos qué esperábamos de Apple Music Classical.

Pues bien, tras todo un día probando esta nueva app de Apple, tengo claro que la espera ha merecido la pena, y doy por bueno el retraso en su publicación si éste se ha debido a querer debutar con la app y el servicio en el estado actual. Apple Music Classical es un regalo para los usuarios de Apple Music y no, no lo digo porque sea gratuita, sino porque han sabido crear una aplicación que satisfará los deseos de muchos de los más melómanos, y que a la vez también es una excelente puerta de entrada a un universo musical, el de la clásica, que muchas personas tienen en la lista de tareas pendientes.

La única pena es que, de momento, tan solo hay app para iOS. Los usuarios del resto de dispositivos de Apple, así como los de Android y quienes desean acceder al servicio desde una interfaz web, tendrán que esperar y cruzar los dedos para que dicha expansión se encuentre entre los planes de Apple. Mientras tanto, tendremos que conformarnos con la versión para iPhone, aunque creo sinceramente que los de Cupertino lo han hecho tan bien en este caso, que deberían hacer llegar Apple Music Classic tan lejos como les resulte posible.

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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