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Philips Gaming 27M1N5200PA, equilibrio gaming

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En lo que respecta a los monitores para gaming hay muchos parámetros importantes a tener en cuenta, que en muchas ocasiones dependen de una serie de factores como el tipo de juegos que utilizamos, las preferencias como jugadores y, como no, el presupuesto. Luego entran en juego otros factores que pueden inclinar la balanza y son quizás menos objetivos, como es el diseño del dispositivo con el que vamos a convivir muchas horas y que va a formar parte de nuestro ecosistema gaming en el que también tiene su importancia la estética.

Al desembalar el monitor objeto de esta prueba: el Philips Gaming 27M1N5200PA, nos encontramos con un monitor fácil de ensamblar y que en pocos minutos podemos admirar encima de la mesa. Volviendo a la parte estética que hemos mencionado, se trata de un diseño peculiar, sobre todo en lo que respecta a la base del mismo que tiene una construcción estilizada con forma exagonal que transmite de forma sutil una estética gaming, quizás un poco retro, a la vez que ocupa poco espacio sobre la mesa para hacer sitio a otros accesorios.

Modelo analizado Philips Gaming 27M1N5200PA
Tipo de panel IPS
Tamaño / pulgadas 27 pulgadas
Resolución nativa 1920 x 1080 FHD
Conectividad 2 HDMI 2.0, 1 DisplayPort 1.4
Brillo 400 cd/m²
Relación de contraste 1.000:1 (típica)
Tiempo de respuesta GTG 0,5ms
Tasa de refresco  2400 Hz
Sincronización AMD FreeSync Premium y G-SYNC de Nvidia
Colores de la pantalla
16,7 milllones
Retro iluminación  W-LED
Precio
399€

La peana, que queda oculta por el monitor, también tiene un diseño estilizado y anguloso replicando las mismas claves que encontramos en la base. Este modelo está construido enteramente en metal color gris oscuro mientras que el pie tiene un color algo más claro. El efecto de este material hace que la estructura parezca fundirse con el panel cuando éste se encuentra apagado con un efecto muy vistoso y que nos parece ideal para cualquier setup. Al mismo tiempo es un monitor lo suficientemente discreto y sobrio como para no desentonar en un lugar de trabajo o de uso mixto.

Dando vueltas al monitor descubrimos la zona de conectores, colocados de forma discreta junto a la zona de enganche del pie y orientados hacia abajo. Hay todo tipo de conexiones para abarcar cualquier necesidad con dos conectores HDMI 2.0, un DisplayPort 1.4 (tanto los HDMI como el DP compatibles con HDCP 2.2) y una buena cantidad de conectores USB. Dispone de un USB-B sólo para subida de datos y cuatro conectores USB 3.2  con bajada de datos y dos de ellos compatibles con BC 1.2. No necesitaremos un HUB adicional para tener puertos adicionales en el PC. Ni rastro sin embargo de conectores USB-C (que tampoco suelen ser habituales en monitores gaming).

Gran tasa de refresco y frecuencia

Pero las bazas más importantes que aporta este monitor de Philips están sin duda en las especificaciones. Dispone de un panel IPS capaz de frecuencias de refresco de hasta 240 Hz y un tiempo de respuesta espectácular. No es habitual datos por debajo del milisegundo y este monitor Philips luce un tiempo que lo reduce a la mitad: 0,5 milisegundos. Para ayudar a la sincronización de tarjeta gráfica y pantalla (muy necesaria con este nivel de prestaciones) este modelo es compatible con AMD FreeSync Premium y con G-SYNC de Nvidia.

En nuestras pruebas de rendimiento para la reproducción de color han confirmado que cubre la totalidad del espectro sRGB con una buena fidelidad de color. Hay que tener en cuenta que no se trata de un monitor para diseño por lo que el del color no es su punto fuerte, y de hecho solamente cubre el 87% del espectro de color Adobe RGB. En lo que respecta a brillo y contraste las cifras de 400 cd/m² y 100 a 1 respectivamente están en línea con lo esperable por un panel IPS de calidad.

Pero el verdadero reto de este monitor es el de ponerlo a prueba con «fuego real» y para ello hay que tener en cuenta que es necesario disponer de un buen hardware para hecerle sudar. Es cierto que la resolución Full HD de 1920 x 1080 no es muy alta y eso le perjudica para algunos juegos en los que el detalle de la imagen es más importante, como juegos de estrategia, pero es que este modelo 27M1N5200PA de Philips Gaming lo que busca es la acción frenética y es ahí donde luce especialmente.

En todas las pruebas de los juegos de acción ajustando la tasa de refresco al máximo, por encima de los 165 Hs, hemos notado una fluidez muy alta, sin rastro de ghosting u otros defectos de imagen por muy frenético que fuera el movimiento en pantalla. Esto permite por un lado disfrutar del juego como si fuera una película, incluso con más fluidez que alguna de éstas diría yo, y por el otro tener un control mucho más preciso de lo que ocurre en pantalla, cosa indispensable para un gamer.

A destacar también la habitual facilidad para la mayoría de los monitores de la marca para ajustar las opciones de visualización mediante los menús en pantalla. Podemos modificar múltiples parámetros de forma fácil e intuitiva, aunque en realidad lo necesitaremos en pocas ocasiones dada la mencionada compatibilidad con los sistemas de sincronización de los dos principales fabricantes de tarjetas gráficas que harán el trabajo por nosotros.

Conclusión

En definitiva este 27M1N5200PA de Philips es un monitor orientado sobre todo a no perderse un solo frame de la acción de nuestros juegos más delirantes, con una frecuencia de refresco muy alta y un tiempo de respuesta realmente notable, que por otro lado hemos podido comprobar que cumplen en realidad. La gran cantidad de conexiones con compatiblidad HDCP 2.2 y la incorporación de los sistemas de sincronización de las grandes marcas e incluso el sencillo sistema de montaje hacen de este modelo un monitor gaming con el que disfrutar en pocos minutos recién sacado de la caja. Además tiene un precio abordable y una estética que nos ha gustado mucho.

 

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