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Análisis

Volkswagen T-Roc, raices

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«Bienvenidos a Jurassic Park» John Hammond (Jurassic Park, 2000)

Otra mañana más el ruido de la selva despertando del letargo nocturno le arranca de los confusos sueños que le han acompañado hasta los confines de la conciencia y que se sacude agitando la cabeza. No está acostumbrado a soñar y eso le irrita, como casi cualquier cosa que se salga de lo previsible. Lentamente se yergue provocando una pequeña estampida de minúsculas criaturas que se alejan desapareciendo entre la maleza. Una larga mirada a su alrededor culminada con un rugido que alerta al resto de las criaturas que pueblan esta parte del mundo: está despierto y no está de buen humor.

Enseguida le invade la urgencia de comer, mantener en activo sus casi ocho toneladas de músculo y escamas no es tarea fácil y enseguida su olfato le pone sobre la pista de un gran animal de sangre caliente y la saliva le llena la inmensa boca repleta de dientes mientras con otro rugido amenazador comienza a acelerar pesadamente hacia el río. Ya se escucha el agua recorriendo el lecho de rocas y baja la inmensa cabeza para olfatear el terreno. Pero el ruido del agua se apaga de repente tapado por un sonido agudo que va creciendo y que viene del cielo. Cuando levanta la cabeza el aire se ha encendido en un rojo intenso y el calor empieza a consumir las hojas a su alrededor. Como en su sueño.

La evolución genética de ciertos modelos de automóviles está marcando la marcha del mercado del motor. Por un lado está el consabido apocalípsis de los motores de explosión que lo más seguro que tarde mucho más de lo que piensan muchos y por otro lado la evolución de los formatos. Las berlinas tradicionales y otros modelos clásicos están dejando paso a los (ya no tan) modernos SUV, es más, parece como si para cada berlina por muy legendario o emblemática que sea surge una versión en carrocería SUV que está destinada a competir con ella y en algunos casos a superarla en ventas.

Ficha técnica

El Volkswagen Golf es uno de los indiscutibles superventas a nivel mundial y quizás por eso Volkswagen ha sido tímida a la hora de presentar la evolución de la especie encarnada en el modelo T-Roc que hemos tenido la oportunidad de probar. El Golf es uno de los modelos más equilibrados, divertidos y versátiles que han salido de las plantas del fabricante alemán así que ¿qué más se le puede pedir a un coche? Y lo que es más importante ¿una versión SUV no perderá parte de las características únicas que han hecho del Golf lo que ha sido durante décadas para el mercado automovilístico?

Dudas razonables

Pues vamos a empezar a contestar estas dudas razonable echando un vistazo al aspecto de este T-Roc. El aspecto de este modelo le emparienta más con el Tiguan que con el Golf en el que se basa, pero aún así la impresión que da es que se trata de un turismo algo más alto más que de un SUV con un diseño inspirado en un todoterreno. El tamaño compacto con respecto a sus hermanos mayores y las llantas de 19 pulgadas de la unidad que probamos contribuyen a esta impresión mientras que el spoiler trasero, las grandes tomas de aire delanteras y unos grupos ópticos afilados le dan un agradable toque de deportividad.

La parte trasera es quizás algo más musculosa y en línea con el estilo de los SUV más tradicionales pero con toques racing como la doble salida para los gases de escape cromadas trapezoidales o las pinzas de freno en color rojo o las llantas de aleación deportivas que son propias del acabado deportivo del modelo que probamos. En general el diseño del T-Roc es moderno y bastante refrescante con respecto a lo que estamos viendo en el mercado de automoción y recoge bastante bien el espíritu desenfadado que es una de las señas de identidad del Golf con el que está emparentado como ya hemos señalado.

El interior es amplio y cómodo gracias al aprovechamiento de la mayor altura del T-Roc con respecto a una berlina. Esto hace que el acceso a las plazas delanteras sea muy cómodo gracias a la altura del suelo más elevada y a que el hueco de la puerta también es de mayor altura. El puesto de conducción es cómodo, la postura es algo más incorporada y alta que en un turismo normal pero no tanto como otros SUV más grandes y todos los controles y pedales así como el volante se encuentran a mano. Por otro lado la postura tiene buenas posibilidades de regulación así como el volante, tanto en altura como en profundidad, por lo que podremos personalizar el puesto de conducción a nuestro gusto.

Herencias

La instrumentación del coche hereda la estupenda pantalla digital presente en otros modelos de Volkswagen que permite distintas configuraciones de modo que podemos tener justo delante de nuestros ojos la información que necesitamos, incluso el mapa del navegador, entre los dos diales que indican las revoluciones y la velocidad junto con otros datos como la cantidad de combustible y la temperatura para la que se han reservado los laterales de los indicadores. Como hemos apuntado en otras ocasiones la visibilidad es muy buena en distintas condiciones de luz por lo que no tendremos problemas de legibilidad.

En la parte central del salpicadero, montada en la parte de arriba encontramos la también excelente pantalla de 8 pulgadas que gobierna el sistema de información y entretenimiento. Está en una buena posición para que el conductor no tenga dque desplazar demasiado la vista de la carretera. Al igual que con los indicadores, ya hemos tenido ocasión de probarla otras veces y no defrauda en conectividad, acceso a las funciones y aspecto de los menús. Dispone del sistema de control de Volkswagen con el que solamente hay que desplazar la mano delante de la pantalla para mover los menús (o seleccionar canciones y otras opciones) de un lado a otro. En el caso de este modelo no es posible ver el mapa del navegador a la vez en la pantalla y en el panel de instrumentos. Suponemos que es una evolución (lógica) del sistema y no una peculiaridad del T-Roc.

Los acabados son los que nos tiene acsotumbrados el fabricante alemán, con una buena combinación de plásticos duros y blandos bien encajados. El diseño es muy sobrio y da un aspecto de solidez muy  convincente. Tiene detalles como el hueco para el teléfono móvil con cargador inalámbrico opcional con el consabido plástico rugoso para que no se desplace, aunque el hueco es algo pequeño y los móviles más grandes sobresalen algo. Encima del espacio para el móvil encontramos dos conectores USB para la recarga y lectura de archivos de música. Choca que para las plazas traseras en cambio no haya conector USB y solamente se haya previsto una toma de 12 voltios.

Muchos huecos

En lo que respecta a los huecos para dejar objetos el T-Roc es más generoso que el Golf. Además del mencionado para dejar el teléfono móvil hay espacio generoso en los bolsillos de las puertas, cajones bajo los asientos y un reposabrazos (algo pequeño) bajo el que podemos encontrar un espacio para colocar latas de bebida. La guantera tiene un buen tamaño y deja espacio para las piernas con lo que no presenta dificultades para que la abramos con alguien sentado en el asiento del acompañante. Como habitual en la casa los mandos del climatizador y otras funciones del sistema de información y entretenimiento tienen un tamaño generoso y son intuitivos además de estar colocados en la parte central accesibles y bien a la vista. La impresión de que «todo está en su sitio» es agradable…

Los asientos en nuestra unidad de pruebas eran de tela bicolor con costuras en color rojo para darle un aspecto más deportivo, aunque la forma de los asientos no lo son tanto. Son bastante cómodos y bien acolchados tanto en la parte delantera como en las plazas de atrás, aunque más pensados para el confort que para una conducción más deportiva. La habitabilidad trasera es muy buena para dos ocupantes que tienen espacio tanto en altura como para las piernas. En cambio el ancho disponible es algo justo para tres personas, aunque es posible acomodarlas no irán tan cómodas.

El maletero de este modelo es de un tamaño más que aceptable, aunque por ser una versión con tracción integral nos tengamos que conformar con 392 litros con respecto a los 445 que ofrecen las versiones de tracción delantera. El plano de carga es bastante accesible con respecto a la carrocería por lo que es cómodo cargar bultos. Al abatir los asientos (que lo hacen como es costumbre en proporción de 40/60) queda una superficie plana que permite cargar objetos largos y la capacidad alcanza los 1.237 litros.

Muy divertido

Desde el punto de vista de la mecánica, el modelo que nos ha proporcionado VolksWagen promete ser divertido más allá del aspecto desenfadado de la carrocería. Se trata de un T-Roc con motor de 190 caballos de gasolina, cambio DSG y tracción integral, que en este caso no parece tanto pensada para excursiones fuera del asfalto (aunque dispone de un selector de tracción para distintos terrenos como montaña o nieve) sino para mantener la estabilidad cuando queramos buscar las cosquillas a la compostura del coche. Queda comprobar si la carrocería SUV mantiene las bondades del excelente chasis del Golf.

Al arrancar el sonido del escape es estimulante, no el de un deportivo extremo pero sí lo suficientemente gamberro como para transmitir al público que no se trata de una de las versiones tranquilas. Al pisar el acelerador la respuesta es inmediata: la abundante cantidad de par disponible desde bajas revoluciones y el siempre excelente cambio DSG contribuyen a una sensación deportiva que sin embargo es más progresiva que brusca. Recupera con soltura en cualquier circunstancia y en general da muy buenas sensaciones en aceleración mientras que los frenos se muestran progresivos y también potentes.

Una de las características del Golf, la buena maniobrabilidad y estabilidad en curva, se mantienen en el T-Roc a pesar de su carrocería más elevada y no notaremos diferencia tampoco en cabeceos ni ladeos. Afronta las curvas más rápidas con mucha precisión y con reacciones previsibles si necesitamos potencia para salir decididos de las mismas. La tracción integral quizás se nota aún más en este modelo y transmite una agradable sensación de seguridad en cualquier circunstancia de la carretera, a la vez que nos permite salir de situaciones comprometidas en terrenos con poca adherencia.

Por si no queda claro este T-Roc es un coche muy divertido, preparado para enganchar curvas sin descanso con prestaciones que arrancan una sonrisa al más tranquilo de los conductores. A la vez las suspensiones no han sido endurecidas tanto como para no ser confortable en trayectos más ruteros incluso con baches, aunque en este sentido hay SUVs más tranquilotes y confortables. Lo más reseñable es esa sensación de coche bien plantado y capaz de todo con absoluto control, predecible pero a la vez muy divertido gracias a la configuración de potencia y cambio del modelo.

Lo que hay que advertir es que la combinación de un motor de gasolina de esa potencia y la tracción total, que incrementa el peso, lo tendremos que pagar en consumos. Si somos cautelosos y tímidos a la hora de pisar el acelerador podemos mantener los consumos de carretera por debajo de los ocho litros, pero un coche como este no está diseñado para llevarlo a punta de gas. En cuanto nos queramos divertir la cifra de consumos puede llegar con pasmosa facilidad a superar los nueve litros a los cien kilómetros, que por lo demás es una cifra dentro de lo normal para un coche de estas características.

Conclusiones

El T-Roc es una de esas «conversiones» a SUV que son todo un éxito. Al aumentar la altura del suelo y elevar la carrocería el coche no ha perdido prácticamente nada de la personalidad de uno de los coches con más personalidad del mercado: el VolksWagen Golf. Por si fuera poco la versión que hemos probado incorporaba todos los juguetes de la caja: un motor alegre de respuesta inmediata, un cambio automático preciso y rápido e incluso tracción total para mantenernos bien plantados en el asfalto por si los neumáticos encuentrand dificultades para agerrarse al suelo.

Es cierto que igual no es tan confortable con alguno de sus hermanos mayores SUV o incluso que alguno de sus primos que pertenecen al mismo grupo, pero sí lo necesario para aceptarlo como sacrificio mínimo para conseguir unas prestaciones excelentes cuando queremos hacer una conducción algo más deportiva. El diseño nos ha convencido también, siempre dentro de la sobriedad que impera en el interior marca de la casa. No se puede pedir mucho más tampoco en cuanto habitabilidad y capacidad de carga, siempre por encima de lo que puede ofrecer una berlina de su tamaño. Un SUV divertido y muy recompendable.

Valoración Final
7.2 NOTA
NOS GUSTA
Sensaciones deportivas y buen comportamiento en carretera
Buena habitabilidad
A MEJORAR
Consumos algo elevados
RESUMEN
Un SUV que hereda los puntos fuertes del Golf añadiendo habitabilidad y ciertas capacidades para circular en terrenos difíciles
Prestaciones8.5
Diseño7.5
Consumo5
Confort6.5
Sistema de infoentretenimiento8.5

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